Opinion

Ferreiro, ¿grado 33?

new.author
Por Benjamín Bojórquez Olea 20 Septiembre 2019

SOBRE EL CAMINO

Me abruma pensar que la cleptocracia forma parte toral de un gobierno capitalino local que, en función e ineptitud es proclive hasta desmantelar al propio Movimiento de Regeneración Nacional en Sinaloa: Me explico. Jesús Estrada Ferreiro sigue siendo ese cavernícola que conforme avanza su gobierno en la Capital de los Once Ríos deteriora la imagen de la ciudad desde una óptica comercial y turística, máxime, que la propia imagen camina hacia el vacio digclerico, y todo, porque abandona su administración y se dedica a pelear ante una omisión perceptible de la misma sociedad y libertad de expresión. La tarea del servidor público es una de las más significativas en la vida. No es fácil serlo, mucho menos ahora, puesto que el requisito principal es tener una vocación de servicio: de servir a la población, a tus vecinos, a todos los que están en la jurisdicción de las tareas encomendadas. Por decir, un Presidente Municipal es un Municipio, como Culiacán y los grupos de facto. Y uno se pregunta: además de vocación, que más debe tener, cualquier servidor público: conocimientos y experiencia, sin la menor duda; tener tacto y sensibilidad ante crisis y situaciones que no se tenían contempladas en el ejercicio de gobierno, son las formas del mismo gobierno que provocan inestabilidad social y no permite que se gobierne bajo dialogo correspondido y un decálogo de inexperiencia y malos tratos para ocultar la falta de criterios viviendo del pasado, situación sicológica donde aplica aquella frase de Jung, “la gente cambia pero cuando es el momento correcto para ellos, no para cuando lo necesitas tu”. Y pues entendí demasiadas cosas. Observamos lo que está sucediendo con un “Masón en sueños” que dudo de su amplio conocimiento genérico de la vida y de las buenas costumbres. Y por los hechos, quiérase o no, tenemos que llegar a una conclusión: no tiene vocación de servicio, por mucho que él haya peleado, buscando ser el Presidente Municipal de la Capital del Tomate, Culiacán, Sinaloa, no ha mostrado, además, los conocimientos elementales y, sobre todo, una responsabilidad para priorizar sus acciones como titular del gobierno Municipal. En principio cualquier ciudadano que tenga sus derechos políticos vigentes y que pueda ser votado en la elección. No hay requisitos, digamos de preparación universitaria. Así que puede ser un veterinario, un contador público, un ingeniero civil o hasta un abogado o defensor de los oprimidos. Así fue como Jesús Estrada Ferreiro que de acuerdo a los tiempos actuales, además de la figura del mandatario nacional y una crisis y hartazgo social llegó a instaurarse en Palacio Municipal. La ley es la ley y no había, o no hubo pues, nada que pudiera evitarlo, más si la ciudadanía que votó por él. La cuestión es la conciencia y, sobre todo, la ambición del ciudadano que desea ser Alcalde. Por lo que cuentan algunos amigos que forman parte del gobierno cavernícola de Estrada Ferreiro, es buen abogado; al menos algo tiene, ya que su facilidad de palabra y considerarse como culpable hace que no conecte con la sociedad, sin embargo, tiene clientela. ¿Qué le animó a la política? Vamos pues, no es la vocación, porque en su prioridad es estar más con la gente, que le aplaude, que en una reunión de gabinete tomando decisiones sobre la responsabilidad de gobernar. En realidad da la impresión de que Estrada Ferreiro no tiene claro cuál es su función como Presidente Municipal; como que la responsabilidad de resolver los problemas de su comunidad metropolitana no son su prioridad; más si tomamos de referencia el reclamo generalizado de la sociedad, porque tomando en cuenta la actitud totalitaria del Alcalde en turno y, por ende, la falta de planeación, de tener objetivos para priorizar actividades. No basta, vamos pues, con querer ser Alcalde o en sus tenidas acotadas de amigos querer ser Gobernador. Es necesario que cuente con nociones y ponga los pies sobre la tierra o, de plano, rodearse de expertos, gente que conozca, y no solamente familia, familia política incluyendo a sus amigos y gente obligada a pagar sus facturas prehispánicas.

GOTA Y CHISPA:

La errática administración municipal culiacanense, avanza sin un proyecto integral de gobierno, improvisando, a destiempo y mal, el manejo de todos los asuntos de la ciudad. Lo que a mi criterio se privilegia en el gobierno de Jesús Estrada Ferreiro son los intereses de los poderosos grupos económicos y de presión a fines a su proyecto, por un lado, los gremiales, taxistas, piperos, invasores de terrenos, vendedores ambulantes y toda esa extensa masa clientelar, que produce muchos votos, y por el otro, algunos empresarios que sin ningún empacho, presionan para que se modifiquen leyes y planes de desarrollo que les sean de beneficio a sus intereses, y que a cambio de esos servicios ofrecen generosos recursos económicos para quienes se prestan a sus maniobras. Ese si está en el itinerario del Alcalde y oriundo de Culiacancito. “Los ojos de Ferreiro se encuentran como caricatura japonesa,,, abiertos,,, abiertos”. “Nos vemos el Lunes”…