“¿Qué es el lujo? En mi opinión, es todo lo que es superfluo para hacer un hombre feliz”, Vincenzo Gioberti
DESFOGUE
La renuncia del secretario de Desarrollo Social del gobierno de Sinaloa, Raúl Carrillo Castaños manda un mensaje muy potente hacia la sociedad y deja en claro que el exfuncionario no entorpecerá las investigaciones que se deriven del caso del fraude en los colchones que ya se ha bautizado como el “colchongate”.
Desde su llegada a la Sedesol, la reputación que tenía era intachable y así se mantuvo hasta ayer que entregó su nombramiento dejando libre el espacio para un nuevo funcionario, que se estima sea nombrado el lunes por el gobernador Quirino Ordaz Coppel.
El anterior gobierno dejó en este rubro mucha tela de donde cortar, donde los únicos cambios que hubo fueron políticos en la Secretaría de Desarrollo Social pese a que él Salud se denunciaron cientos de procesos ilegales en esa dependencia.
La salida de Carrillo Castaños pone en claro algo inquietante para algunos ex funcionarios qué hay congruencia con el gobierno del estado que le está apostando a la transparencia y la renuncia obedece a que también el ex funcionario busca seguir manteniendo limpio su nombre.
Hay que aclara algo interesante, aquí en esta ocasión el mismo ex secretario fue quien puso la denuncia ante la Fiscalía General del Estado e inició el proceso administrativo ante la Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas, un tema que en el gobierno de Mario López Valdez quedó en el cajón encerrado.
Quirino ha sabido mantener los perfiles de sus funcionarios que en estos momentos con lo ocurrido por la tormenta 19E que afectó más de una decena de municipios salió adelante y donde todas las dependencias se pusieron a trabajar para salir de la tragedia.
Con la salida de Carrillo Castaños deja un ejemplo a muchos ex funcionarios estatales que ahora también quieren sacar raja política de un tema tan delicado, no hay grado de comparación, pues en pocas palabras.
Esto pone de relieve otras cosas interesantes como lo es que el proceso legal será histórico en Sinaloa y a lo que se ha comentado marcará precedente en Sinaloa donde se dará a conocer, primero cómo se castiga a un funcionario por malos manejos, y segundo que dará muestra de que nadie debe de jugar, no con el gobierno, sino con la sociedad.
El camino para la resolución de este conflicto va en camino, tiene que tener una solución eficiente, concreta, pero sobre todo convincente de que con el gobierno no se debe de jugar.
La transparencia y el combate a la corrupción queda demostrado, al gobernador Quirino Ordaz no le tembló la mano, y tampoco lo hará con los procesos que están pendientes del sexenio pasado.
¡Aguas!
MISMO CASO
Fue el extitular de la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas, el exdiputado Juan Pablo Yamuni Robles quien aseguró que también a él lo “chamaquearon” con un tema similar al de los colchones.
Aquí en este caso, nadie, pero nadie hizo el escándalo mediático que se realizó de esta forma, todo se realizó con total sigilo y sin que se filtrara a los medios de comunicación.
Es decir que con está situación, el tema del “colchongate” en Sinaloa sigue mostrando evidencia de que fue un “cuatro” para el actual gobierno, ya conocían el camino pues y en aquel momento se ocultó hasta que Yamuni declaró en medios en Los Mochis que también al malovismo le pasó.
La pregunta en estos momentos es... ¿porqué sale Yamuni Robles ahora que las aguas se “calmaron” con este tema de los colchones?
Hay que recordar que sale a la luz una vez que en su municipio, Ahome “resultaron” más colchones en mal estado.
Y de aquí se deriva la pregunta siguiente... ¿donde está la denuncia correspondiente que tuvo que interponer el ahora ex funcionario contra quien resultó responsable en aquel momento?
¿Porqué estuvo este tema oculto tanto tiempo hasta ahora que el malovismo contraataca al gobierno actual con un tema tan delicado y sensible?