Montajes rateros de la vividora Isabel Cruz
Por Juan Manuel Partida 17 Noviembre 2022
Altoparlante
Más mezcla, maistro: montajes rateros de la vividora María
Isabel Cruz Bernal, que con su colectivo Sabuesos Guerreras es una ladrona sin
escrúpulos ni límites.
Como advertí desde la primera publicación sobre este tema,
salen cada día más evidencias de lo bandida que es esta señora que hace jugoso
negocio de su falsa lucha social.
La pregunta que tiene respuestas muy obvias es por qué tiene
tantos cómplices en altos mandos del gobierno de Sinaloa.
Citemos por ejemplo a la Subsecretaria de los Derechos
Humanos, Patricia Figueroa Sauceda, una funcionaria señalada como prepotente y
arbitraria que se siente la última cheve del expendio.
Pero de esto último les comentaremos luego, con los
detalles correspondientes.
Nuestro punto principal del Altoparlante de hoy tiene que
ver con nuevos testimonios que revelan cómo doña Isabel roba dinero
aprovechándose de la esperanza que la gente tiene de encontrar a sus seres
queridos desaparecidos.
No es solamente el cobrar cuotas quincenales; hacer rifas
rateras; el humillar a miembros del colectivo Sabuesos Guerreras obligándolas a
hacerles sus mandados y a limpiarles la casa; beneficiarse personal y
familiarmente de apoyos gubernamentales, y usar “manifestaciones” como
chantajes económicos.
La novedad que nos hicieron llegar son los montajes que
Isabel Cruz hace con falsos informantes para robarles dinero a quienes buscan a
un ser querido.
Un recurso que ha repetido varias veces, el de que alguien
la llamó para decirle que sabe dónde están los restos de una persona
desaparecida, y que por una cantidad de dinero dará la ubicación precisa.
Con la esperanza, la gente paga en el supuesto que es un
contacto “confiable”.
El resultado ha sido invariable: se gastó el dinero, pero la
persona que supuestamente cobró dio “información falsa”.
Aunque es cruel, el chiste se cuenta solo.
¿Hasta dónde llegarán las raterías de doña Isabel?
Seguro seguirán porque la justicia en Sinaloa es omisa y
cómplice.
Pero de la exhibida no se escapa.
Su respuesta ha sido de filosofía barata, alegando una
inocencia que está claro no existe.
Ya hemos señalado en esta columna que el periodismo tiene
una alta función social que cumplir.
No es solamente informar y formar opinión, sino dar voz a
quienes no la tienen y señalar abusos de poder e ilegalidades.
Llegan de manera inevitable los insultos, descalificaciones
y amenazas.
Los recibimos incluso con gusto porque sirven para
demostrar que pegamos donde duele.
No debemos ni podemos ser indiferentes contra las infamias
que se cometen por quienes impunemente le roban a los demás.
MC…
MUCHA LABIA Y POCA ACCIÓN
Movimiento Ciudadano festeja hoy con sombrero ajeno los
éxitos de las movilizaciones “El INE no se toca”.
Cuando menos en Sinaloa, les pasó de noche la organización
y la movilización de las manifestaciones del domingo pasado.
En Culiacán vimos a los dirigentes del PRI, PAN y PRD, con
Sergio Torres Félix brillando por su ausencia.
MC se quedó en el discurso, pero muy claro está que no es
suficiente.
Esperamos que aprendan del error, y que corrijan.
GUERRA
DE MARCHAS: “ES UN HONOR ESTAR CON EL KAKAS”
El orate de palacio nacional anunció en su mañanera de ayer,
que encabezará una marcha del “Ángel de la independencia” al zócalo.
Domingo 27 del presente mes, con un discurso al final.
Días después otra manifestación, en el informe por su
cuarto año de desgobierno.
Repetirá la farsa de siempre de que “no somos iguales”, presumirá
su inexistente “calidad moral” con la mentirota del no mentir, no robar y no
traicionar.
El ardido quiere “demostrar” que son más los mexicanos que
lo apoyan.
Con el detalle de que, como ya hemos visto, serán muchos
más los acarreados porque de otra manera no juntan gente suficiente.
Y nos pondrán casi a llorar, con testimonios de
aplaudidores que expresarán cuánto idolatran a don narciso.
Así es el ego del payaso de palacio, organizando marchas
para echarse porras a sí mismo.
Y nos repetirán, a moco tendido, que es un honor estar con
el rey del cash.