México tiene una obligación moral en Gaza
Por Ricardo Fuentes Lecuona 06 Noviembre 2023
Así las cosas...
La historia de la diplomacia mexicana está cubierta de un legado duradero de resistencia contra el despotismo fascista y la defensa de los valores democráticos y el respeto a la dignidad humana en todo el mundo.
Desde sus acciones valientes durante la Segunda Guerra Mundial hasta su postura firme y en contra de regímenes opresivos, México cuenta con una indispensable de solidaridad internacional y defensa de los derechos humanos.
Una de las expresiones más notables de este legado fue la enérgica condena de México contra el "Anschluss", la anexión de Austria por parte de la Alemania nazi en 1938. Durante el sexenio del Gral. Lázaro Cárdenas del Río, fue México el único país en formular una protesta formal ante la Liga de las Naciones.
La diplomacia mexicana se manifestó en contra de esta violación flagrante de la soberanía del pueblo austríaco, y condenó de manera contundente la agresión hitleriana como un acto de imperialismo y opresión que amenazaba la paz internacional y la libertad de todas las naciones.
La postura de México durante la Guerra Civil Española (1936-1939), también durante el gobierno de Cárdenas, ilustra su compromiso con la justicia y la defensa de los valores democráticos. México brindó un importante respaldo diplomático y material a la República Española, liderada por el gobierno legítimo de la época, en su lucha contra la sublevación encabezada por el general Francisco Franco. Esta solidaridad no terminó con la guerra, sino que se reflejó en la invitación a refugiados republicanos y al gobierno exiliado de la república, y fue un testimonio de la postura valiente de México en contra de las fuerzas antidemocráticas y opresivas que buscaban socavar el orden constitucional en España.
Del mismo modo, tras la usurpación de Augusto Pinochet en Chile, la diplomacia mexicana no escatimó esfuerzos en su condena de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos y la represión política nacida a partir del golpe de estado orquestado por la inteligencia Norteamericana y partes del Ejército Chileno contra Salvador Allende. México se mantuvo firme en su apoyo a la causa de la democracia y la justicia, brindando refugio a los exiliados chilenos que huían de la represión y la persecución en su país, y manteniendo su reconocimiento internacional al gobierno legítimo. Este legado de la diplomacia mexicana contra el despotismo fascista destaca la importancia de mantener una postura ética y solidaria en la arena internacional.
A través de su historia, México ha demostrado su compromiso con la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos, alzando la voz en contra de la opresión y la injusticia en todas sus formas. En un mundo cada vez más interconectado, este legado sigue siendo relevante y sirve como un recordatorio de la importancia de la solidaridad entre las naciones en la defensa de la democracia y la justicia en todo el mundo.
Frente a los hechos notorios en el Medio Oriente y el desarrollo de una campaña de aniquilación y limpieza étnica colonial perpetrada por el gobierno apartheidista Israelí contra el pueblo de Palestina, el Estado Mexicano tiene la obligación moral, humana y diplomática de continuar su liderazgo en contra del fascismo y el ejercicio de crímenes de guerra.
El genocidio en Gaza es un hecho indudable, los llamados del gobierno Israelí y sus aliados para aniquilar al pueblo palestino de forma indiscriminada y a través del uso de armas de destrucción masiva y prácticas prohibidas por la Convención de Ginebra (como el bombardeo de hospitales, universidades, centros de refugio y vías de apoyo humanitario), demuestran que su intención está lejos de la paz, o la salvaguarda de su población.
La intención del gobierno de Netanyahu es culminar la campaña de colonización y opresión que inició con la declaración de Balfour y busca terminar con la extinción del pueblo palestino, que por décadas ha sido relegado a vivir en el campo de concentración más grande de la historia de la humanidad, debe ser señalada como tal por los pueblos libres y soberanos.
Mientras las “democracias” occidentales financian el genocidio y castigan a quienes se atreven a señalarlo, muchos gobiernos latinoamericanos como los de Colombia, Honduras, Bolivia y Chile se han posicionado del lado de la humanidad al llamar por un alto al fuego en la región y cortar relaciones diplomáticas con el gobierno de Israel.
En esta cuestión, ha sido ensordecedor el silencio de la cancillería mexicana. Es por eso que hago un llamado enérgico al servicio diplomático mexicano, y al Gobierno Federal a no abandonar nuestra honorable tradición de protestar contra los actos de represión hacia la humanidad, denunciar el exterminio del pueblo palestino, y cortar relaciones con Israel.
Hoy es Gaza. Mañana podemos ser nosotros.
¡Palestina libre! ¡Alto al genocidio!