Los ideales de Rubén Rocha Moya...
Por Benjamín Bojórquez Olea 12 Diciembre 2022
Sobre el camino
Para gobernar y administrar no solo
se necesita el poder absoluto, se necesita tener amplio conocimiento en
política, en amplias expectativas, cosa que muchos funcionarios e integrantes
de la 4T no entienden hasta la fecha. Y se comenta, que habrá
más cambios en el gabinete del gobernador Rubén Rocha Moya.
Para muchos el estilo de gobernar
por parte del Ejecutivo Estatal no es el más adecuado, pues en la opinión
pública estábamos acostumbrados a otro estilo en la forma de gobernar, sin
embargo, se llegó a este gobierno con altas expectativas, a lo que atribuimos,
lo que hoy por hoy impera en medios de comunicación y sociedad en general es la
velocidad de la información y las tesituras y desacatos a la ley en los tres
órdenes de gobierno.
Rubén Rocha Moya desde la oficina más refrigerada de Sinaloa trata de
construir un ambiente social y político para su proyecto de 6 años,
sin embargo, hay quienes aún no conocen el significado de la política y
permanecen acotados en sus respectivas aldeas y pensamientos magnánimos,
cobrando revanchismos políticos y divisionismo. Y eso es, principalmente, lo
que no ayuda a la gobernabilidad del Estado.
Lo que pretende el Ejecutivo
Estatal, a mi criterio, es ampliar y diversificar la suma de las ideas, con
autocrítica, no solo con la clase política sino también con el pueblo
sinaloense. En materia económica tendrán no solamente que delegarle funciones
que le competen al secretario de economía, Javier Gaxiola Coppel,
pues, a mi juicio, es un profesional en la materia, pero tienen que confiar en
sus ideas y capacidad para que sea un buen secretario de economía en Sinaloa,
tablas las tiene de sobra.
Por ello, Morena debería
ampliar la formación política de cuadros para seguir transformando la vida
pública externa e internamente, ahí todo tiene sentido, pues como base
medular, Rubén Rocha Moya, con su actuar y su silencio manda
señales a todo su equipo de colaboradores, de lo contrario, ese silencio tendrá
a corto plazo sus propias consecuencias para todo aquel que no camine en una
sola dirección.
La llegada de Rubén Rocha
Moya a la gubernatura de Sinaloa estuvo presidida por una alianza
cargada de credibilidad, pero no solo fue la del PAS y Morena como
plataforma política, sino con dos líderes que supieron controlar sus emociones
al interior de sus respectivos partidos, Héctor Melesio Cuén Ojeda y
el hoy gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, razón por la cual,
al inicio del mandato gubernamental, se vio con sorpresa el nombramiento de
personajes que no estuvieron durante las andanzas en esta estrepitosa campaña
gubernamental o llegaron a pertenecer a los grupos contrarios.
¿Qué es lo que no ven tanto
la Morena indómita y la derecha opositora? A comienzos de este camino de gobierno, el jefe del tercer
piso retoma un nuevo rumbo, visualiza una crisis del bloque conservador y la
necesidad de darle viabilidad a su proyecto social.
Invita cordialmente a la Segob, su
amigo de toda confianza, Enrique Inzunza Cazares, y junto a él
empieza a realizar los cambios y ajustes necesarios en relación a la política y
así poder darle a la Cuarta Transformación una definición desde la izquierda
como proyecto político sin descuidar la administración y a todo aquel que no
comulga con sus ideas.
Paralelamente a este proceso,
suscitados en las secretarías de primer nivel de gobierno, el otro gran activo
político que debe empezar a jugar un papel más protagónico en relación a
quitarle los golpes necesarios a quien encabeza la Cuarta Transformación en
Sinaloa, no es estar a la zaga y la sombra gubernamental, ni con frac y
condecoraciones, es el partido-movimiento-Morena, instituto político que
debe iniciar la revitalización de su vida interna, acompañada de sus
militantes, tanto a nivel estatal como en lo local.
¿Cómo le ayudan al gobernador
Rubén Rocha Moya? Toda
esta sinergia, por un lado, ha permitido el rescate de activos y cuadros
cercanos al Rochismo, el gobernador confía en sus advenedizos-conversos, optará
por lealtades para lograr que su proyecto camine sin muchos sobresaltos, en
espacios claves de las funciones de estado. Y el partido Morena,
que encabeza Merary Villegas Sánchez, debería ampliar la formación
política de cuadros, necesarios para seguir profundizando la transformación de
la vida pública de Sinaloa, urge desburocratizar y empujar al Estado, ese
elefante echado y pesado, y hacer cada vez más eficiente los alcances de
la "Revolución de las Consciencias" que vive
Sinaloa.
GOTITAS DE AGUA:
Para poder entender, ¿qué
pretende Rubén Rocha Moya para Sinaloa y los partidos políticos y sociedad en
general? A mi juicio, de observar y de realizar un exhaustivo
comportamiento del ejecutivo estatal, es crucial, pues deben entender los de
casa que no solo el noble oficio de la política exige autenticidad y
definiciones. Ser de izquierda o derecha es anclarse en sus propios ideales y
principios, no desdibujar, no zigzaguear; si son auténticos, hablar con la
verdad y no pronunciarse por los pobres y la justicia, mantener identidad, y
ello puede significar simpatía, no solo de los de abajo, sino de la gente
lúcida y humana de la clase media y alta.
Y con eso basta para enfrentar a
las fuerzas conservadoras, a los reaccionarios. Si algo le ha enseñado a un año
de gobierno a Rubén Rocha Moya, es la persistencia en los ideales,
son tiempos de una real transformación, tanto para los 18 presidentes
municipales, los legisladores federales y locales, senadores, la sociedad,
nadie queda exento. Por eso hemos desglosado parte de la conducta política y el
actuar del nuevo tlatoani de Sinaloa, conocedor de su vocación histórica e
ideológica, consciente de su presente y el anhelo puesto en el futuro de
libertad y democracia para que le vaya bien a Sinaloa. Y si no entienden
la Morena indómita este análisis y mensaje, terminarán por
bloquear en un futuro las aspiraciones de continuidad y de un verdadero
cambio. "Si cierran la puerta, apaguen la luz". "Nos
vemos Mañana"...