Desde el despacho del gobernador de nuestro de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, incide para saber qué, es la virtud, sino para ser virtuosos. Creo firmemente que los sinaloenses tienen un buen gobernante, hombre que las circunstancias fueron la mejor manera para crear “en el hoy” una transición que lejos de los buenos resultados obtenidos mantiene un Estado en crecimiento en muchos aspectos, pero sobre todo, en el marco legal, colocando a Sinaloa en temas sustanciales como la transparencia y sin distingo partidista, ahí radica la fuerza y actitud para que le vaya bien a Sinaloa. No ha sido fácil gobernar un estado bronco, libre y de las buenas costumbres. Quirino Ordaz Coppel ha sido visionario, no para confrontarlo y dividirlo sino para unir y combinar acciones facilitadoras, yendo a la calle y procurando poner un estilo donde sus funcionarios adopten otra cultura política para saber qué es lo que va hacer y a donde quiere guiar a los sinaloenses. Pocos hablan más allá de lo ordinario y acciones de gobierno, lo que implica es ver más allá de los intereses para recetar de forma diplomática la medicina que ayude a corregir los daños y afectaciones de la sociedad. La capacidad, hábitos y costumbres, valores, creencias y virtudes para lograr buenos resultados en la política y en la gestión pública, se requiere marcar directrices y formación y administración de futuro, oteando siempre con libertad e igualdad de condiciones para todos. Quirino como buen gobernante, piensa en la siguiente generación y no en la siguiente elección, tiene obsesión por resolver y no apego al poder, sabe organizarse a medida de una prevención y se anticipa a los problemas, y jamás los niega o los diluye, manifiesta entereza y no esquiva los problemas heredados, los resuelve. Quirino es sensato y realista, nunca promete lo que no sabe si es factible, jamás puede engañarse ni engañar, tiene el conocimiento claro que antes que repartir hay que crear, que para construir una sociedad más justa, en paralelo hay que promover una sociedad más innovadora, productiva más rica, no regala los recursos de los ciudadanos, sino que los transforma en instrumentos de crecimiento, formación y enseñanza a pescar al pueblo, además de impulsar y fortalecer la participación ciudadana en la toma de decisiones, para que en Sinaloa se dé el salto cualitativo de la democracia representativa, a la democracia participativa, buscando el bienestar en el desarrollo integral del Estado. Quirino, tiene la capacidad y el valor de entender una buena relación con otros líderes, y el talento para despertar en ellos una admiración hacia su persona y no solo al cargo que representa, entiende que su gran fuerza de trabajo empieza por la de su propio equipo, y siempre sabrá rodearse por personas de todos los ángulos sociales, además por personas más preparadas y sabias que él.
GOTA Y CHISPA:
Quirino: “Un Buen Gobernante”, siempre está al pendiente de Sinaloa, ya que para que exista esa diversidad y búsqueda de igualdades, ha tenido que practicar la tolerancia, llevando a cabo la construcción y diálogo de todos y todas las organizaciones políticas de Sinaloa. Es importante destacar que, Quirino Ordaz Coppel, ejerce un gobierno más abierto a todo tipo de expresión, eso a mi criterio lo ha consolidado, además de mantener intacta su popularidad, Quirino a sus tres años y contando de gobierno ha catalizado distintas formas de mantenerse a pesar del desgaste natural, donde otros gobiernos que llevan un año y fracción ya traen en sus espaldas un desgaste más importante en relación al déficit de credibilidad. Por lo tanto, considero al gobernante sinaloense como un “NO” político y si un ciudadano común, un ciudadano que está generando más empatía, sin miedos. Quirino ha traído al Estado sinaloense frescura, con sus agudas nociones para enfrentar una sola línea de respeto a la legalidad entre los tres órdenes de gobierno. La pluralidad de Quirino ha sido sinónimo de equidad, de cambio y acción. “Nos vemos Mañana”…