Opinion

La posible dimisión a Morena del alcalde de Salvador Alvarado…

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Por Benjamín Bojórquez Olea 07 Abril 2022

sobre el camino

Las recurrentes desbandadas de personajes políticos en Sinaloa son una clara prueba de la avaricia personal, traición y una cachetada a la dignidad propia y a la misma sociedad que les otorgó el voto. Toda protesta política profunda es un llamamiento a una justicia ausente, y va acompañada de la esperanza de que en el futuro se terminará restableciendo esa justicia; la esperanza, sin embargo, no es la primera razón para llevar a cabo la protesta. Protestamos porque no hacerlo sería demasiado humillante. ¿Cuánta desobediencia y traición puede aceptar una Democracia o un municipio o partido político? La respuesta fácil a la pregunta sería reducir la desobediencia, la traición partidista y una frontal incompatibilidad con el cumplimiento de la gratitud en vigor. Pero esta respuesta es demasiado simple para comprender el desafío de la desobediencia desde una perspectiva democrática y no exclusivamente jurídica o electoral. ¿Hay un extremo de la injusticia en el que quien la sufre tenga autoridad moral para incumplir los estatutos partidistas? ¿Es hoy más justificable que nunca la desobediencia política que promulgaba Thoreau en 1849? En una situación como la que vivimos, pues quién puede ser considerado más ejemplar: el ciudadano que acata todo aquello que le mande su Gobierno, o el que práctica una insumisión ética, como la llama el filósofo Miguel Abensoun en su libro La democracia contra el Estado, que le permita enfrentarse a los abusos de cualquier tipo de poder, haya salido de las urnas o no. En “Tierra Santa”, Salvador Alvarado, está por desatarse una muy posible división frontal públicamente, ya que las autoridades del municipio y principalmente quien gobierna, ya está pensando si su siguiente víctima partidista es el PAS, pues mucho se ha comentado en lo oscurito la posible dimisión a Morena del propio alcalde de Guamúchil, ¿a qué obedece esta posible dimisión a Morena del alcalde Armando Camacho Aguilar? Muy sencillo, piensa que para el siguiente proceso se le complicaría una posible reelección o una candidatura a una diputación local, pues tiene en frente a dos personajes auténticos de izquierda, el alcalde de Angostura, Miguel Ángel Angulo, mejor conocido como “El Profe Mayque” y el propio diputado local por el 9no. Distrito electoral, Ambrosio Chávez, y otros hombres o mujeres no menos importantes. Se pudiera considerar que no es novedad su conducta, ya que como conservadurista no tuvo ni la mínima posibilidad de llegar a donde lo tiene actualmente la marca política y los grupos de la delincuencia organizada. Nos comentan diversos personajes de izquierda y derecha de la región del Évora, que la avaricia y la desobediencia del edil de Salvador Alvarado, no tiene límites. Gobernar para cumplir su agenda diaria tiene que considerar el almanaque de festejos, ya sean por el día de la candelaria, o por el día del taco, o por subirse a la lomita e inaugurar torneos ya sea de beisbol o futbol. Entonces, ¿en dónde está su habilidad profesional y de gestión de sus colaboradores para desarrollar proyectos que convenzan al ejecutivo estatal para poder detonarlos en el municipio y así poder generar más empleo e infraestructura hidráulica y pavimentación que tanto necesita Salvador Alvarado? Creo que son muchas cosas que están dejando de lado, y lo único que hacen las autoridades de Salvador Alvarado es estar pensando en la siguiente elección. Es muy evidente la división que existe del alcalde y los auténticos morenistas, incluso de los más cercanos de la región del Évora al ejecutivo estatal. Muy pero muy marcada está la división. 


GOTITAS DE AGUA: 

Estamos lejos, muy lejos, de la estimulante recomendación democrática de Hannah Arendt: Hay que situar la desobediencia y la traición civil no solo en el lenguaje político, sino en nuestro sistema político de los propios partidos y los personajes que lo encabezan. Pero esta no debe, en ningún caso, equipararse a la irreverencia, como quizá se pretenda en el actual enfrentamiento entre la autoridad municipal de Salvador Alvarado y los que si son realmente morenistas e izquierdistas de sepa. Ante todo, pacto político, perjuran amor y disciplina al partido que los llevó al poder, quedan anclados en un hilo, agarrados de su propia voracidad política, simplemente la dignidad no importa si va en detrimento a su personalidad e intereses personales. Y se verán cosas peores. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…