Opinion

Los retos de México, a cuatro años del triunfo de AMLO

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Por Alex Méndez 08 Julio 2022

Conciencia Ciudadana

El pasado 1 de julio se cumplieron cuatro años del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en la urnas y, más allá de las posturas a favor o en contra de su Cuarta Transformación, es una realidad innegable que nuestro país sigue enfrentando grandes retos, pues aún no hay una recuperación total de la economía y continúan las crisis de violencia, inseguridad y corrupción.

Según las estadísticas de Oraculus, la aprobación presidencial era de 79% en enero de 2019, para enero de 2022 la cifra disminuyó a 64% y el pasado junio fue de 62%. Tener 17 puntos porcentuales menos que al inicio no es poca cosa cuando se habla del apoyo que muestra la población a una figura como la del presidente. Además, estos porcentajes suelen expresar la opinión de los mexicanos sobre las decisiones del gobierno y lo que sienten sobre sus condiciones de vida y las oportunidades que tienen en cada administración.

Durante el gobierno de López Obrador la situación no ha sido fácil, sobre todo por el duro golpe que representó la pandemia de COVID-19, del cual no se ha logrado recuperar la economía nacional para regresar a los niveles prepandemia: tras la fuerte una contracción de 8.2% en 2020 y una recuperación de 4.8% en 2021, las expectativas de crecimiento para este año son menores al 2%. Además, cabe recordar que la economía ya había sufrido una contracción de 0.1% durante su primer año de gobierno, antes de la llegada al país del COVID-19.

Pese a esto, el presidente asegura que el pueblo está feliz con su gobierno y mantiene en su discurso una especie de “romantización” de la pobreza, mientras la desigualdad persiste y la entrega de apoyos y programas sociales ayudan a paliar el hambre y cubrir momentáneamente las necesidades más básicas, pero no son suficientes para garantizar una vida digna y oportunidades de desarrollo sin la creación de políticas públicas que permitan combatir efectivamente la pobreza.

Recientemente, la Asociación de Emprendedores de México (ASEM) informó que el 45% de los emprendedores mexicanos fracasan por falta de liquidez: más del 50% señaló que lo más difícil de iniciar un negocio fue conseguir financiamiento, factor que se suma a los altos costos de la estructura fiscal y laboral. Además, el 36% piensa que no hay educación o preparación suficiente para los empresarios y el 31% ve la burocracia como un problema.

Como ha señalado Coparmex, México requiere de emprendedores que puedan crear empresas y negocios nuevos de todos los tamaños para tener y crear empleos, mejorar su nivel de ingresos y evitar que miles de personas continúen ingresando a las filas del crimen organizado por necesidad, pues, efectivamente, otro de los grandes cuestionamientos a la actual administración es su estrategia para combatir la violencia y la inseguridad: su política de “abrazos, no balazos”.

En este sentido, destaca que en los primeros 42 meses del gobierno de López Obrador se han reportado 121,655 muertes por homicidio doloso y feminicidio, cifra que se acerca peligrosamente al total registrado en el sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando se reportaron 156,437 homicidios, y que ya supera a los homicidios totales ocurridos en el gobierno de Felipe Calderón, cuando hubo 120,463 homicidios dolosos.

Pese a lo anterior, persisten los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado, así como todos los daños que los cárteles y células delincuenciales ocasionan a la población en general, a la cual mantienen acorralada con delitos como el secuestro, la extorsión, entre otros, ante la pasividad de elementos de seguridad como militares y la Guardia Nacional, instituciones que han sido duramente criticadas por no enfrentar con mano dura a la delincuencia.

En medio de este panorama, analistas y expertos apuntan que, en sus dos últimos años de gobierno, la estrategia del presidente será consolidar una campaña de continuidad para Morena. Esto significa que, más que pensar en el término de su gobierno, estará enfocado en quién y cómo continuará implementando su visión después de 2024. Por eso desde ahora se habla tanto de las “corcholatas” de Morena y los principales aspirantes del partido oficial están permanentemente en la mira de la política nacional y los medios de comunicación.

Por su parte, el PAN, PRD y el PRI han creado el Frente Cívico Nacional, en un intento por recomponer y fortalecer a la oposición, la cual hasta el momento se ha visto debilitada tras los triunfos electorales de Morena, que actualmente ya gobierna en 22 entidades, a las que podrían sumarse Coahuila y el Estado de México, que cambiarán de gobernador en 2023.

Pese a sumar algunos pequeños logros en las elecciones de 2021 y 2022 que permiten no inclinar la balanza política del país totalmente hacia los designios del presidente y los morenistas, la contundencia del voto a favor del partido oficial es innegable y revela que aún existe una esperanza social en la población que votó por López Obrador en 2018 y que lo mantiene como el principal activo de Morena. La imagen del presidente sigue siendo fundamental en los triunfos y las decisiones de su partido. Frente a ello, el bloque opositor ha declarado que postulará a un solo candidato y que será alguien que logre representar todas las visiones de los partidos que conforman este bloque opositor.

A cuatro años de gobierno, los retos siguen, aunque ahora en un país sumamente politizado, donde la prioridad debería ser la de siempre: solucionar las necesidades de los mexicanos, salir de la crisis económica y la violencia, y no atiborrar a la ciudadanía con actos anticipados de campaña.