No existe probablemente en la política contemporánea de Sinaloa, una figura pública más representativa, estadista, popular y respetada, que el Rosarense y ex-gobernador sinaloense Don Juan S. Millán Lizárraga, ícono de la lucha social cetemista, sector que lo llevó a la Gubernatura. Hace tiempo tuve el privilegio personal de compartir una charla amena con Don Juan Millán, quién posee un caudal de historias y de conocimiento de la política pública de Sinaloa y de México; estimula especialmente destacar, el conocimiento pleno y la experiencia de la actividad política sinaloense; es un hombre de “carne y hueso” y de una alta tradición armónica y fructífera, que contribuyó en mucho en el desarrollo político y económico que hoy tiene Sinaloa. Juan Millán forjó su destino político, a capa y espada, contra viento y marea, nomás recordemos como se hizo candidato del PRI a gobernador, lo consiguió mediante una inédita precampaña interna del PRI, en contra del extinto Lauro Díaz Castro, a quién le ganó y arrebató la candidatura, jugándose el pellejo en contra del gobierno federal o sistema, lo cual es de reconocerse, porque no cualquiera se anima a hacer lo que hizo el Lic. Millán en aquel tiempo. Millán viene de la alta escuela de políticos serios y formales, que les enseñó a muchos políticos de toda una generación a los cuales cobijó, encausó y protegió para que siguieran su camino, dos de los cuales los hizo gobernadores a como dio lugar, gracias a su gran liderazgo, ya que sin su apoyo jamás hubieran llegado a la gubernatura;, a otros políticos los hizo presidentes Municipales y otros diputados, muchos de ellos actualmente siguen vigentes en la política estatal, pero crecieron políticamente al amparo y protección de Millán, lo cual no pueden negar. Juan S. Millán Lizárraga, es sin duda, uno de los sinaloenses más influyentes y brillantes de la época moderna del Estado. La herencia teórica y práctica que aquí referimos es la de un personaje sencillo, visionario que ejerció el poder con firmeza, y “Rumbo Firme”; es un ejemplo e impulsor de la ampliación de las avenidas para facilitar un tránsito fluido hacia la democracia y hacia la mejor convivencia política local y nacional. Después de vivir durante su juventud como estudiante en Mexicali Baja California, tuvo una vida estudiantil intensa y académicamente sobresaliente, es un hombre con reconocida probidad y rectitud, de notable congruencia, honestidad y exigencia, Don Juan Millán es verbi-gracia e historia de vida a seguir, por su rigor, su capacidad, reciedumbre, principios, patriotismo y valores, lo cual no debe perder de vista la clase política. Nunca fue, ni es un hombre de miedos, ni dejado de nadie, mucho menos fácil de convencer, nunca se dejó inyectar parado pues, como dicen en los ranchos, siempre se condujo como gobernador con gran olfato, astucia, inteligencia y sagacidad política, tenía y tiene en su actitud como dicen los cazadores de venados lampareados, gran experiencia al brincar, de ahí su permanencia histórica y de trato sucesivo en la vida política Sinaloense. A Juan Millán es probable le acomode de manera exacta la definición a su amigo, compañero y líder vitalicio de la Confederación de Trabajadores de México, Fidel Velázquez Sánchez (+), oriundo del Municipio de Nicolás Romero Estado de México, “Fruto jugoso en cascara amarga”. La combinación de un prodigio de talento, energía y humor. Cuando hablamos de la gran visión de Juan S. Millán, nos referimos a grandes cosas que hizo por Sinaloa, que hoy son realidad; por ejemplo, convencer al ex Presidente de la República en su mandato, Vicente Fox, en la realización de una obra majestuosa, que hoy en día es toda una realidad económica para Sinaloa: la carretera de cuatro carriles Mazatlán-Durango. Además, si bien es cierto que, el ex-gobernador Francisco Labastida Ochoa inició con el proyecto visionario de la zona de moda en la capital, Culiacán, el proyecto urbano 3 Ríos, donde Don Juan S. Millán fue quién la concretó y operó, para ello realizó los convenios y negociaciones para que el proyecto urbano Tres Ríos detonara y se realizara en lo que hoy está convertido. Así mismo, inició el proyecto de la presa “Santa María”, firmándolo en el 2004, último año del ejercicio de gobierno de Don Juan Millán, de concretarse con el itinerante cabildeo del Gobernador en turno, Quirino Ordaz Coppel, beneficiará a la agricultura de toda la zona sur del estado. Así como también de ser pionero Don Juan Millán de la conformación y realización de la Confederación Nacional de Gobernadores (CONAGO), donde por cierto se desarrolló la primer reunión en el puerto Mazatleco. Algo interesante destacar, es que en su periodo de gobierno, Sinaloa fue pionero en la creación de la Ley de Acceso a la Información Pública, e innovó en muchas otras leyes que hoy son referentes y que siguen vigentes para beneficio de los sinaloenses; ha sido el único Gobernador que no entregó en su sexenio ningún FIAT notarial, dada la sobrerrepresentación que existía de notarios por habitante, y muchos de los pretensos, no eran actos para tal nombramiento. Son muchas cosas más que hizo por Sinaloa el Licenciado Millán, que en otra de mis entregas abundaremos.
Su dedicación, y filosofía política permitieron concretar las avanzadas posiciones ideológicas que hizo valer, y las aportaciones de gran calado y utilidad indiscutible para la evolución de la incipiente democracia Sinaloense; estas acciones han sido de trascendencia durante los últimos 20 años, por su eficacia y utilidad pública, y al trazar el camino a seguir para las siguientes generaciones. Puedo afirmar sin hipérbole, que estas contribuciones de Millán para Sinaloa, no han sido aun superadas por los últimos sexenios. Sus ideas se orientaron al estudio y al mejoramiento de la política, con miras a depurar y modernizar al Estado. Con Juan Millán se encauzaron también aquellos empegos hacia la transformación del (PRI). Juan S. Millán dejó un invaluable legado ideológico, nutrido con valiosas directrices y hojas de ruta, para que la nueva política en evolución, dignifique la diplomacia y la actuación de los servidores públicos. Don Juan S. Millán es sin duda actualmente un referente social y político, digno de tomar en cuenta para cualquier consulta o decisión política, es un notable e importante líder natural, la parte política de su vida lo identifica más como un gran estadista altamente reconocido, pues su divisa de valor es el orden y la visión con alcance integral y no únicamente la línea del partido. Además de ser un militante de firmes convicciones, sin paralelo hasta nuestros días. Su ideología y firmeza han sido una de sus principales y máximas prendas, oponiéndose siempre al autoritarismo y a los poderes fácticos, a las intromisiones, a las policracias y los zigzagueos del poder que nunca lo marearon, pero eso sí, siempre buscando soluciones prácticas con ese tacto y sentido común que le caracteriza. “Nos vemos Mañana”…