Opinion

La Filosofía en los cuentos de hadas.

new.author
Por Leonardo Zamora 19 Octubre 2022

Mi opinión

La filosofía de los cuentos de hadas se divide en el elemento de la humildad y el de las convicciones.

Lo que es importante para mí. Los cuentos de hadas no son si hay o no dragones, sino que existe el mal, pero este se puede vencer.

Los protagonistas suelen ser personas ordinarias que se enfrentan a situaciones extraordinarias; estos protagonistas desarrollan la narrativa.  Esto también sucede en nuestras vidas.

G. K. Chesterton fue uno de los periodistas más representativos de su tiempo, él decía que en los cuentos de hadas, cuando vemos al protagonista enfrentándose a un dragón, no  lucha  en  realidad  contra  él  sino  contra  lo  que  hay  detrás,  es  decir  aquello que ama, como es la princesa. En nuestra vida diaria también nos enfrentamos con dragones o adversidades, pero la lucha no está infundada por odio hacia lo que nos enfrentamos, sino por el amor con él tratamos de proteger algo, por ejemplo, la familia.


Estos cuentos infantiles suelen tener una paradoja.  Un cuento como Alicia en país de las Maravillas, vemos cómo Alicia se hace pequeña para entrar en el país de las maravillas.

En la vida diaria, ese hacerse pequeño, o hacernos como niños, nos ayuda a desarrollar la capacidad de asombro al agradecimiento o la sencillez.

En estos cuentos, las coordenadas éticas o morales suelen estar bien definidas.

Cuando hay estándares claros o convicciones bien definidas, hay contrastes, distinción entre lo bueno y lo malo, Entre lo sensato y lo ridículas.  Cuando hay paradoja hay sentido de humor.

La disciplina y las convicciones son muros de contención ante lo Incierto.

Los dragones son reales, y, a veces pueden convertirte en llamas.

Los cuentos de hadas superan la realidad no porque nos digan que los dragones existen, sino porqué nos dicen que pueden ser vencidos.

Es interesante pensar que, en la realidad, en nuestra vida diaria, los monstruos siempre parece que nos derrotarán y acabarán con nosotros, como dragones.

Hay bestias como el pesimismo, la desesperanza, el miedo, el pánico escénico, la vergüenza... que pueden anularnos y convertirnos en personas que tienen viva la    única vida que les ha tocado.

Y son terrores que pueden paralizarnos, dañarnos, dejarnos sin ilusiones, sin esperanzas…y son reales, peor que los monstruos que encontrarás en este blog.

En cambio, la fantasía, la imaginación, es lo que nos salva.

Recientemente comentaba:  quién niega la capacidad y los dones del género fantástico, está negando su habilidad para imaginar y eso nos impide algo fundamental:  escapar del agujero en él que podemos caer. 

Es decir, desde que el primero dé nuestros ancestros salió de una cueva, tuvo qué imaginar, qué preguntarse cómo sobrevivir, qué eran esas estrellas.

Y esa curiosidad, muchas veces sé respondió con la fantasía.  Y es lo que ayudó, en parte, a qué siguieran vivos (esa bestia se come a otra. ¡Podría comerte a ti!  Ese, “podría “es una posibilidad, es imaginación)

Por supuesto, alguien podría decirme que también inventaron los dioses y formas de matarse, pero, aunque están bien retorcidos, pienso que la imaginación ha dado más cosas buenas que malas.

De ahí   Importancia de recordar los dragones, que pueden ser vencidos en los cuentos de hadas, pero también en nuestra realidad transformada… y un pequeño consejo; no todos los dragones son monstruos.

¡Algunos pueden convertirse en tus amigos y que mejor que tienes un amigo dragón que te salve en más de una ocasión!

La conclusión de estas paradojas es que cuando te enfrentas a algún problema o adversidad, creyendo en ti mismo y en tus fortalezas, estos pueden ser vencidos.

Fuente: G. K. Chesterton  Escritor y filósofo británico.  Conocido como “Príncipe de las paradojas”


Otras opiniones del autor

Este espacio es para ti. ¡Anuncíate con nosotros!