Proyecto de vida (Primera parte)
Por Leonardo Zamora 30 Diciembre 2022
Las personas vamos en la vida caminando sin un rumbo fijo o sin algún plan específico.
Qué quieres hacer de tu vida, cómo te ves, cómo te visualizas dentro de los siguientes 5, 10 o 20 años; Qué esperarías de ti, que tienes que hacer ahora para lograr verte como tú quisieras verte en el futuro.
Cuando una agenda está llena de cosas urgentes por hacer, las cosas importantes empiezan a perderse, a dejar de hacerse.
Pasan los años, volteamos hacia atrás vemos con tristeza cosas que quisimos haber hecho y qué por falta de tiempo, o por no haberlas planeado no las pudimos realizar.
Vivimos al día a día sin ver cuáles eran las actividades importantes. Si no rebasamos un 30% de cosas importantes, mi vida está siendo irrelevante. Más del 30% de las cosas por hacer son ineludibles, tienes que darle la justa proporción a tu tiempo.
Yo hice de mi vida lo que realmente quise hacer, o simplemente me fui llevando una vida sin rumbo.
Hay 3 tipos de actividades:
a) Las que tenemos que hacer.
b) Las que otros quieren que hagamos, son las que dedicamos más horas.
c) Las actividades que nosotros queremos hace, son las que dejamos al último lugar y son las que nos permiten tomar control de mi vida y de mi propia existencia.
Nos dejamos llevar por las hojas del calendario que van pasando un día a otro día sin darnos cuenta de las oportunidades qué dejamos ir cada día.
Cuando no le damos un plan a nuestra vida, cuando no definimos los objetivos a alcanzar, nuestra vida se vacía de contenido.
“ Nuestra vida pesa más mientras está más vacía“. En cuanto la vamos llenando de cosas importantes, la vida se vuelve más grato vivirla .
Eso es precisamente lo qué la gente se plantea en cada Año Nuevo que vivimos; nuevos deseos y nuevos objetivos.
El Coaching y otras técnicas similares pueden ayudar a ordenar las ideas para poder trazar un plan de vida adecuado.
Todos no lo deberíamos de promover alguna vez en la vida. Existe gente capacitada que puede ayudarte que te des cuenta de realizar algunas nuevas o importantes cosas, muchas veces indicadas qué nos ayude a ponerle un sentido a la vida.
Victor Frankl, sobreviviente de los campos de concentración nazi en la Segunda Guerra Mundial, decia “La vida solamente vas hacerla feliz, en la medida que tenga un sentido, y qué tú le des ese sentido “.
Descubrir ese sentido no es fácil. Con las actividades de todos los días, con el tiempo que pasamos haciendo cosas urgentes pero no importantes, que van pasando por la vida, y alguien qué nos pregunta porqué hiciste esto o ya revisaste lo qué estás haciendo?
En qué lugar tienes a tu familia, a tus amigos, a tus intereses personales y espirituales, en qué lugar los estás poniendo?
Eso indica que yo no estoy haciendo lo qué yo quiero, cómo quisiera estar viviendo mi vida de la manera y en la medida que yo quiera.
Algunas personas requieren ayuda de afuera. Es cómo si fuéramos navegando un kayak en un rápido que no sabes adonde vas.
Preferible navegar en una lancha con timón, porqué es la manera de llegar a un fin escogido que nos permita ser plenos y felices.
Las personas que no van cuidando aspectos importantes de su vida, que a veces no son urgentes, pero si muy relevantes en el plano de lo que más queremos en la vida, cómo es la familia o amigos cercanos que nos han acompañado por muchos años.
A veces vamos en el mes numero 10 del año y ni siquiera hemos volteado a ver hacia atrás. Entonces llegamos al al mes 12. Es cuando nos decimos nosotros mismos: realmente es adonde quería llegar?
Hasta donde nosotros podemos tomar las riendas hasta dónde podríamos y deberíamos hacer un plan de vida que nos diga qué hacer y ver qué en la vida, no siempre las cosas son como uno quisiera que fueran.
En este mundo somos únicos e irrepetibles, nadie va a ser igual a cada uno de nosotros, pero también somos contingentes. Estemos o no estemos en el mundo, este no se va acabar.
Si no hemos hecho ese plan de vida, si no tomamos las riendas de nuestra vida, no va a pasar nada, pero vas a dejar pasar muchas oportunidades qué al final del camino te darás cuenta de lo que perdiste.
Nunca es tarde para hacerlo, lo podemos hacer en cualquier momento, mejor tarde que nunca.
Un plan de vida nunca será rígido, puede variar. Hay cosas que se nos presentan, hace que lo modifiquemos o hay algunas en las que nada podemos hacer.
Claro que se puede planear, hacer planes y lograr espacios para cosas importantes en la vida.
Qué estás planeando para ti, para tu persona, qué estás haciendo todos los años para avanzar en lo que tú quieres en la vida.
El simple hecho de visualizarte años adelante, verte en el espejo, descubrir cómo eres, muchos no sabemos lo que somos, lo que tenemos, de qué somos capaces.
Se requiere un nivel alto, muy alto, de madurez para poder en un momento determinado, decir quiero hacer eso o estoy conforme con lo que soy, pero no cómo yo quiero llegar a ser, lo qué yo quiero hacer.
Proyectar, mantener una línea recta (valores, creencias, etc.), que muchas veces a tomar decisiones dolorosas en momentos de dejar unas cosas por otras.
Si uno tiene un plan de vida, al final del camino decirnos por qué hice o no hice y no llegar donde yo quería.
Esa es la gran pregunta qué tenemos que pensar y proyectarnos a ese momento. Esto es lo qué soy, lo qué pude hacer ya que esta vida ya está, y ya está.
Preguntarnos que quería hacer con esto y aquello. Qué quiero ser yo en la vida.
Piénsalo, todavía estás a tiempo.