La pesca es negocio del crimen organizado
Por Juan Manuel Partida 29 Septiembre 2022
Altoparlante
La pesca es en parte negocio del crimen organizado, con algunas
cooperativas pesqueras que sirven de tapaderas y con autoridades que lo saben,
pero son cómplices por acción o por omisión.
Enfaticemos la parcialidad señalada, porque todos sabemos que hay
cooperativas y pescadores que se parten la vida para sacar honestamente de esta
actividad el sustento para sus familias.
Cada cosa en su lugar, en apego a la verdad y a la justicia.Tomamos este
tema para nuestro Altoparlante de hoy ante el asesinato de un pescador que por
capturar camarón con tarraya fue golpeado brutalmente por la “vigilancia
pesquera”, hasta morir.
Crimen sucedido en el campo de El Castillo, en Navolato.
Ponemos comillas porque se supone que la vigilancia es por el gobierno a
través de la CONAPESCA, pero la realidad es que en esa comunidad pesquera y en
algunas otras los vigilantes son criminales que operan en el doble negocio de
la pesca y el narcotráfico.
Los narcos ganan mucho dinero con sus lanchas y equipos, algunas
rentadas a pescadores honestos y otras utilizadas para el contrabando de
drogas.
Las autoridades lo saben, pero no hacen nada.
O son socios con tajada, o son cobardes que prefieren cobrar sus jugosos
sueldos sin cumplir con sus obligaciones y responsabilidades.
La pregunta inevitable es si habrá una investigación real y el castigo a
los responsables del asesinato del pescador Ignacio Flores Zazueta.
Porque bien sabemos que salvo algunos casos para taparle el ojo al
macho, a los criminales se les cuida y protege.
La familia del pescador asesinado fue amenazada por los criminales,
buscando silenciar el hecho.
¿Y el gobierno?
Bien, gracias.
Punto que debe considerarse es el uso de la tarraya para la captura de
camarón, que fue muchos años la práctica de todos, pero ahora está prohibido
por la reglamentación.
Un contrasentido, cuando para la pesca del crustáceo se usa purina.
A ver si alguien se anima a revisar y potencialmente corregir.
Pendientes.
LO QUE QUIEREN ES IMPUNIDAD
Tras el fracaso en la primera ronda, el gobierno cambia la estrategia y
va por el convencimiento de los senadores opositores para la tramposa
prolongación del Ejercito en nuestras calles.
El secretario de Gobernación Adán Augusto López pasó de las amenazas y
promesas de oxxos, a los abrazos y besos.
Calificamos a esa prolongación como tramposa, porque ninguna necesidad
hay de reformar la constitución para que los militares continúen en nuestras
calles.
Es una mentira total que sin esa reforma las fuerzas armadas tendrían
que irse a los cuarteles.
Los militares y marinos pueden estar hoy, mañana y siempre en nuestras
calles a solicitud de los gobiernos civiles.
¿Y por qué entonces la cantaleta oficial en sentido contrario?
Ahí está el detalle, dijera Cantinflas.
Ni modo de confesar la verdad.
Los altos mandos del Ejército y de la Marina exigen un marco legal
diferente para eludir el castigo por las ilegalidades cometidas en sus labores
de seguridad pública.
Su argumento es real pero también de risa loca.
Alegan que no están capacitados para ello, y que es injusto que los
castiguen por trabajar en algo que no es lo suyo.
En conclusión, la reforma legal que se pretende es para darles
impunidad.
Como si no la tuvieran ya.
El pronóstico es que se llegará a una reforma llena de simulaciones y
atoles.
Ya lo verán.