Opinion

La fuerza de la generosidad

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Por Leonardo Zamora 20 Diciembre 2022

Este artículo es propicio para estos días de fiestas navideñas, donde es común poder practicar los actos de generosidad

Generosidad es lo que nos impulsa a dar sin esperar nada a cambio.

Algo ha distinguido a la época moderna en las distintas ideologías y culturas. Es la de basarse en individualismo. Nos ha llevado a una lógica de comportamiento que vemos de forma natural.

Todo persona tiene sus propios intereses, y al mismo tiempo tenemos cierta desconfianza en los demás.

La generosidad no hace referencia solo a cosas materiales, sino también a cosas intangibles. Ofrecer ayuda a personas que lo necesiten, esta asociado al altruismo y la solidaridad.


Haz oído el dicho: 

“ Haz bien sin mirar a quién “, ayudar a los demás sin esperar nada a cambio., es la máxima expresión de generosidad es un valor que nos impulsa a compartir con los demás 

Hay dos maneras de practicarla:.

1.-De forma material, donativos de dinero, juguetes, alimentos, etc.

2.- Intangibles. Generosidad a través de sus acciones, ayudar a un anciano a cruzar la calle, escuchar a alguien quién tiene problemas, dedicar parte de nuestros tiempo voluntariamente en beneficio de la comunidad.

Si la hacemos buscando un reconocimiento pierde todo su sentido. La generosidad no solo beneficia a quién lo recibe, también a nosotros mismos, nos sentiremos satisfechos.

La generosidad con bienes intangibles es la qué produce mayor satisfacción. Como persona te involucras más y ves el alcance de tú apoyo, comparado con el sólo donar lo material.

Se aprende todos los días, se encuentra al alcance de todos. Se puede practicar en pequeñas acciones en familia, con tus amigos, en nuestra comunidad ayudando de corazón cuando lo necesiten, y ayudándonos nosotros mismos a ser mejores personas. 

Practicarla es clave para disfrutar de una salud mental así cómo importante para tener una vida saludable.

Nos interesa ser generoso con los demás por nuestros propios beneficios, a mejorar el sentido de la vida, ayuda a quitar el estrés, eliminar la depresión y aumentar la vida útil.

Cuando damos, no sólo hacemos qué se sientan más cerca de nosotros, sino también nosotros más cerca de ellos.


Creamos una atención hacia fuera, hacia el mundo que desplaza la atención de nosotros mismos. De ahí la frase famosa “Las puertas de la felicidad se abren hacia fuera.”

Adam Grant, profesor de Wharton, en su libro “Dar y Recibir” dice qué las personas son diferentes entre sí, hablando en términos de generosidad, y lo que dan y toman de los demás.

Clasifica 3 tipos de personas:  Por un lado están los interesados, toman más de lo qué dan, ven más en su propio beneficio, ven en el mundo una rivalidad brutal, deben ser mejores que los demás. 

Inclinan la generosidad a su favor poniendo sus intereses por encima de las necesidades ajenas, buscan el reconocimiento personal, se autopromueven.

Por otro lado están los generosos, son una especie rara en el trabajo, inclinan la reciprocidad en sentido contrario, les interesa dar más de lo que reciben, se centran en los otros, más en lo que los otros necesitan.

Los interesados no son crueles ni violentos, son cuidadosos y cautelosos. Piensan si no veo por mí, nadie lo hará, centrarse en si mismos, evaluando lo que los demás puedan ofrecerle, sólo piensan en ellos, dan para recibir.

La generosidad se suele dar en las cosas pequeñas, en lo ordinario. No debemos de esperar hacer obras grandes y notorias como la Madre de Calcuta o Mahatma Gandhi. Muchos lo hacen de manera callada y a veces imperceptible

Los generosos contribuyen tanto como pueden , sin esperar nada a cambio.


Además de estas clasificaciones, están:

Los equitativos, tienen un equilibrio entre dar y recibir, ayudan a otro, se protegen.

Creen qué deben dar lo mismo que reciben, con la misma moneda, hay un intercambio de favores, operan bajo el principio de justicia.

¿Quiénes tienen mayores probabilidades de éxito?

 Los últimos lugares los ocupan los generosos, no aprovechan oportunidades que se les presentan, las pierden, las dejan ir. 

Son atentos y confiados, ganan en promedio 14% menos,son 22% menos eficaces y dominantes.

Pero quienes ocupan el lugar más alto. También son los generosos, son más seguros,confiables y cooperadores con los demás.

Si bien, todos, los interesados, generosos y equitativos pueden alcanzar el éxito, como de hecho lo hacen.

Cuando el éxito es de los generosos, su éxito cae en cascada, cuando es de los interesados es común que otro pierda.   

Cuando el éxito es de los generosos crean una onda expansiva creando valor, el Interesado sólo lo reclama.

El único problema de ser generoso con nuestro tiempo y nuestros recursos es obvio: tiempo y recursos son escasos, de manera que todo lo que le dediquemos al otro, nos lo restamos a nosotros.

Las sociedades en las que vivimos son tan competitivas, que prestar ayuda a los demás es considerado como un obstáculo para la consecución de las metas individuales. 

De ahí la tendencia al individualismo extremo de nuestras sociedades

El generoso tarda ene brindar resultados. El Interesado es bueno en la carrera de 100 metros, el Generoso en el maratón.


Consejos para una vida con virtud:  

** Revisar nuestro comportamiento. Cuánto hemos dado hoy, a cuántos hemos ayudado en la semana, en este último mes.

** La generosidad es más efectiva cuándo lo qué damos es más importante para el otro, desde el punto de vista del otro; Hay que pensar en lo que quiere o necesita.

** Aceptar el reconocimiento. Emoción producida por la gratitud, ayuda establecer relaciones profundas; Una persona generosa y una agradecida.

** Aceptar generosidad de otro, por qué negar a otro la alegría de dar. La generosidad es un camino de dos vías.

La verdadera medida de un hombre es ser generoso o dar a alguien a quien le hace imposible darnos algo.

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