Opinion

La conquista de la VOLUNTAD- Enrique Rojas

new.author
Por Leonardo Zamora 20 Diciembre 2024

Mi Opinión...

Es un libro casi de bolsillo, por su importancia de leer partes de su contenido, todos los días. Una narrativa de la fuerza de la voluntad, para llegar a algo más.


Comenzar supone mucho, pero perseverar lo es todo.


El Hombre Light vive sin valores, huérfano de humanismo y espiritualidad, al que solo le interesa el sexo, el dinero, el poder, el éxito, el pasarlo bien sin restricciones y la permisividad ilimitada.


La educación de la voluntad se compone de pequeños vencimientos, no solamente de aquellos que son grandes.


Los principales elementos para educar la voluntad son:

** La Motivación, de donde surge toda la disposición para el esfuerzo.

** El Orden.

** La Constancia,

** una mezcla de alegría e ilusión.


Voluntad significa tener la intención de hacer algo, cueste lo que cueste.


La vida merece la pena cuando hay retos, grandes desafíos, y rebeldías nobles que llevan a apostar por conseguir lo mejor posible.


Las fibras íntimas del ser humano se templan con FORTALEZA en un lado, y en el otro lado la PACIENCIA.


La Fortaleza compuesta de materiales firmes, que hace al hombre sólido, capaz de acometer y resistir los contratiempos. 


La Paciencia basada en aprender a esperar, sabiendo sobreponerse cuando no se producen los planos previstos, sin perder la calma.


El ORDEN y la CONSTANCIA, son dos valores sustanciales de la voluntad.


El Orden sano aguiliza la vida y amplía sus horizontes, el que lo practica le sirve para hacer poco a poco lo que se debe.


El binomio Orden - Constancia es inseparable y habita en el hombre con voluntad, es cual esta gobernado por una capacidad de perspectivas amplias.


Cuándo más se siente uno lleno de fuerza es cuando se vencen las adversidades, y se mantienen constantes los contenidos fijados para llegar hasta donde se ha propuesto.


El fruto más preciado del Orden, la Constancia y la Voluntad es que uno se hace más dueño de sí mismo por encima de los altercados y problemas de la vida.


Ni el Orden, ni la Constancia, ni la voluntad son innatas, sino adquiridas en la pelea diaria y deben lograrse mediante esfuerzos concretos, claros, bien delimitados.


Yo prefiero el héroe diario, capaz de dominarse a sí mismo, y no se juega todo en una carta.


Frente a la heroicidad de las grandes aventuras personales, es preferible la valentía audaz de la constancia, aunque no se vea ni brille.


Orden es jerarquía, disciplina, saber que unas cosas anteceden a otras y que se necesita una programación.


Orden es sedativo, nos produce paz y serenidad, nos facilita lo que tenemos por delante y prioritario.


La Voluntad se educa a base de ejercicios repetitivos de entrenamiento, a través de los cuales uno busca lo mejor, aunque le cueste.


Para mantener tensa y bien dispuesta la voluntad, es esencial ejercitarse en pequeños vencimientos, que no reportan ningún beneficio de inmediato.


En ellos, hay entrenamiento y aprendizaje. Hay que batirse con uno mismo, porque el enemigo habita en nuestro interior y tiene distintos nombres; pereza, apatía, cansancio para seguir luchando, búsqueda de lo más cómodo, no tener visión de futuro de uno mismo:


El verdadero objetivo de la voluntad es conseguir la victoria sobre uno mismo, que abre las puertas para la conquista del autodominio, a través del cual no nos desviamos de lo que buscamos.


La Felicidad es la meta del hombre, su máxima aspiración, hacia la cual apuntan todos los vectores de la conducta. Pero hay que buscarla, no se encuentra al final de la existencia, sino en medio de su recorrido.

Otras opiniones del autor

Este espacio es para ti. ¡Anuncíate con nosotros!