Entre comas y aplausos, el presupuesto de egresos de la federación...
Por Benjamín Bojórquez Olea 10 Noviembre 2022
Sobre el camino
Le proponemos al Presidente que piense en todos los mexicanos y no
se acote únicamente a su proyecto personal de nación. Eso nos debilita y nos
divide más
El PEF aprobado
refleja las prioridades del Presidente: mermar el sistema de balances y
contrapesos.
Bien se dice que la decisión más
importante de la Cámara de Diputados es la aprobación del Presupuesto
de Egresos de la Federación. En ese presupuesto está el proyecto de nación.
En números concretos. El aprobado esta semana indica con claridad las prioridades
del Presidente y su partido.
Destaca la reducción del
presupuesto a organismos que el Poder Ejecutivo no controla:
el INE, el INAI, la ASF, el Poder
Legislativo, la COFECE, el IFT, el Consejo de la
Judicatura. El mensaje en esto es bastante claro: centralizar el poder, mermar
el sistema de balances y contrapesos. Más clarito ni el agua.
En contraste, organismos
formalmente autónomos, pero en los hechos controlados por el presidente,
mantienen su presupuesto: la Comisión Nacional de Derechos Humanos y
la Fiscalía General de la República. ¿Qué raro no?
En la misma línea de concentración
del poder está buena parte del presupuesto federal.
Los megaproyectos: AIFA, Tren Maya, Refinería
de Dos Bocas. Y la política social.
Empecemos por esta última.
Comentaba en un artículo anterior que es indispensable para dar vida
digna a diversos sectores de la población, pero insuficiente para resolver
el problema de la pobreza. Datos presentados por Rogelio
Gómez Hermosillo sustentan ambas afirmaciones. Lo único que va a
resolver la pobreza en nuestro país son empleos estables, formales y bien
remunerados.
Claro que, si el reparto
de gasto público predomina sobre la creación de empleos, el gobierno
puede tener bajo su control clientelar a millones de ciudadanos. No
se resolverá la pobreza, pero sí la continuidad del grupo en
el poder.
Un problema adicional: ¿quién
va a pagar la política social? El gasto en este rubro aumenta.
Pero la economía y los ingresos del gobierno no crecen en la misma proporción. ¿Serán
los hijos y los nietos de los actuales beneficiarios los que tengan que pagar
las deudas generadas por este gasto?
Los megaproyectos del
Presidente han requerido inmensas cantidades de dinero. No es claro que vayan a
ser redituables. Todo indica que están costando más de lo que van a valer.
Espero equivocarme, pero es posible que vayan a pasar a la historia como uno de
los mayores despilfarros financieros en la historia del país. ¿Es corrupción dilapidar
el presupuesto público de esta manera?
GOTITAS DE AGUA:
A mi juicio, la concentración
del poder en el Ejecutivo no es novedad. El presidente actual ve
con nostalgia la política mexicana anterior a 1982. Hacia allá va
el castigo a los órganos autónomos.
Entre los que destaca el INE.
Es claro que, si en lugar de esta institución, tuviéramos la que organizaba las
elecciones en 1988 y años anteriores, Morena no
estaría en el poder. Los morenistas no lo quieren o no lo pueden reconocer.
Pero ese es un tema que ya hemos tocado. "Si cierran la puerta,
apaguen la luz". "Nos vemos Mañana"...