¿Relatar divide?
Por Benjamín Bojórquez Olea 04 Octubre 2022
Sobre el camino
Ya estamos de regreso. En la narrativa presidencial, la patria
está en la propiedad estatal, con el Estado propietario.
Ante
alguna afirmación cuestionable de Donald Trump, alguien
preguntó si el político estadounidense podía creer lo que decía. "Le
está hablando a su base electoral", fue la respuesta. Es
decir, no importa si lo cree o no: está manteniendo, cultivando, su
vínculo con los ciudadanos de los que depende su poder.
Puede ser
algo normal y hasta positivo: mantener la lealtad hacia los ciudadanos.
A menos que contradiga la realidad, que sobreponga clichés ideológicos a los
hechos, que suelen ser necios y tomar venganza.
Es lo
que preocupa en las declaraciones y las actitudes
del presidente López Obrador en varios temas. Destaca
recientemente su respuesta a los señalamientos de los gobiernos
norteamericano y canadiense de que el gobierno mexicano
ha incumplido cláusulas importantes del tratado de libre comercio en
materia de energía.
Sería
difícil que esos gobiernos hicieran señalamientos tan serios, que pueden
llevar a conflicto legal de grandes proporciones, si no
tuvieran un fundamento. La respuesta del presidente mexicano (dejando
de lado que traspasó los límites de lo chusco al presentar una canción de su
paisano Chico Che) ha sido transformar un problema
legal en un problema de lealtad a la patria.
No sabemos
si realmente cree en eso. Podemos tener la certeza de que
destacados miembros de su gabinete, la secretaria de Economía
y el secretario de Relaciones Exteriores, por ejemplo, no lo creen. No
pueden creerlo. Pero en ellos impera el silencio.
Lo que
se intenta desde el Palacio Nacional es
mantener apoyo popular creando en el imaginario de
la población un conflicto entre nuestro país y los vecinos del
norte. Una invocación a la historia patria para niños, que ve en
los Estados Unidos a nuestro principal enemigo.
El problema
está en las consecuencias. El mismo presidente López Obrador corrigió
la vieja frase "pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca
de Estados Unidos", indicando que la vecindad con ese país es una
bendición para el nuestro. Ahí están los datos de las exportaciones,
de las remesas, del turismo.
GOTITAS DE
AGUA:
Para la
narrativa presidencial, la patria está en la propiedad
estatal de empresas como PEMEX y la CFE.
Identifica el interés nacional con el Estado propietario. No
importa que esas empresas estatales sean ineficientes y contaminantes. No
importa si se demuestra que los privados, en ciertas circunstancias y con la
debida regulación, favorezcan en mayor medida el interés nacional.
Preocupa
que nuestro presidente esté actuando contra ese interés. "Si
cierran la puerta, apaguen la luz". "Nos vemos Mañana"...