No acusa, sospecha.
Por Felipe Manzanarez 08 Agosto 2022
Escenarios
Complicada le resultó al
gobernador Rubén Rocha Moya su conferencia semanal. Dos temas ocuparon más su tiempo
y atención: la cena del Presidente López Obrador con empresarios sinaloenses-
celebrada hace 19 días- y el acarreo de votantes en la pasada elección de
consejeros de Morena -realizada hace 9 días-. Al homicidio de Juan Miguel Silva
Alvarado, subdirector de la Policía Municipal de Culiacán -ejecutado hace 35
horas- sólo le dedicó 3 minutos de un total de 100 minutos de duración de la
conferencia.
El gobernador se limitó a
expresar su lamento y comentó que le pareció extraño que los policías escoltas no
apretaran el botón de pánico. No se comprometió a coadyuvar a esclarecer el trágico
hecho para castigar a los culpables conforme a la ley. Dejó el caso en manos de
la Fiscalía General del Estado. Rocha Moya se mostró indolente y se lavó las
manos. De esa manera mandó señales de desaliento para los integrantes y
familiares de las fuerzas policiales y de preocupación para los habitantes de
Sinaloa.
El tema de la cena del presidente
Andrés Manuel con empresarios sinaloenses lo convirtió en una especie de nota
de periodismo de espectáculos ya que ventaneó a los asistentes dando detalles
que rayaron en la frivolidad y la imprudencia.
“La cena no la solicité yo me la
propuso el Presidente”, “Todos los empresarios sabían a lo que iban”, “Javier
Gaxiola fue como empresario no como servidor público”, “Juan José Arellano es
polémico”, “Son medio agarrados los Coppel”, “Tres empresarios no asistieron
por COVID”, “No se acabalaron veinticinco empresarios de la 4T”. “Ni yo mismo
sé si van a cooperar”. Así, los comentarios del señor gobernador a los que
dedicó 26 minutos.
Sobre la jornada electoral para
elegir consejeros de Morena, Rocha Moya reconoció y aprobó el acarreo de
votantes realizada por candidatos de su partido, pero fustigó el que realizaron
los candidatos vinculados al Partido Sinaloense. Es decir, Rocha tiene distintas
varas para medir una misma acción. A sus allegados los justifica, a sus
adversarios los condena.
El malestar del exrector de la
Universidad Autónoma de Sinaloa subió de tono, se desbocó y arremetió contra su
otrora aliado. Calificó la participación del PAS de atraco político y mala
leche. Especuló sobre la plática de Héctor Melesio Cuén con Mario Delgado y con
Adán Augusto López. Le reclamó a Cuén no tomarlo en cuenta para transitar con
su gente a Morena. Comentó que dicen que el partido local se mantiene de la UAS,
pero a él no le consta y menos que lo haga el rector Madueña.
Finalmente, como suele
acostumbrar, el gobernador reculó y aclaró: No acuso, sospecho.