Se depura el PRI en Sinaloa…
Por Benjamín Bojórquez Olea 24 Octubre 2023
Sobre el camino
El PRI desde su fundación como PNR fue una coalición de fuerzas muchas veces centrífugas que la Presidencia retenía unidas con riendas firmes, con uno que otro asesinato y un tenaz "fraude patriótico" contra la oveja descarriada: Juan Andrew Almazán en 1940, Henríquez Guzmán en 1946 y 51, y Cuauhtémoc Cárdenas en 1988. Los tres eran del PRI, los tres se inconformaron con el heredero elegido por el Presidente en turno, los tres perdieron, en los tres casos se pudieron certificar casos de fraude oficial, pero no de triunfo opositor. Es posible que el arquitecto del fraude contra Cuauhtémoc en 88, Manuel Bartlett, hoy entusiasta lópezobradorista por su origen común, solo hiciera el fraude necesario para dar a Salinas una mayoría superior al 50 por ciento.
Lo cierto es que las acusaciones de corrupción en contra del presidente del partido PRI, Alejandro Moreno, abocan a la formación a la peor crisis de su historia.
El PRI se cae a pedazos y va en picada, no solo en Sinaloa sino en todo el país, pues ha sido notoria la desbandada que ha tenido este instituto político.
En Sinaloa, la descomposición ha empezado a la vista de todos sin que nadie sepa a ciencia cierta dónde estará su final. Esto solo es un reflejo de algo que venía esparciéndose como cáncer en la estructura priista en nuestra entidad sinaloense, qué decir del país.
Por cierto, aquí en Sinaloa, la dirigencia estatal del PRI anda depurando personal, incluso a personal que lleva muchos años laborando, y a los que se les deben quincenas quieren que desistan de ese pago para auspiciar el “NO” pago para impedir correrlos y hacerles otro contrato, en donde se les está ofreciendo un minúsculo finiquito. Lo que no se entiende de este proceder de la actual dirigencia estatal es que al depurar personal con contratos mensuales por debajo de 5 mil pesos ahora quieren contratar a personal con sueldos de un aproximado a los 15 mil pesos, lo que indica pues, que la proporción es exorbitante, y todo por meter gente cercana a la actual dirigencia estatal del PRI.
Lo cierto es que están dejando sin personal a los comités municipales, el argumento es que no hay dinero para sostener al personal al interior del instituto político, por eso vendieron algunos comités municipales a los actuales alcaldes morenistas.
A mi criterio, observo un PRI como una termita, pues desde que llegaron estos nuevos dirigentes estatales no han hecho otra cosa más que hacerle daño al PRI para fortalecerse de forma individual, ya que sus acciones no corresponden a levantar al tricolor sino todo lo contario, por eso es de que van de cabeza y en caída libre. Es cuestión de tiempo.
GOTITAS DE AGUA:
No se puede encontrar otro calificativo más alarmante que observar cómo se cae a pedazos este instituto político, pues su presencia está dejando grietas muy importantes en toda su estructura partidista.
Es difícil encontrar ya en la calle a alguien que te diga como antes con orgullo yo soy del PRI, pues adelgazar su burocracia partidista interna y contratar personal con sueldos altos y desproporcionados, no es, a mi juicio, la mejor decisión política, sino es la degradación de sus dirigentes estatales y municipales en pos de una estrepitosa caída y una desangelada incongruencia de la actual dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional. La verdad estos hechos políticos partidistas no corresponden a una real refundación del otrora partidazo. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
