Luto en el periodismo...
Por Benjamín Bojórquez Olea 06 Mayo 2020
SOBRE EL CAMINO
Cumplió ayer su ciclo en la Tierra, pilar fundamental en la prensa hablada y escrita. Si, el eterno oriente se llevó a un hombre de las buenas costumbres, a ese hombre de familia, con dos hijas extraordinarias y, con ello una historia reconocida en el periodismo en Sinaloa y sobre todo en “Tierra Santa”, Salvador Alvarado. Ayer fue un día en el que la vida nos marca lo que realmente somos. José Antonio González Domínguez, ha sido un hecho que conmueve y que hiere el corazón de quienes verdaderamente amamos el oficio o profesión del periodismo. Quizá su primera máquina de escribir fue una Olivetti o Remington, pero perdura en los recuerdos de la familia que tanto lo amó y que ahora llora su partida, porque nuestro hermano TONY siempre fue un hombre justo, ecuánime y alegre, lo que le caracterizó en la oficina, en los distintos puestos que ocupó tanto en la empresa editorial de El Debate de Guamúchil y distintos medios de Comunicación de la localidad, y hasta en la cancha de futbol, donde figuró como excelente deportista. Mientras su mirada se apagaba, sus hijas y familia, quien inconsolables no admitían la partida del padre y hermano, que con principios, honestidad y trabajo labró ese éxito no solo laboral sino también el reconocimiento de la familia su máxima prenda, de los amigos y de su misma profesión. Nuestro hermano TONY inició desde muy joven el oficio de periodista, porque fue empírico, pero con una gran facilidad para asimilar las letras, el estilo, la corrección, pero sobre todo el respeto hacia sus coterráneos, porque también fue un excelente ser humano, justo y siempre luchando en favor de las clases desprotegidas, dando la mano al amigo y al desvalido, a la objetividad, al amparo de la noticia. José Antonio González, su destreza con la máquina de escribir para relatar diversidad de notas, tanto policiacas, educativas, agropecuarias, pero sobre todo, las de su gran pasión que fue la misma credibilidad. Estos comentarios, son mínimos, porque contar la historia de José Antonio González Domínguez, nos llevaría varias páginas y hoy lo queremos recordar por lo que fue, un hombre bondadoso y con sentido del humor, quien a pesar de su condición de salud (nunca claudicó) porque supo cumplir hasta el final de la encomienda que le encargó Dios. Resumo su amistad en este corto relato, sin olvidar aquellas largas conversaciones sobre la vida misma, sobre el presente, el futuro y que ahora con su partida me provoca el dolor y que me hace caer en la tristeza, porque verdaderamente fue un gran amigo y un excelente padre de familia. Adiós gran amigo… hasta mañana y claro me queda que a tu familia le diste amor, obediencia a tus amados padres y honor a quienes te rodearon y te apreciamos. Dejas un halo de tristeza, la cual compartimos porque nos dejas un gran recuerdo dentro del periodismo del Évora y sucesivamente de Sinaloa. Mis condolencias a sus dos hijas brillantes, tu esposa que ya está contigo recibiéndote con su esternón expuesto y con los brazos abiertos, y seguro estoy que ya está con el Creador mi buen amigo TONY. ¡Descanse en paz! “Nos vemos Mañana”…