Rocha: el político y su pensamiento...
Por Benjamín Bojórquez Olea 14 Julio 2023
Sobre el camino
Hombre de complexión mediana, de alrededor de 90 kilos
de peso, de 74 años de edad, nacido en Batequitas,
Badiraguato, Sinaloa, México, Rubén Rocha Moya, ha sintetizado un
origen creado desde sus cimientos familiares, por la moral, humildad y la
bondad, pues dejar de lado la política y ubicarnos en un hombre de lucha entre
las clases sociales.
Su apertura
profesional como catedrático universitario enfocaba a un hombre de "carne
y hueso" que teorizaba una liturgia sustentada en la preparación
y el talento, mezclando el conocimiento, el impulso, el entusiasmo y a la
depuración de los usos, las costumbres, las inercias y los vicios de la
política revolucionaria de aquellos días.
Recordemos,
también, que Rousseau se apoyaba en la tesis del buen
salvaje, según la cual el ser humano, en su estado natural, original y
primitivo, es bueno y cándido. De ahí, hay que considerar, que Rubén
Rocha Moya en su estado de juventud fuese superior moralmente hablando
al hombre civilizado. Más bien, se podría sostener que nuestro representante de
Sinaloa, como jefe de Estado, no nace bueno ni malo, puesto que en sus etapas
más tempranas de desarrollo estuvo desprovista de referencias culturales,
informaciones o experiencias, que lo han dotado de intenciones o finalidades
buenas o malas.
La
pertinencia de su legado político es también hoja de ruta para la acción. Así
como su vasta cultura y su visión diferente a sus antecesores, nutriendo el
pensamiento revolucionario en la etapa institucional durante su segundo trienio
de gobierno que está en puerta – ya con pólvora – para dar
paso al desempeño y la conducta de sus servidores públicos, en el orden
económico, en el político, en el religioso.
Rubén Rocha
Moya, quizá las formas han confundido
sin libre albedrío, caminando de forma enérgica de un lado a otro, gesticulando
y desmenuzando, con índice de fuego, con vehemencia y con firmeza, consolidando
lo logrado, a superar diferencias y a generar nuevas tolerancias, a otear hacia
nuevos horizontes políticos. Eso, a mi criterio, ha generado suspicacias dentro
de la opinión pública. Y, créanme, es normal que prevalezca el escozor.
Estudiando
la personalidad del gobernador sinaloense, oponiéndose al pragmatismo atroz,
carente de ideas personalizadas, derribando las facetas históricas de la
oposición en Sinaloa, a esa clase política pegada por décadas como "sanguijuela" en
los tres órdenes de gobierno, a mi juicio, no ha sido nada fácil
depurarlo.
Por ello,
habrá que avanzar más en el impulso de políticas públicas de empleo y
autogestión en las comunidades. Luego entonces, para avanzar en los caminos que
intenta Rubén Rocha Moya plasmar y hurgar en las experiencias
y en los hechos históricos, y en los avances existentes en el mundo de
hoy.
Es menester
debatir, discutir con altura de miras, para enriquecer los conceptos de las
nuevas propuestas y cambios en la historia política contemporánea de nuestro
querido Sinaloa.
GOTITAS DE
AGUA:
Su
ejercicio de la política y sus reflexiones, aunque parezca que ya están lejanas
en el tiempo, creo que aún pueden ayudarnos a encontrar vías más humanas para
realizar las transformaciones que el siglo XXI requiere.
Las amplias
expectativas del hombre de Batequitas, Badiraguato, son, sin duda, destacar y
privilegiar a las mentes más lúcidas y eficaces para que el quehacer político y
social se enriquezca. Se les deben dar nuevas y mejores oportunidades de acceso
a la toma de decisiones políticas fundamentales. Se debe mejorar el servicio
público y se deben inculcar valores y principios humanistas, de honradez y de
rectitud entre las y los servidores públicos. Se debe exigir la transparencia y
la rendición de cuentas a cabalidad. "Si cierran la puerta,
apaguen la luz". "Nos vemos el Lunes"...