Opinion

Narco guerrilla urbana y ridículos gubernamentales

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Por Juan Manuel Partida 04 Diciembre 2024

Altoparlante...

Gran escándalo y tremenda polémica la de ayer con la narco guerrilla urbana y los tremendos ridículos gubernamentales.

Está cumpliendo su propósito el narco, generando terror y pánico mientras ataca a sus contrarios.

Con un gobierno que los ayuda a crear confusión, alarma y zozobra entre la población.

Las contradicciones de las autoridades reiteran que son valemadristas y que les falta seriedad.

Hasta parecen vaciladas las informaciones sobre el carro que explotó la madrugada de ayer en La Limita de Itaje.

Se ha dicho que en esa camioneta que terminó totalmente calcinada se encontró un fusil Barret-50 y púas de acero para ponerchar llantas, y algo cerca los restos de un dron.

La versión del gobierno federal es que fue una explosión de un dron que impactó en la camioneta.

Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal aseguró que no hubo ningún dron y que la explosión fue causada por un incendio en el tanque de gasolina.

Rubén Rocha Moya refirió que fue un “petardo” con “pólvora que explota” en un dron, y no se quedó con las ganas de otro de sus interminables ridículos.

El año de 1992 explotó un carro en residencial Montebello, Culiacán, y se necesitaron veinte kilogramos de dinamita.

Pero en los otros datos de no que no pasa nada grave, Rubén el pinocho habla de un “petardo” que pegó en el tanque de gasolina del vehículo.

Esta bola de p3nd3jos que nos desgobiernan piensan que los demás somos iguales de idiotas.

Tuvieron una coincidencia: no fue un “coche bomba”, aterrorizados porque se capaz de terrorismo.

A lo absurdo de las contradicciones tan evidentes, hay que agregar la ridícula pretensión de que nada grave es usar drones con explosivos, casi cosa de chiste.

Pero, lástima Margarito, coches bombas y drones con explosivos terminan en donde mismo.

Y entonces, terminó saliéndoles el tiro por la culata con la intención de minimizar la explosión.

Nada más faltó que nos dijeran que las balaceras de antes y después fueron realmente “palomitas” con “pólvora que explota” y hace mucho ruido.

Lo “bueno” es que no pasó en Culiacán, sino en una comunidad cercana.

Esa maroma que dan continuamente, como si sirviera.

Un atole que termina siendo una burla, porque la violencia sigue imparable dentro de la capital culichi.

Muertos, balaceras, delitos contra ciudadanos y contra negocios.

Afortunadamente tenemos gobernantes humanistas que velan por el pueblo (sarcasmo off).

Como haya sido lo de La Limite de Itaje, fue un episodio más de la narco guerrilla urbana.

Al estilo de Colombia en los tiempos de Pablo Escobar.

Igual que sucedió antes en Sudamérica, los narco guerrilleros mexicanos cuentan hoy aquí con un enorme poder.

No es una guerrilla urbana normal o tradicional, pero funciona también provocando pánico, terror, confusión, alarma y zozobra en los habitantes.

Por eso incendiar carros, casas y negocios.

Meterle miedo a la gente, evidenciando el fracaso de las autoridades para enfrentarlos.