PAOLA GARATE: “DESPIERTA”
Por Benjamín Bojórquez Olea 07 Febrero 2019
SOBRE El CAMINO
No te puedes ir hasta que yo no haya salido y vengan por ti. Frente a frente estaban dos luchas, una de “carne y hueso” y la otra de “cemento”, pero con similitudes y con una misma dirección, Paola Garate y el PRI, con una mesa de por medio y con el silencio interrumpido por el repetitivo “tic tac” de algún reloj que seguramente no tenían a la vista. Paola Iveth Garate Valenzuela, con el cuerpo echado hacia adelante y los codos recargados, tenía la mirada fija y penetrante sobre sus nuevas tareas y condiciones políticas que se le presentarían, quien despreocupadamente veía unos papeles a través de sus lentes. Levantó la mirada y dijo. El objetivo de esta sesión es revisar tus avances¿Estás consciente de ello? A pesar de presentar un semblante tenso direccionó la respuesta de la nueva forma de hacer política, “fue pausada”. De modo que, tú pretendas PRI valorar mi postura. Así es Paola creo que estás reuniendo lo necesario para decir que mejoras, ¿Cómo te has sentido? La respuesta de Paola fue la menos esperada. Necesitamos ser más autocríticos, y ver el por qué se ha fallado desde adentro, pero siempre con la firme convicción de firmar, dialogar y llegar hasta el centro del corazón y no de ese odio que es diseminado y con justa razón. Esa es Paola, una joven inquieta y dispuesta a dar lo mejor. “Por favor PRI te lo encargo”, no comiences este juego otra vez, tendré que asentar en el expediente un retroceso, aquí tu soldado tiene nombre, “Soy Paola tu amiga incondicional”. A tal respuesta dijo el flamante instituto político del PRI echando el cuerpo hacia atrás para alcanzar el respaldo de la silla. El PRI, se quitó su chamarra y dijo. ─suspiró, miró hacia el techo y regresando la mirada hizo una anotación en los papeles, tienes razón Paola, vaya que tu si eres un valor y aún sigo sin darme cuenta de tu verdadero perfil y ese tipo de siembra con visión y ahínco, porque es lo justo y realmente te necesitamos, sobre todo, porque ocupamos hacer una resonancia política e incluirte muy pronto en una boleta electoral, ya que tu respuesta con ímpetu diversifica la verdadera emoción que ha venido perdiendo el PRI durante décadas. Paola Garate acomodó su pelo largo y lacio que ya le había invadido la cara, sacó del bolsillo de su ropa una dona elástica, se recogió el cabello hacia atrás y colocó la dona haciéndose una cola de caballo. Paola le dice al Tricolor, debes aprender a no tomar las cosas que vienen en las prendas que debilitan ─reprendió el PRI con un tono firme, aunque no severo. Dime ¿Tú piensas Paola que eres la Doctora y yo el paciente? ─dijoPaola sin tomar en cuenta el comentario anterior. ¿No debe ser así? No contestes con otra pregunta, “dime sí o no PRI”. Responde el PRI -Creo que tendré que declarar que tu proceso ha evolucionado, aunque te concederé el hecho de que ya no eres agresiva sino una chica preparada y “ad hoc” a estos tiempos ─dijo el PRI mientras se levantaba de la silla. Espera dice Paola Garate, se estiró para tomar del brazo ─no te puedes ir hasta que yo no haya salido y vengan por ti. Justo iba a llamar a los custodios del PRI… ¡Suéltame! O ¡Agárrame!
GOTA Y CHISPA:
El PRIy Paola se miraron con fiereza llegando al punto de quedar inmóviles al haberse anulado el empuje de las dos partes, “Paola y el PRI”. Como dos estatuas permanecieron en esa posición hasta que la puerta de la habitación se abrió y por ella entraron dos fornidos “ACTORES” políticos vestidos de blanco y tras de ellos la congruencia, ambos dicen; los ocupamos a los dos. Los actores sujetaron ambos brazos del PRI sin que ofreciera resistencia y se lo llevaron. Un tercer actor apareció y plática con Paola, diciéndole literalmente. Así que otra vez jugando ¿Eh? Mientras no se hagan daño, no pasa nada, ven, te toca llegar hasta donde has enfocado tu lucha, ahora mismo te voy a presentar tu nuevo cargo y, posteriormente te encargarás de firmar tu nuevo contrato político, y hacia donde quieres ir, así que tú duerme tranquila. Paola Iveth Garate Valenzuela asintió con la cabeza. Su semblante dibujaba unos ojos vivaces y una sonrisa amplia, como el rostro de una niña pequeña que hace caso de las indicaciones de su nana. Tomó de la mano y al cruzar la puerta reposó la cabeza en el hombro de su querido partido y de ese tercer y decisivo actor. ¡Paola dijo -PRI nos ocupamos unidos-! “Nos vemos Mañana”...