Opinion

Rocha y Juan de Dios me quisieron comprar

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Por Juan Manuel Partida 20 Octubre 2023

Altoparlante...

Tan malito que es para el piquete, tengo que recordarle a Rubén Rocha Moya que él y Juan de Dios Gámez me quisieron comprar.

Abundaré sobre el gobernador, porque aunque reiterado lo del alcalde fue indirecto.

Lo que necesitara, me dijo Rocha durante una reunión que tuve con él en su despacho durante el mes de noviembre del 2021.

Nada bien comenzó ese encuentro, porque el gobernador me dijo que “somos amigos”, lo que de mi parte rechacé.

Casi inmediatamente después su mentira de que no se preocupa y menos le molesta lo que se escribe o se dice en los medios de comunicación.

Esta reunión es porque te preocupa y te molesta lo que escribo, lo desmentí.

Intentó llevar a mejores términos la plática con su insistencia de que por ser “mi amigo” su intención era la de llevar la mejor de las relaciones.

Admití que muchas veces nos reunimos para convivir, jugar dominó y echarnos unas cheves; que lo respetaba y apreciaba, pero eso quedó en el pasado.

Sobre su “amistad” y “lo que necesites”, fui breve pero preciso.

Le precisé que quien se interese puede contratar mis servicios de publicidad o difusión informativa en mi página web, incluso asesoría política, pero que a nadie le vendo mis contenidos editoriales.

Fui muy claro sobre mi percepción de que la intención del gobernador era la de pagarme por algunos servicios periodísticos a cambio de mis aplausos o de mis silencios en temas incómodos.

Lo reté a que, en un intento de comenzar a generar credibilidad y confianza, cesara a dos funcionarios de su gobierno corruptos.

Le di los nombres, una mujer y un varón, y le precisé que había ya publicado pruebas documentales de que se robaron dinero del pueblo, cobrando sin trabajar.

Imposible olvidar su respuesta: “es que yo los aprecio mucho”.

Pues por eso mismo, le dije, no podemos ponernos de acuerdo.

Al paso de los meses hemos visto con enorme tristeza el trato de Rubén Rocha Moya a periodistas y medios de comunicación.

En repetidas conferencias semaneras fustigó muy duramente a periodistas críticos.

Que somos mentirosos, chismosos, mitoteros, exagerados, corruptos, carroñeros, defensores del viejo régimen y enemigos de la transformación de Sinaloa y de México.

Quiere una prensa cómplice que le aplauda absolutamente todo lo que dice y hace.

Por eso está sumado al linchamiento encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los periodistas “buenos” son porristas de la cuatroté, y los “malos” critican a la cuatroté.

Con el uso del presupuesto público para convertir algunos “malos” en “buenos”.

A los críticos se les cierran las puertas del gobierno y de sus aliados, confiando en que morirán por falta de dinero.

Los contratos de publicidad tienen también una consideración oficial a conveniencia.

Si los otorga el gobierno a los “buenos”, es lo más bonito del mundo aunque la verdad se oculte o se deforme.

Pero si un periodista vende publicidad a uno de los “enemigos” del gobierno, entonces se “vendió”.

Ya he comentado en este espacio que la prensa ha estado perdiendo respeto ante buena parte de la sociedad, por las complicidades evidentes con la nueva mafia del poder.

Hace algunos días se nos exhibió a nivel nacional, acusando falsamente que todo mundo calló ante la confesión que hizo el gobernador sobre el “yo te voy a proteger” a favor de un presunto acosador sexual.

No hubo silencio total, pero ciertamente muchos periodistas y medios de comunicación optaron por no decir nada o por desaparecer las notas que sobre ese asunto publicaron en sus espacios digitales.

Lamentablemente, hay razones valederas en la desconfianza popular contra la prensa estatal.

Por lo que a quien esto escribe respecta, entiendo que Rubén Rocha tenga muchas ganas de que nos muramos de hambre y cerremos nuestros espacios informativos.

Para desgracia del gobernador, no es ni será el caso.

Seguiremos dando lata, y ellos continuarán con sus lloraderas, sus insultos y sus descalificaciones.

Finalizamos con una asesoría gratuita a Rubén Rocha: si no quiere críticas, que deje de robar y mentir, como hace todos los días.

Junto con sus hijos multimillonarios y también muy cínicos.