Opinion

MORENA: SIN PIE GRANDE

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Por Benjamín Bojórquez Olea 19 Febrero 2019

SOBRE El CAMINO

Desertores de Morena y compañeros desempleados de la misma chiquillada política. Del oportunismo al “no me acuerdo” hay un breve espacio para identificar a todos los camaleones que se alistan para la metamorfosis política de cambio de camiseta, e incluso de la ya devaluada militancia o base morenista. Ellos son los renegados, los mismos que son damnificados del “lopezobradoristas”, desertores y desempleados de la chiquillada política que fungen como “scorts” de las coaliciones políticas para irse con el mejor postor. Así son ellos, todos han enfocados sus baterías a Morena, algunos con Rocha y otros con el Químico Benítez, pero invariablemente buscando el derecho de piso que les permita subirse a la tabla de salvación que implica seguir viviendo del presupuesto. En Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano, el Verde Ecologista, el PAS, el casi inexistente Compromiso por Sinaloa se siente el movimiento, el nerviosismo, la búsqueda de “conectes” para amarrar los acercamientos con los grupos de quienes hoy se disputan ganarse los afectos del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Muchos de estos oportunistas, acumularon fobias contra un partido al que minimizaban y que hoy tienen en la mira para colarse donde se pueda o donde se dejen. Deambulan en reuniones para seguirle la pista a Rocha o al Químico Benítez, hablan con operadores para “venderse” como buenos “brokers” de esas militancias flotantes que según ellos pueden seguir controlando. Algunos hacen valer su “chapulinismo” al haber pasado por el PRI, PRD, PAN, la chiquillada, hasta buscar llegar a infiltrarse en el morenismo. Todo eso a mi criterio juega en contra de Morena, ya que este movimiento local diversifica que no han sido actos para servir a la gente desde una óptica “bipolar”, fragmentándose a poco menos de dos años cuando se acerquen los siguientes comicios. La diferencia de los desertores de la misma Morena tiene como llave principal una caída de no lograr abrir las puertas de su ego. Y de las y los renegados hay mucho que decir, pues muchos se quedaron en el camino, sin chamba, sin novio, sin padrinos y hasta sin amigos. Otros, después de haber hecho sus campañas en “modo escondido” andan montados en varias puestas en escena con temas de género para amagar funcionarios que puedan comprar la idea de colocarse en la burocracia por venir. Es muy desafortunado ver en un partido como Morena, la invasión de todos estos oportunistas de “izquierda y derecha” que se alistan a cambiar de camiseta con la única finalidad de montarse en el “tsunami” guinda que se avecina en Sinaloa. ¿Será? Yo en lo personal tengo mi muy particular duda. Es la desafortunada inercia y mal manejo del poder deMovimiento de Regeneración Nacional desde el legislativo, un control que se ha convertido en su principal obstáculo, hacer política de la misma manera como si estuvieran en campaña. Su oportunismo en la víspera de próximas definiciones desde el recinto, que si bien algunos lo catalogan como “cantada” otros más se reservan el pronóstico no de lo que se pueda definir, sino de lo que se logre dividir en relación a las cuentas públicas que serán revisadas de un momento a otro de los Aytos. Y en esa tesitura los errores de Morena es que su división por la búsqueda del poder será su tumba de no acatar la institucionalidad y el respeto que implica orden y equilibrio desde el mismo poder. Aquí el tema es que sus propios desertores y jugadores incrustados tratarán hacer maniobras con frenos de triciclo “apache”.



GOTA Y CHISPA:


Poco empático, con sus propias y acotadas bases de su movimiento Morena. Así es Jesús Estrada Ferreiro, con dobleces y obsesionado con imponer, ordenar, presionar y todo lo que implique priorizar su voluntad. Este es Estrada Ferreiro un hombre que arribó a Morena precedido por una dicotomía ortodoxa y poco ética, ya que golpea a la misma cuadra que lo tiene depositado en la capital sinaloense sin saber qué rumbo se necesita para “administrar y gobernar” un municipio donde tiene perdida totalmente la brújula congruente. No es cosa menor la molestia entre una parte importante de morenistas, quienes lamentan que el autoritarismo, sean los riesgos más evidentes para definir la presencia de este activo antes citado. ¿O no? “Nos vemos Mañana”…