Entre la extinción y el reacomodo...
Por Benjamín Bojórquez Olea 12 Julio 2023
Sobre el Camino
La desbandada del Partido Revolucionario Institucional (PRI)
es la antesala de su eventual desaparición de la vida
pública mexicana. No es la primera vez que se avecina este escenario, sin
embargo, en esta ocasión parece más una conclusión lógica que un
deseo por rivalidad política; ya que, desde 2018, el PRI ha
ido perdiendo desde la Presidencia de la República, hasta la mayoría
de sus gubernaturas y de los municipios, mejor ni hablamos.
En el
año 2000 sucedió la primera alternancia política del
país, después de más de ochenta años de gobierno, por primera vez, un partido
diferente al PRI llegó al poder. Los pronósticos apuntaban a
que al igual que en España o en otros países que transitaron de un régimen
autoritario a uno democrático, la dinámica democratizadora terminaría
por extinguir al PRI.
Sin
embargo, el cambio de partido gobernante no implicó un cambio en
el estilo de gobernar, sino al contrario, una acentuación de prácticas
desleales y antirrepublicanas en un contexto de simulación inaudito que, para
variar, desembocó en una crisis de seguridad a nivel nacional por la
llamada "Guerra contra el narco".
En esta
etapa de pluripartidismo con tres fuerzas políticas, el PRI,
el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución
Democrática (PRD), que va de 1988 a 2018,
se presentó una alianza informal entre PRI y PAN (PRIAN)
que mantuvo relegado al PRD e impidió el triunfo de la
izquierda en 2006 y 2012. El PRI resurgió,
haciéndose llamar "Nuevo PRI", representado por Javier
Duarte, Emilio Lozoya, Enrique Peña Nieto,
etcétera.
Desde 2018 y
la formalización del PRIAN, sumado al PRD (PRIANRD),
la política mexicana se ha sintetizado en dos expresiones políticas
competitivas, la de los partidos del viejo régimen, y la del Movimiento
de Regeneración (Morena) con partidos aliados. Lo anterior
ha reducido tanto al PRI como al PRD a
rémoras del PAN, y prácticamente los ha llevado al borde de su
extinción, lo anterior es un dato que debe alertar, pues la desbandada del PRI,
puede significar, que sus desertores busquen integrarse a Morena. Y
en Sinaloa, así está sucediendo.
Ante este
escenario, en Morena deberían ser más cautos, sensatos y
prudentes. El partido debe permanecer abierto a la sociedad, pero deben cuidar
la respetabilidad y el orden, el llamado "buen vivir" de
quienes se ostenten con candidaturas, al final, lo que ha mantenido a
flote el liderazgo político del Presidente ha sido su terquedad entre la verdad
y la mentira.
GOTITAS DE
AGUA:
Si Morena no
atiende a los llamados de la sociedad, y se cuelan impresentables como
candidatos, capitales como la de la ciudad de Culiacán,
regresarán a la derrota en 2024; esto no es grave por una cuestión
electoral, sino por las implicaciones políticas, que se ve gravemente mermado
cuando regresa un gobierno de la oposición reaccionaria, nuevamente, sirva de
ejemplo: Culiacán capital. "Si cierran la puerta, apaguen la
luz". "Nos vemos Mañana"...