Opinion

LA MUJER…

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Por Benjamín Bojórquez Olea 27 Noviembre 2019

SOBRE EL CAMINO

Mientras los agresores y homicidas hacen de las suyas. ¿Quién puede tener sentimientos tan enfermos, la mentalidad tan perversa, como para agredir y asesinar a miles de mujeres en este país? ¿Qué hacen gobierno y sociedad para frenar esta ola de agresiones? ¿La amnistía le abona a la delincuencia organizada? Algo está pasando con nuestras autoridades al no tener respuestas claras y contundentes ante el elevado índice de criminalidad desatado contra ellas en últimas fechas. Esto, mientras los agresores y homicidas hacen de las suyas contra nuestras niñas, contra nuestras mujeres jóvenes y adultas, que dejan de respirar ante la ola de ataques de hombres machistas, por psicópatas misóginos que deambulan por todas partes. ¿Acaso existe alguna estrategia de inteligencia de las autoridades policiales para combatir este mal que nos golpea y lacera la vida misma? El asesinato brutal de miles de mujeres en México, ha colocado al país entre los 25 con mayor tasa de feminicidios del mundo. Seguimos estando en el “Top de la Vergüenza y la Incapacidad”. ¿Qué hace el gobierno? Pues todo parece indicar que son otras las preocupaciones las que mantiene ocupado a las autoridades del gobierno. ¿Qué tienen las mujeres como para que un grupo de enloquecidos hombres apunten sus armas hacia ellas con el fin de dañarlas, mutilarlas o desaparecerlas, aun estando preñadas? ¿De qué están hechos los gobiernos municipales, estatales y federal, que no se inmutan ante tanta sangre derramada de mujeres que lo único que sueñan es con vivir en paz, trabajar o divertirse? No faltan los hombres sedientos de venganza que por motivos estrictamente pasionales, terminan por asfixiar a sus parejas e incluso, truncar la vida de los niños que llevan en sus vientres. Aunado a esto, también se registra la participación del crimen organizado, que a través de la llamada “trata de blanca” (esclavitud moderna) y los centros de prostitución, incitan a la desaparición y muerte violenta de las mujeres. Aquí cabe precisar que la mayoría de ellas, brutalmente sometidas y acribilladas en México, no se caracterizaban por llevar una “vida descarriada”, como algunos intentan difundir. Eran estudiantes, hijas de familia, personas embarazadas y saludables, gente dedicada al hogar, al trabajo, al estudio, que nada tenían que ver con vicios ni “cosas mundanas”. Lo primero que deben hacer las autoridades es frenar la autorización de tantos antros de vicio y centros de prostitución que alientan el comercio de mujeres, acarreadas de un estado a otro, de una nación a otra. En Sinaloa los 40 representantes del congreso local deberían de preocuparse y ocuparse por lanzar y diseñar una iniciativa que incentive y que ayude a la población para mantener el tema de los feminicidios a base de un estudio poblacional más ordenado y que vaya dirigido a las buenas costumbres, porque lejos está esa opacidad y desacreditización por temas para sacarle jugo político a errores e ilegalidades que inhiben una cultura de formación de paz y valores familiares. Y en ese sentido, los 40 representantes del recinto legislativo en Sinaloa deberían de valorar la diversidad de las familias, y un tema sería lanzar pronunciamientos e iniciativas que cambien el rostro al estado, donde uno de ellos sería toral desmantelar todo tipo de antro vicioso que altera el orden delincuencial, y en consecuencia invita a estos depravados y psicópatas a elevar la tasa de feminicidios que acosan y van a la alza.

GOTA Y CHISPA:

A propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemoró el pasado lunes, es importante resaltar que los hermanos, la madre o el padre, el vecino, las madrastras o padrastros y hasta los nietos también se suman al caudal de agresiones que reciben las mujeres en este país. Unos por misoginia, otros por machismo y otros más por intereses diversos. Los gobiernos están obligados a generar intensas campañas de prevención a través de los medios de comunicación, dirigidas a los sectores más jóvenes de este país, especialmente a las mujeres. El Estado Mexicano debe sancionar, de manera enfática, a las administraciones públicas que no muevan un solo dedo para erradicar la violencia de género en su entorno. Las y los legisladores federales y senadores del país y respectivamente de Sinaloa también deben de preocuparse y ocuparse ante esta página de terror por lo que están viviendo mujeres, y tal parece ser que prefieren omitir o pasar por desapercibidos un tema que ha venido creciendo como es el feminicidio. Alcaldes, gobernadores o presidente de la República que no den respuestas inmediatas ante este grave problema, por ley tendría que ser destituido de su cargo, pese a quien le pese. Solo de esta manera se verá detenida la elevada agresión contra las mujeres. En efecto, el alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro en una ocasión a pregunta expresa de un medio de comunicación en relación a diversas violaciones que se han registrado en la capital sinaloense, aseveró de forma grotesca y falta de sentimientos y valores, que él no es culpable y mucho menos no fue quien las violó. ¿No creen sociedad en general que este tipo de personajes deben ser destituidos de su cargo por contestar de forma inmoral, golpeando de forma cínica ante un tema tan delicado, invitando a los enfermos a que vuelvan a recurrir y delinquir en actos tan lamentables? Hoy más que nunca, la sociedad entera debe tener una participación totalmente activa de cuidado y protección a sus mujeres, porque no hay razón alguna para permitir que se les agreda tan impunemente. México debe dejar de ser el país donde las mujeres tengan más recursos morales en donde gobierno y sus representantes públicos analicen lo que quieren de México y de Sinaloa. “Nos vemos Mañana”…