La invasión de Andrés…
Por Benjamín Bojórquez Olea 07 Mayo 2020
SOBRE EL CAMINO
No es novedad que el Presidente asuma roles de poder con ánimos de concentrar más facultades en su campo. Desde que ascendió a la silla presidencial ha ostentado posturas dictatoriales, disfrazadas de legalidad y democracia. No queda duda de que es buen estratega político, pero hasta el mejor soberano se equivoca y comete errores por el afrodisíaco poder, a propósito, la frase “el poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”. La consigna del Presidente ha sido “al margen de la ley nada; por encima de la ley nadie”, sin embargo, esta idea no ha sido tendencia, es un simbolismo que hoy se interpreta como demagogia apta para ingenuos o fanáticos que, hasta los románticos sospechan sobremanera. Hace días lo comentaba en nuestra columna, el Ejecutivo Federal envió a la Cámara de Diputados una iniciativa de ley, por medio de la cual se pretenden modificaciones a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, en función a facilitarle al Presidente el desvío de recursos del presupuesto para emergencias de salud y acciones de bienestar social. La justificación suena práctica, sin embargo, en un régimen de división de poderes se debe respetar cada competencia, dado que este tipo de posturas genera sospechas de origen autoritario, clientelar e incluso perversidad política para manejar más recursos federales a discreción. No nos hagamos tontos señor Presidente. Hoy el pretexto es la pandemia, la situación “temporal”, pero el fondo es muy cuestionable en materia de equilibrio de poderes. Ahora bien, no es la primera ocasión donde el gobierno federal se expone con actos cuestionables: recordemos la mano invisible en la Suprema Corte, cuando fue de dudosa procedencia la renuncia del ex ministro Eduardo Medina Mora; también el nombramiento fáctico de ministros, así como las imposiciones sutiles de los titulares del CONEVAL y de la CNDH, por mencionar algunos. Recordemos: A mediados del año pasado, Andrés Manuel López Obrador ninguneo a la Cámara de Diputados y sometió a los senadores, para que “por decreto”, el señor Presidente pudiera disponer con facilidad de los recursos que llegasen al ahorro en virtud de la Ley Federal de Austeridad Republicana, por lo que obligatoriamente se hicieron reformas a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, porque había lagunas y contradicciones jurídicas entre ambas leyes, pero finalmente se optó por recursos discrecionales, otorgándole mayores facultades al Presidente, delegando los diputados atribuciones a su líder máximo. ¿Cómo se le llama a todo esto? Concentración de poder e invasión de esferas jurídicas. Hay facultades que son propias del poder legislativo, mismo que debe emplear con responsabilidad e ímpetu de negociación, en ese poder se encuentra la pluralidad política y las principales expresiones sociales. Si bien es cierto que somos un sistema presidencial de acuerdo con nuestra ley superior, considero que se está abusando y mal interpretando esta postura, pues no sería descabellado legislar en la materia para regular el sistema presidencial, volviéndolo más respetuoso o mixto. ¿Gobierno de las leyes o gobierno de los hombres? Como argumentaba Bobbio, la democracia es el gobierno de las leyes por “antonomasia”.
GOTA Y CHISPA:
Ya mencionaba en artículos anteriores que nuestro régimen está caminando a un objetivo autocrático donde solo la opinión del Presidente será la primera y la última palabra, dejando a otros entes de poder sin voz ni voto. Por lo tanto, es fundamental que en el Congreso haya una oposición firme y comunicativa con la sociedad, los ciudadanos tienen derecho a que se les traduzca esta situación. Porque la historia nos ha dicho, “que para ser buen Presidente se necesita una buena oposición”. Sería un retroceso permitir desde cualquier trinchera o posición legitima, que el “Gobierno de las Personas”, o el “Gobierno de Andrés Manuel López Obrador” saque provecho de nueva cuenta, porque de algo si estamos convencidos; el señor interpreta las reglas con base a sus intereses y a los de su partido, dibujando legitimidad cuando en la realidad son métodos de control que debilitan el ejercicio pleno de otros poderes. Habrá que informarse y estar al tanto de estas situaciones. “Be Happy”. “Nos vemos Mañana”…
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