Opinion

Me sorprende el cinismo del titiritero Secretario General de Gobierno

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Por Juan Manuel Partida 27 Octubre 2022

Altoparlante

Tengo que confesar que me sorprende otra vez el cinismo del titiritero Enrique Inzunza Cázarez, Secretario General de Gobierno de Sinaloa.

Ridículo, por decir lo menos, su intento de justificación del nombramiento de Luis Guillermo Benítez Torres como Secretario de Turismo.

El exalcalde de Mazatlán tiene diez denuncias penales… pero no ha sido consignado ante un juez.

¡Hágame usted el recabrón favor!

Aunque existen indicios sobrados de que el Químico es rata de siete suelas, la absurda y cómplice presunción de inocencia.

Porque han demostrado que son capaces de todo, admito también que me resulta complicado augurar en qué terminarán las “investigaciones”.

¿Sentenciarán a Benítez y pondrán oficialmente en entredicho la honorabilidad del gobernador?

¿Resolverán que chamaquearon al expresidente municipal de Mazatlán y que es inocente de todo?

Cualquier cosa que resulte, se confirmará que en Sinaloa la justicia es una burla y un pésimo chiste.

El pueblo que se siga chingando, mientras el gobierno bien gracias.

En estos tiempos en que los arrodillamientos son la costumbre, recibimos como bocanada de aire fresco en nuestra política la justa advertencia del diputado local priísta Sergio Mario Arredondo Salas: “la llegada de un personaje como El Químico Benítez a donde vaya llevará el agravio y el desprestigio”.

 

NOVELA DE AMOR SIN FINAL FELIZ

 

Édgar Augusto González Zataráin es desde ayer presidente municipal sustituto en el puerto donde se dan los hombres.

A última hora dejaron vestida y alborotada a Flor Emilia Guerra Mena, quien seguirá despachando como Secretaria de Pesca y Acuacultura.

No hubo final feliz en la novela de amor.

Quisiéramos pensar que vieron el peligro de otra durísima andanada de la opinión pública y la prensa, pero está muy claro que eso de pensar no se les da nada bien.

 

QUE NO HAGAMOS CIRCO, DICE EL PAYASO

 

En la cuatroté, el eterno dilema de ponernos a reír o a llorar.

Dijo ayer el payaso de palacio nacional que su gobierno no puede estar centrado “en el teatro, en el circo”.

El chiste se cuenta solo.

Sigue a moco tendido Lopitos por las revelaciones y los “ataques” del guacamaya leaks.

Uno de los más afectados es su corcholata Adán Augusto López Hernández, evidenciado como un criminal coludido con el Cártel Jalisco Nueva Generación.