La educación y su identidad...
Por Benjamín Bojórquez Olea 29 Agosto 2023
Sobre el camino
La educación es una formidable herramienta de cambio y luz que
ilumina la marcha de los pueblos. La historia lo atestigua. En fin, la
educación es transformadora por antonomasia, pues enseña a otear más lejos en
el horizonte y a encontrar caminos de progreso.
Quien
aprende cosas nuevas tiene nuevos puntos de referencia para juzgar su realidad,
y con ello deja de ser prisionero del inmediatismo y la estrechez. Todo
gobierno, según su inclinación ideológica, destaca sus intereses políticos en
su modelo educativo. En México se han aplicado varios modelos educativos. Ahora
se promueve el polémico de la "Nueva Escuela Mexicana",
al que algunos califican de "comunista", otros de "fascista" y
otros más de "adoctrinador".
Antes de
abordar el tema debemos decir que ningún método educativo ha estado exento de
ideología, ninguno.
El modelo
de la mal llamada Nueva Escuela Mexicana, promovido por el actual gobierno
morenista, es impreciso, muy ambiguo y no tiene nada de comunista. Y es por
ello, aclaro a mis pacientes y gentiles lectores, que debemos observar a sus
gestores porque mostraron la intención deliberada de provocar que las clases
adineradas lo etiqueten como "comunista".
Pero,
insisto, este gobierno está lejos de ser socialista o comunista. Las personas
no deberían espantarse, aunque sí preocuparse de que las ciencias, las
matemáticas y el razonamiento lógico estén ausentes en los libros de texto
gratuito; y que en éstos haya afirmaciones que no son demostradas como si se
tratara de axiomas, una postura sistémica en las palabras y los hechos del
gobierno de Morena. En estos libros de enseñanza básica destaca la
ausencia de disciplinas como la física, la química, las matemáticas, la
historia, el civismo, la geografía, etc., y en su lugar se conforman cuatro
áreas generales o "campos formativos": saberes y
pensamiento científico; ética, naturaleza y sociedades; de lo humano y lo
comunitario y lenguajes.
Es
preocupante, asimismo, que se busque inducir a los alumnos para que aprendan a
identificar y expresar sentimientos, a resolver conflictos, a autorregularse de
manera asertiva que, en lugar de grados escolares anuales, como los aún
vigentes, haya tres fases; y por último se instrumentará una "evaluación
formativa" que no estará basada en calificaciones, sino en el
desempeño integral del propio alumno desde que inició su proceso educativo. Se
ha difundido también que en los libros de texto gratuito se recomienda a los
maestros que estudien a los filósofos Carlos Marx y Vladimir
Ilich Ulianov, Lenin.
Todo lo
anterior nos permite prever el fracaso de la llamada Nueva Escuela Mexicana por
su manifiesta inviabilidad, pero además de las aberraciones arriba citadas, los
libros de texto, hechos a prisa sin ajustarse a un programa educativo previo y
sin la participación, siquiera, de los maestros, enfrentan hoy un amparo porque
la metodología con la que fueron editados está reservada para cinco años; y con
ellos se violó la Constitución.
En otro
contexto, parece que en nuestra sociedad lo normal es sentirnos como sujetos
separados uno del otro. La conciencia primaria de la humanidad nos impulsó a
vernos como sujetos distintos, vulnerables y mortales.
GOTITAS DE
AGUA:
En
resumidas cuentas, cada quien entiende "su identidad" como
algo sumamente personal. La necesidad de auto - conservación nos ha llevado a
desarrollar necesidades de opresión y represión hacia nuestros semejantes.
Muchas veces defendiendo identidad de supuestamente "sacras".
Esa
sensación nos puede llevar a entrar en un laberinto tortuoso y lleno de
perversidad. Basta voltear un poco a la historia y caeremos en cuenta que las
peores masacres y crímenes de la humanidad han estado basados en la defensa de
identidades. "Si cierran la puerta, apaguen la luz".
"Nos vemos Mañana"...