En Sinaloa se instaura una nueva república que, como en otras entidades y, en general, en las democracias vigentes, se percibe un extraño temor a estar engendrando movimientos o fenómenos políticos que, desde su interior, desde sus estructuras sociales, Morena en Sinaloa, acabará convirtiéndose en la causa de la muerte de la propia democracia y de su propio movimiento. Les explico: Durante la Guerra Fría las democracias cayeron por dramáticos golpes violentos, sin embargo hoy, imaginar una caída de la democracia por métodos violentos ya no parece un riesgo inminente. Los golpes de Estado militares más recientes, como el de Egipto de 2013 y de Tailandia en 2014, con su espectacularidad e inmediatez, son vistos con mucho menos preocupación que la que generan los nuevos riesgos a que parece estar expuesta la democracia. Este ejemplo cuyo margen de error ejemplifica luchas indómitas por el cual Morena pone como cheque al portador ante una crisis social donde lo peor está por venir. Sin duda cambiamos de la corrupción a la ineficacia, peor aún, me preocupan más actitudes divisorias y una radicalidad que no permite ver más allá de la ceguera y de lo ortodoxo cuya doctrina es seguir provocando odio para que las ideologías puras permanezcan en sueños y con un alto grado de contaminación donde seguir viviendo del pasado abrevia la nueva cultura y exclusión de los sabios. La percepción es que el riesgo actual tiene rasgos distintivos mucho menos dramáticos, las democracias son puestas en peligro por los propios líderes que resultaron electos, o pueden resultar electos, con las reglas de las propias democracias. Esos liderazgos pueden minar el sistema desde dentro, mediante acciones que lesionan los valores democráticos lentamente, con actos apenas perceptibles, difícilmente medibles y de consecuencias imprevisibles. En Sinaloa observamos un camino equivocado, ya que la emoción es transferible de un momento a otro, ante eso, Morena dificultará su propia trayectoria hacia el 2021, porque sin lugar a dudas los rebasará el propio nativo de Macuspana, y por ende, la permanencia y sacrificios serán negociados desde lo más alto de Palacio Nacional. Tanto en el debate político como en el análisis académico se percibe que el peligro que hemos descrito proviene de la actividad de líderes de corte populista. Por lo tanto, es fundamental ser rigurosos en la definición e identificación del fenómeno populista ya que el término es empleado para describir diversas realidades y fenómenos, lo cual Morena en Sinaloa no debe jugar al mesías, sin embargo, tener una gran tajada de pastel del poder por el poder, es un laberinto que terminará en la Ciudad Perdida de Beijing, al igual que Troya o Cartagena tuvo solamente un problema: la tentación de ser demasiado perfecta para ser verdad. Jan Warner Müller, en su libro ¿Qué es el populismo? Nos dice “que se ha utilizado para definir movimientos anti-sistema, o para describir a quienes aglutinan o pretenden aglutinar fenómenos de protesta o resentimiento social; para describir liderazgos con definiciones ideológicas que se identifican con la derecha y con la izquierda, por lo que es urgente intentar concretar una definición e identificación que permita, si es el caso, describir detalladamente el fenómeno que puede resultar riesgoso para nuestras democracias”. Los liderazgos antidemocráticos modernos, que llegaron al poder legislativo, al senado y alcaldías más importantes de Sinaloa por la vía del voto popular, aspiran a controlar todos los órganos del Estado, incluyendo a los que deben significar contrapesos para, desde posiciones cada vez más hegemónicas, suprimir, con violencia política y mediante el uso de las instituciones, a los defensores de las reglas democráticas. Ante ese riesgo como sociedad tenemos que estar muy alertas.
GOTA Y CHISPA:
En México nos encontramos frente a un cambio de rumbo, con un destino aún incierto, en un contexto de debilidad institucional, en particular, en el sistema democrático de pesos y contrapesos, establecidos en la Constitución mexicana. La concentración de poder se ha acrecentado en un solo, el Poder Ejecutivo Federal, desde donde se socava la fuerza de los organismos públicos autónomos, cuya función era limitarlo. Con un Poder Legislativo que por ahora solo tiene capacidad de frenar reformas constitucionales y que aprueba, con su mayoría, la dotación de recursos públicos de asignación directa para los programas clientelares del presidente. Hemos sido testigos del deterioro en la economía, la seguridad y la salud de las instituciones del Estado mexicano. Hemos sido testigos del desprecio de las formas y de los símbolos; del olvido y el abandono a las promesas empeñadas. Seguramente todos los representantes de Morena en Sinaloa en el poder público tienen otros datos. En México, debemos buscar las claves de las experiencias del populismo en todos los países y en todas las regiones, para actuar de inmediato frente a este ultra presidencialismo populista que parece fraguarse desde el gobierno federal. Frente a esa amenaza que se conoce como populismo. “Be Happy”. “Nos vemos Mañana”…