EN SINALOA, LA OPACIDAD ES LA NORMA: CONGRESO REPRUEBA CUENTAS A DOS DE CADA TRES MUNICIPIOS

Por Ricardo Fuentes Lecuona 02 Febrero 2023

Un común denominador de los municipios reprobados, es que sus gobernantes forman parte de la alianza que abandera el presidente de la República

Así las cosas… El primer año de la “transformación” de Sinaloa instaló muchas de las prácticas intrínsecas del régimen morenista en el estado: recortes, clientelismo, inseguridad, divisiones internas y, de manera más descarada que nunca, la corrupción.

Incontables son los ejemplos que se han manifestado en los diversos órdenes del gobierno sinaloense, particularmente en los municipios. Éstos han sido los epicentros de grandes escándalos, Estrada Ferreiro en Culiacán y “El Químico” Benítez en Mazatlán, tan sólo dos ejemplos de ello. Sin embargo, la opacidad en las finanzas de los ayuntamientos no se limita a la capital, ni al puerto, sino que según la revisión del H. Congreso del Estado, dos de cada tres ayuntamientos sinaloenses cuentan con irregularidades financieras en sus operaciones del año 2021, es decir, el 66%.

Un común denominador de los municipios reprobados, que son Ahome, El Fuerte, Choix, Guasave, Mocorito, Culiacán, Navolato, Cosalá, Mazatlán, Concordia, El Rosario y Escuinapa, es que sus gobernantes forman parte de la alianza que abandera el presidente de la República, o formaron parte de la coalición “Juntos Hacemos Historia” conformada por Morena y el Partido Sinaloense. ¿Será coincidencia? Evidentemente la realidad política y administrativa del estado se encuentra controlada por la Cuarta Transformación, por lo que será ésta la responsable de la malversación en masa.

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Entre los 6 Ayuntamientos aprobados por el congreso, se encuentra el único controlado por la oposición: Sinaloa municipio, gobernado entonces por la priísta María León Rubio, los demás siendo Angostura, Salvador Alvarado, Badiraguato, Elota y San Ignacio. ¿Hay denuncias contra las y los alcaldes que presidieron estas irregularidades? Lamentablemente la respuesta es no, con la Cuarta Transformación, la opacidad y la impunidad son la norma, mientras que la transparencia y las sanciones son la excepción.

En Sinaloa, tristemente, no estamos acostumbrados a vivir el estado de derecho, a los funcionarios sólo se les aplica la ley cuando es políticamente conveniente para quienes han de aplicarla, veamos el ejemplo de Estrada, Benítez y Vargas, tres morenistas acusados de similares prácticas como presidentes municipales, pero con resultados totalmente distintos, que varían desde la persecución hasta la impunidad. Sinaloa se transforma sólo en la imaginación.