La envidia o escusa política de los detractores siempre es diseñada y va encaminada para crear ingobernabilidad y así debilitar un gobierno y a su vez controlarlo. Pero la envidia no es desear lo que tienen los demás, cosa bastante natural, sobre todo cuando el detractor tiene poco. Lo que más y mejor caracteriza a la verdadera envidia del político es el deseo de que el otro, el envidiado, no tenga lo que tiene, de que no sea verdad que lo tenga, de que no sea cierto su éxito o no sea tanta como parece su buen gobierno. La verdadera envidia se centra imaginativamente en el otro, en el envidiado, más que en uno mismo. La envidia se lleva solo por dentro, en la intimidad subjetiva, pues su manifestación podría parecer y sentirse como una declaración de inferioridad. El envidiado en este caso, Quirino Ordaz Coppel, por su parte, muchas veces ni se entera de que lo es, siendo el envidioso detractor el que verdaderamente lo pasa mal. La envidia puede ser más fuerte y corrosiva cuando se genera de abajo hacia arriba, es decir, cuando es el inferior quien envidia al superior, una envidia que puede agravarse cuando el superior es más joven, o más listo, o más eficaz. Envidias de ese tipo se dan especialmente en el trabajo político y en todas las relaciones sociales jerarquizadas. Verse superado el detractor por el actual gobierno que encabeza Quirino Ordaz Coppel es siempre muy doloroso. En la vida hay amigos, conocidos, adversarios, enemigos y compañeros de partido. Aunque no siempre ocurre, ese tipo de envidia entre próximos, cuando tiene lugar, sea en este caso político, en el trabajo o en cualquier ambiente o esfera social de connotación competitiva se hace necesario tener en cuenta que las felicitaciones o el comportamiento hipócrita de los detractores o compañeros puede no ser más que una tapadera de su envidioso e incrustado sentimiento. Cuando ese tipo de envidia tiene lugar en la oposición, particularmente entre hermanos políticos, puede resultar altamente dolorosa y corrosiva, mucho más siempre para el envidioso que para el envidiado Es una sentencia que arroja luz particularmente sobre la envidia proximal. Pues bien, Quirino Ordaz Coppel es un hombre de bien, sin frac ni condecoraciones, que trabaja sin distingos partidistas, en su ADN se esconde “él como si” se pueden hacer las cosas, su voluntad e itinerancia siempre han sido servir y encontrar el método especifico para que le vaya bien a Sinaloa. El éxito del Ejecutivo Estatal radica en servirle a la sociedad y estar muy de cerca y pendiente de los problemas que aquejan a la comunidad, es honesto, y, por ello se le considera por distintas encuestadoras evaluadoras del país que califican y miden el desempeño y transparencia de los servidores públicos, en este caso, como el mejor gobernador evaluado de México, eso sin duda causa escozor político en la oposición, no es para menos, pero resaltar que en su aparato de gobierno se realicen cambios de forma gradual es debido a que todos por igual deben reagruparse en una sola figura y dirección, ya que la base de un buen gobierno es que exista unidad y respaldo de todos los colaboradores que conforman el aparato de gobierno. Quirino Ordaz Coppel y su gobierno ha trascendido como modelo por el simple hecho de buscar siempre el contacto directo con la ciudadanía, conocer los diversos problemas y siempre buscar alternativas como un gobernador facilitador y destacado en tener las puertas abiertas a todo tipo de expresión política, donde el sentido común cobra vigencia, con el propósito de obtener los resultados esperados y seguir avanzando para que Sinaloa esté a la senda del desarrollo, mediante al crecimiento.
GOTA Y CHISPA:
Así es la política, pero tenemos la fortuna y la certidumbre política de que hoy en día Quirino Ordaz Coppel cocina el mejor platillo para bien de Sinaloa, ampliar libertades, vencer resistencias, armonizar para crecer y para enriquecer la vida de los sinaloenses, impulsando el carácter de la legalidad y congruencia para gestar los conceptos del derecho, donde el mismo jefe del tercer piso es enemigo de la represión, pero también de la ausencia de firmeza y de energía, donde los excesos tengan que ver para poner orden y no se detenga el avance de un Sinaloa más prospero, más cercano a la gente, más humano, más preocupado en la incorporación de todo pensamiento político….Todo esto a lo que le ha apostado Quirino Ordaz Coppel es a ampliar la pluralidad política, a pugnar por una mejor educación, a construir el respeto a todo tipo de expresión política, a no verse diferentes, a coincidir y debatir en base a derecho, porque las metas alcanzadas revelan que se necesitan nuevos planes, políticas públicas y acciones y al mismo tiempo poner de manifiesto que es importante involucrar a todos los sectores sociales y políticos, y así recuperar la visión estratégica. La buena política de Quirino se basa y se sustenta, en la reflexión, en la transparencia, en la necesidad de cambiar y de crear, en la capacidad para unir y de combinar visión y experiencia, mezclando madurez y juventud. En eso se ha destacado el gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel, entonces los detractores consideran pertinente que el Ejecutivo Estatal tenga tiempo para buscar detractores, cuando lo que más necesitamos es unir, combatir los males derivados del exceso de doctrina que enferma a los seres humanos. Debemos hacerlo en libertad, sin autoritarismo, basados en la tolerancia y en el respeto y a las distintas corrientes de pensamiento, con la fe y compromiso, cuidando lo logrado, para Sinaloa lo mejor está por llegar, si no lo proponemos y actuamos en consecuencia. “Nos vemos el Lunes”…