Opinion

MISIVA A JUAN S. MILLÁN

new.author
Por Benjamín Bojórquez Olea 02 Abril 2019

SOBRE El CAMINO

Sinaloa es un Estado sumamente grandioso: Juan S. Millán, fue un gobernador que invirtió tiempo e inyectó y construyó en la nueva era de la política contemporánea una notable respetabilidad que actualmente inspira y mantiene con una singular agudeza, por su visión, reciedumbre y rectitud, su figura, su pensamiento y sus obras fueron reconocidas en el seno de las diferentes corrientes y organizaciones políticas, económicas y sociales de Sinaloa. Tenemos la fortuna de que hoy el espíritu de Don Juan S. Millán, campea, sigue presente, para bien de la evolución de nuestro Estado sinaloense. Como gobernador, Don Juan S. Millán, amplió libertades, venció resistencias, armonizó para crecer y para enriquecer la vida democrática en Sinaloa. Su alto nivel de prestigio lo coloca como uno de los políticos de “Carne y Hueso” en activo de mayor presencia en Sinaloa, que en gran medida la conversación social dista de acitronar los manjares más variables de la diplomacia y de formas que incitan a la cordialidad y tacto no improvisado. Es un destacado, los textos de sus discursos y los fascículos de teoría política coleccionables y con interés, por la ilustración que en ellos se encuentra plasmado. Por su lucidez, Don Juan S. Millán, es un referente obligado para analistas estudiosos y políticos de todas las corrientes de pensamiento y acción. Convirtió al PRIen un partido de vanguardia, de autocritica y de congruencia, que iba adelante del poder “haciendo camino al andar”, como diría el gran poeta Antonio Machado. Desde allí,Don Juan Millán, como Secretario General del PRI Nacional de 1995 a 1997, combatió cacicazgos y malas costumbres y acercó al partido a intelectuales y a pensadores de gran dimensión, lo mismo que a operadores probados en eficacia política y electoral. En esa tesitura, Don Juan Millán, entendía y valoraba el significado del poder de las masas. Las masas eran su predilección y su especialidad, ya que emancipaba con naturalidad y liderazgo una alta concentración en donde pisaba con las tres clásicas “C”: “Cabeza, Corazón y Carácter”. Cuando la voluntad política de Juan Millán no es casual sino producto del esfuerzo y empeño en la cultura, la empresa privada, el deporte, y la capacidad que a lo largo de la historia se ha desempeñado con eficiencia y visión de estadista, marcando avances en un antes y después de su mandato. Ante todo ello, Juan S. Millán, pudo percibirse sin falla, ya que como personaje sagaz, atrevido, decidido, ejecutivo, político, crítico, legislador, administrador público, humanista, emprendedor  y poseedor de una profunda visión de la empresa pública productiva y eficaz, puede observarse a Juan Millán como un genuino líder intelectual político y de un administrador público sin par. En el texto de hoy se plasma la voluntad de un hombre de poder activo, que asume la erudición y la reflexión teórica para explicar los orígenes y conocimiento sustantivo, buscando siempre incidir en la lucha y permanencia de la época. Por ello, Don Juan S. Millán, tiene una responsabilidad que permea en los juicios políticos de cada elección en Sinaloa, su nombre y posición se orienta en los diseños institucionales, que como modelo y representación individual magnifica y dignifica la política en el impulso para hurgar en las experiencias y en los hechos históricos, además en los avances existentes del mundo de hoy. Es menester debatir, discutir con altura de miras, ya que Don Juan Millán siempre ha enriquecido y ha avalado los conceptos de las nuevas propuestas de superación de la nueva siembra generacional itinerante de la política en nuestro querido estado, y por ende, el país.



GOTA Y CHISPA:


A mi criterio, Juan S. Millán, se oponía al pragmatismo atroz, carente de ideas y criticaba lo que él llamaba populismo dadivoso y contrarrevolucionario, existente cuando a los programas sociales les faltaba rigor, sustentabilidad y espíritu productivo. Como gobierno, Don Juan S. Millán, planteaba la exigencia de actuar siempre con base de ideas y proponía usar la planeación como herramienta indispensable para alcanzar óptimos resultados. Una de sus principales pasiones, tareas y propósitos en su gobierno fueron la necesidad e impulso y la promoción de nuevos cuadros calificados, pero siempre a partir del entreveramiento generacional. No creía en mesianismos ni en liderazgos iluminados o en la efebocracia. Siempre dijo “NO” a los cacicazgos de cualquier especie. ¡¡¡Ese es Juan S. Millán!!! “Nos vemos Mañana”…