Opinion

Manden a la oposición al demonio

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Por Anabella Pezet 03 Abril 2019

El caldero político

Regresaron envalentonados, algunos hasta con actitud soberbia, como si su jefe el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, o la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, les hubieran dado línea: “Manden a la oposición al demonio”. Así llegaron la mayoría de los aspirantes a comisionados de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), de nueva cuenta, a su comparecencia ante los integrantes de la Comisión de Energía en el Senado de la República.

Iban directo a la yugular de la senadora panista Xóchitl Gálvez, a regañarla, a ponerla en su lugar por haberlos evidenciado, en su ronda pasada, por su falta de conocimiento y preparación técnica sobre el puesto al que aspiran.

“No tengo nada adicional que añadir a mi exposición de mi comparecencia previa”, señalaba el aspirante Edmundo Sánchez, quien evadió con la misma respuesta todas las preguntas que hacían los senadores de oposición. No quiso fijar una postura sobre la construcción de la termoeléctrica en el estado de Morelos, sobre la consulta ni las recomendaciones en materia de derechos humanos y violación a las leyes que existen sobre el tema. Tampoco quiso hablar sobre su posible aportación a que se reduzcan las tarifas eléctricas que es un clamor ciudadano, sobre todo la tarifa comercial. No quiso y no contestó nada, punto.

“Lo que es inaudito señor presidente (De la Comisión de Energía) y no voy a dejar pasar esta oportunidad es que en la política es la construcción de consensos, y para que los consensos pasen, necesitan construir esos consensos. Es impresionante la actitud de algunos, y me había aguantado, pero después de esto, que en vez de venir aquí a construir consensos para ver su viabilidad en el Pleno, viene con una actitud retadora e insultante a veces, como que la oposición no estamos aquí. Si no nos necesitan, que pasen sus votos, claro que los nombre el presidente (De la República). Sí da pena, que para eso estamos, para construir estos consensos. Es una vergüenza que una persona tan preparada tenga esta postura”, señalaba el Senador del PAN Raúl Paz. Al tiempo que el comisionado Sánchez se despedía levantándose de su asiento, diciéndoles a los senadores: “No me gusta perder el tiempo” (Sic).

Por su parte, Ángel Carrizalez otro de los aspirantes, tras no saber contestar cómo se conformaba la matriz de suministro de energía, tomó el micrófono para reclamarle también a la senadora Gálvez por haber mostrado las orejas de burro en el Pleno, y la invitó a investigarlo a su universidad y checar la calificación con la que se graduó, mencionando que no era ningún burro.

“Fueron aleccionadas (las ternas de aspirantes) para tratar de madrearme de manera clara y directa, porque según ellos mi pregunta del CEL generó escarnio hacia estas personas”, señaló más tarde la senadora Gálvez en una entrevista con el periodista Javier Risco. “La consigna era descalificar a Xóchitl porque si la descalificamos se desmiente que no estamos preparados”, continuó.

También las aspirantes Norma Leticia Campos y Paola Elizabeth López, criticaron a la senadora Gálvez, quien se convirtió en la piñata de la comparecencia, acusada de “exhibir a la gente”.

El senador del PRI Mario Zamora, de plano le preguntó a uno de los aspirantes “¿Qué quiere que le pregunte Don Luis, para que se luzca?”. Al tiempo que los senadores de Morena defendían las ternas: “Todos cumplen con los requisitos de ley”, puntualizaba la senadora Gloria Sánchez.

Y es que más bien se hubieran ahorrado la comparecencia de los aspirantes por segunda ocasión, y se hubiera avalado con la mayoría de Morena. Además, el dictamen ya estaba redactado a favor de los aspirantes, tal y como lo ventiló el senador del PAN Julen Rementería. La participación de la oposición salía sobrando, y la voluntad presidencial sobre el legislativo debía imponerse, a como de lugar.

La lectura de lo sucedido con los aspirantes de la CRE sienta un precedente de cómo serán los futuros nombramientos en el Congreso: “Aquí mando yo”, parece ser la máxima del titular de la presidencia de la República, y un “tienen mi permiso para mandar al demonio a la oposición”, total no se necesitan.

No importó que la Ley de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética señalara en su artículo 6º que de rechazar el Senado las primeras ternas, como sucedió, el presidente debiera mandar otras diferentes. Esta violación a la ley seguramente derivará en una Controversial Constitucional que conocerá en su momento, y decidirá, la Suprema Corte de Justicia.

Y yo me pregunto: ¿Por qué los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que cierran calles, el paso de trenes, afectan a miles, generan pérdidas millonarias para el país, además de sitiar el Congreso, no se miden con la misma vara de poder desde la presidencia?, ¿Por qué el presidente no les impone su reforma educativa, como sí lo hace con los de la CRE?, ¿Por qué con ellos sí negocia y busca el consenso y con los otros no?, ¿Dónde está el límite?, o ¿Será que el pueblo es sabio y distingue entre quiénes sí deben de jalar y con quiénes no?. Juzgue usted.

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