La renuncia de Germán Martínez Cázares, presentada el día de ayer, como Director General del IMSS, revela datos interesantes de cómo se están tomando las decisiones al interior del gobierno, de los equipos, las pugnas, y el papel central que está tomando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) en otras dependencias, y que están causado escozor en la toma de decisiones de algunos funcionarios.
La renuncia del ex presidente nacional del PAN, es la cuarta en importancia dentro del gobierno de la 4T. La primera renuncia fue de Clara Torres Armendáriz, quien fungía como responsable del programa de estancias infantiles de la Secretaría del Bienestar. Se rumoró que ella nunca estuvo de acuerdo con la desaparición del programa, pero luego el gobierno señaló que fue por omitir información sobre el caso de abuso de un sacerdote (Sic).
Después vino la renuncia del Subsecretario de Planeación y Política Turística de la Secretaría de Turismo, Simón Levy-Dabbah. Sólo estuvo cuatro meses al frente de la administración pública. La tercera fue la reciente renuncia de Patricia Bugarín, quien se desempeñaba como Subsecretaria de Seguridad y Protección Ciudadana. Ambos funcionarios renunciaron al viejo estilo priista: “por motivos personales”.
En estos últimos seis meses de gobierno han sonado las supuestas renuncias del primer círculo del presidente López Obrador, entre las escuchadas, se han mencionado a Alfonso Romo, Carlos Urzúa, Olga Sánchez Cordero, hasta Marcelo Ebrard. La mayoría lo ha negado.
Pero la renuncia de Martínez al IMSS deja entrever el divisionismo y de lo que probablemente esté sucediendo al interior del gobierno federal.
“Creo y defiendo al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, porque no es gerente de los que se creen dueños del país. No es florero de nadie, como él mismo lo dice. Yo seguiré su ejemplo: tampoco seré florero en el IMSS de decisiones tomadas fuera del IMSS. Gobernar el Seguro Social, encarar sus difíciles retos, domar ambiciones y negocios, cobrar cuotas, ganar juicios, hacer trabajar a sus empleados, y erradicar la maldita corrupción que lo aflige, requiere un Director General fuerte, respaldado por todos, sin dudas, ni vacilaciones”.
El senador con licencia por Morena, deja muy claro que no va a ser un florero de nadie, es decir, un pelele que nada más sirva de pantalla, donde la toma de decisiones se da en otro lado, y que a final de cuentas la responsabilidad legal y penal recaerá sobre su cabeza
Deja claro la intención de algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de utilizar los recursos del Instituto para otros fines, adicional a poner administradores del mismo en cada estado, igual que la estructura de los superdelegados, desafiando el espíritu institucional de atención al derechohabiente del IMSS.
Asimismo, denuncia una parálisis en el Instituto, no se paga a los proveedores y las demandas crecen, no hay construcciones, hay despidos, falta de pagos e insumos a los que prestan sus servicios también.
“Ahorrar y controlar en exceso el gasto público en salud es inhumano … los niños que padecen cáncer y esperan su tratamiento, quienes viven a la espera insulina, las poblaciones de la diversidad sexual que reclaman antirretrovirales, y los millones de enfermos que se atienden en nuestras clínicas y hospitales, no merecen ni un minuto de rebatingas de poder”, instó en su carta de renuncia Germán Martínez.
También dejó claro que con Marcelo Ebrard sí se puede trabajar y se pueden lograr metas como el programa de atención a migrantes que estaban trabajando, pero golpea de frente a las prácticas centralistas de algunos funcionarios del secretario Urzúa, aunque no revela nombres.
Y clava la estocada en el corazón de la retórica presidencial: acusa a Hacienda de ser neoliberal con su política de ahorros, y más ahorros, recortes de personal y “un rediseño institucional donde importa más el ‘cargo’ que el ‘encargo’”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador rápido respondió: “Lamento que haya tomado esa decisión pero afortunadamente hay muy buenos servidores públicos en el equipo y vamos a sustituirlo, seguramente Germán regresa al Senado”.
Y se puso a buscar un florero que de inmediato lo sustituyera, alguien que obedezca las instrucciones y que no cuestione. Que sea institucional, al estilo del viejo régimen. Veremos a quién nombra el presidente en sustitución de Germán Cázares que deja un duro golpe al gobierno en turno.
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