Pruebas de cómo roban nuestros diputados locales
Por Juan Manuel Partida 26 Agosto 2022
Altoparlante
Presentaremos hoy, otra vez, pruebas de cómo roban nuestros
diputados locales.
Sí, nos referimos principalmente a ésos que gritan y gritan
exigiendo a los de afuera lo que ellos mismos no hacen.
Comencemos con el engaño por todos sabido de que los ingresos
que tienen.
Oficialmente, tienen un salario bruto de 140 mil 479 y un
sueldo neto de 105 mil 899 pesos, lo que todos sabemos es una burla muy
descarada.
Los cuarenta diputados reciben apoyos extraordinarios
mensuales que van desde los 20 mil hasta los 66 mil pesos mensuales, y que
suman 1 millón 324 mil pesos, con un promedio de 33 mil 100 por legislador.
Se trata del fondo de gestión social; del apoyo para hospedaje
y alimentación, y del pago a integrantes de la Junta de Coordinación Política.
No hay que olvidar que, además, cada diputado tiene asignados
69 mil 500 pesos mensuales para contratar “asesores”.
Ponemos comillas porque sabemos que no son pocos los que
contratan puros prestanombres.
Agreguemos que cada coordinador parlamentario recibe otro
apoyo “extraordinario” equivalente a 12 mil pesos por cada uno de los
integrantes del grupo.
Oficialmente, para actividades colectivas.
Como coordinador de los parlamentarios morenistas, Feliciano
Castro Meléndrez recibe cada mes 276 mil pesos (pasó de 20 a 23 parlamentarios
con la suma de tres que antes pertenecieron al Partido Sinaloense).
Al frente de los ocho diputados priístas, Ricardo Madrid
Pérez tiene 96 mil pesos mensuales.
Alba Virgen Montes Álvarez, coordinadora de los pasistas,
queda ahora con 60 mil pesos mensuales.
Sumemos por lo anterior como apoyos para el quehacer de los
diputados otro parcial de 432 mil pesos cada mes.
El gasto crece a niveles de escándalo.
Cinco millones 619 mil como sueldo bruto oficial cada mes; 1
millón 324 mil por los apoyos extraordinarios directos; 2 millones 780 mil
pesos en gastos de “asesores” de diputados; 432 mil pesos de apoyos para los
grupos parlamentarios.
Un total de 10 millones 155 mil pesos, con un promedio de
253 mil 875 mil por cada uno de los 40 legisladores.
El gasto crece, porque hay asesores, auxiliares y hasta
guachomas contratados por honorarios como apoyo a la JUCOPO y otras áreas de
control parlamentario y partidista.
Y si nos vamos a la “comprobación” de los gastos,
encontramos excesos e irregularidades muy claras.
Por las cantidades que manejan, se nota más en lo que tiene
que ver con la coordinación morenista, a cargo del diputado Feliciano Castro
Meléndrez.
Con 720 mil pesos recibidos durante el primer trimestre de
este año, 20 legisladores en ese momento, Feliciano solamente comprobó el gasto
de 597 mil 780.44 pesos.
Más de 122 mil pesos sin comprobar.
Acompañamos esta columna del documento correspondiente, con
sus especificaciones.
Castro Meléndrez recibe además en lo personal 30 mil pesos
mensuales de apoyo extraordinario como miembro de la JUCOPO.
Este legislador que vive en Culiacán y se la pasa en la
capital sinaloense reportó formalmente en junio de este año gastos de 22 mil
363 pesos en consumo de alimentos (más de 700 pesos por día en promedio), y de
7 mil 638.91 pesos en gasolina.
Como si el sueldo no le alcanzara, los sinaloenses le
pagamos las comidas.
Precisemos que no es caso único, pero sí uno que destaca.
Otro caso que nos llama la atención es el de la diputada Luz
Verónica Avilés Rochín, también de Morena, quien en su comprobación del gasto
de 16 mil pesos como apoyo de junio para hospedaje, alimentación y
transportación, presentó ocho facturas de consumo de gasolina en un mismo día.
De acuerdo con su informe, la diputada Avilés Rochín se
gastó 9 mil 334.98 pesos de gasolina en pocos minutos; mostramos comprobante de
las facturas de “Servicios El Camichín” con números consecutivos.
Lo anterior es apenas una muestra del poder legislativo que
tenemos en nuestra entidad.
Diputados que son candiles de la calle y oscuridad de la
casa, desvergonzados y cínicos.
Gritones hacia afuera mientras con tan enorme descaro le
roban al pueblo de Sinaloa.
Ahí están las pruebas, desde dentro mismo del Congreso del
Estado.
ABUSOS Y PRIVILEGIOS DEL INSTITUTO
Como advertí repetidamente sin que nos tomaran en cuenta, se
confirma que el instituto de “protección” a periodistas es más un organismo de
burocracias a conveniencia.
Se quedaron chiflando en la loma quienes desde hace años
empujaron para encabezar y ser los beneficiarios en lo individual y con sus
cuates.
La directora designada por unanimidad del legislativo va por
su lado, y con la aprobación del presupuesto para el año próximo tiene una
fuerte confrontación con tres de los consejeros.
Por cuatro votos contra tres, se aprobó un presupuesto que
los inconformes consideran “chambista”.
Mucho dinero en sueldos y una parte muy pequeña para medidas
de protección.
Griselda Triana, Rosina Ávila y Alberto Morones criticaron
duramente el presupuesto aprobado.
Advirtieron que no solaparán ni serán comparsas de quienes
impulsan estos abusos y privilegios.
Desde la creación del instituto existe entre no pocos
periodistas inconformidad y repudio.
Les comparto de nuevo aquí el video de mi participación el
18 de febrero en un diálogo con diputados locales.
Advertí repetidamente que sucedería lo que hoy vemos, pero
les valió.