Estoy convencido que el Paro Nacional “El nueve ninguna se mueve” o marcará un antes y un después en el país y en Sinaloa también. Me explico: No coincido con aquellos que afirman que el 9 de Marzo solo será un día más de protesta y que pasando este, todo seguirá igual. Tratando de entender al Presidente, cuando afirma que los conservadores están infiltrados en el Paro Nacional, quizá esté haciendo referencia al origen de los llamados “cacerolazos chilenos”, iniciados por mujeres de la clase alta en Santiago de Chile, allá por 1970, que con el repicar de cacerolas, ollas y sartenes mostraron su descontento con el régimen socialista de Salvador Allende, ante la escasez de productos de primera necesidad. No dudo que algún asesor le haya sugerido al Presidente desacreditar o intentar descarrilar éste movimiento nacional que va creciendo. El 9 de Marzo puede representar el inicio de un gran cambio provocado por las mujeres, que de manera muy inteligente diseñaron un día de protesta pacífica, contrario a lo que los grupos radicales hacen como pintas en monumentos, tomas de calles, actos vandálicos, etc. Sí, ante la ola de asesinatos, feminicidios, desapariciones, acoso, violencia generalizada contra las mujeres, dan ganas de “quemarlo todo”, pero el 9 de Marzo está resultando todo un movimiento que se podría explicar desde la teoría de la desobediencia civil, por varias razones: No sé si exagero pero veo con optimismo este movimiento, que se asemeja a cambios significativos ocurridos por las “primaveras” en distintos momentos y lugares del mundo, como la Primavera de Praga de 1968 o la Primavera Árabe de los años 2010-2012. Vislumbro un nuevo rumbo en México y Sinaloa, señalado por las mujeres. Lo indicado es seguirlas. Lo cierto es que en Sinaloa el panorama genérico relacionado a la política “las cosas se están acomodando”, ya que nadie lanza posturas sobre feminicidios, tampoco en relación a los niños, menos, en los protocolos de las escuelas, lo que significa que surgen a través del síndrome del “Avestruz”. Por ello es importante resaltar que la figura magnánima de un cambio previsto se adelante y resulte que tras lo mediático se vea la posibilidad de que en Sinaloa la próxima bendecida para el 2021 sea mujer. Acto seguido, que las mismas prácticas que deben ser descartadas ante una política y métodos de actualización dejando de ser ese Sinaloa misógino. Por tal motivo, el discurso de muchos, habla de innovación, modernización, etc… Demagogia pura. En efecto, siguen marcando las mismas pautas, los mismos comportamientos, abriendo la puerta circunstancial de lo que los políticos de las altas esferas equivocan su forma y formulas. Considero limitados y caducados, en donde cuya vigencia ya venció. La estrategia de equilibrar una imagen desde una visión y perspectiva meramente política para no generar un rechazo mayor a la clase política alejada y extrovertida. En el caso, pensando en que se acomodan las cosas, certifico que en su momento preciso y sin hacer campaña prematura, considero apropiado que continúan sacrificando para cargar los costos y/o negativos y positivos de una condición que va en aumento en Sinaloa.
GOTA Y CHISPA:
De ahí se puede ver el repentino cambio de conducta política desde palacio nacional, y por ende, en Sinaloa les une una más que simple heterogénea tutoría de la política sinaloense, lo cual sucedería, claro está, con el conocimiento y aceptación (por la buena o por la mala) ya que el cambio en el 2021 podría darse ante una alianza aceptada y negociada. Lo cierto es que en Sinaloa los efectos que se están suscitando abren una puerta que tras la historia en Sinaloa, lo esencial y pragmático ha sido una combinación no menos ortodoxa, pero si con el ingrediente de que en el 2021 una mujer logre por primera vez despachar desde el tercer piso. “Nos vemos Mañana”…