SERIE NETFLIX DE MORENA
Por Benjamín Bojórquez Olea 22 Marzo 2019
SOBRE El CAMINO
Se dan pasos y giros en la escena política de Sinaloa que no deparan nada bueno y ni le abonan al Estado. Hay actores multicolores de los diversos partidos y grupos que dejan descubiertos objetivos o planes que no van en beneficio del estado, sino de esta clase de protagonistas que sólo buscan su beneficio personal y familiar. Estos políticos exhiben conductas muy rupestres. Se ven movimientos o promoción de personajes con antecedentes muy negativos, que restan en lugar de sumar, mismos que sepultan más la negativa imagen que tiene la vida política aquí en Sinaloa. Morena en Sinaloa tiene el control legal del Congreso del estado, a manos de la diputada local y líder de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO)Graciela Domínguez Nava, pero esta legisladora está lejos de mostrar responsabilidad, madurez, compromiso, respeto y eficacia para gobernar el legislativo, le quedó chica la yegua a este poder del estado. Da la impresión de que se engolosinó con el poder casi absoluto. Le ha ganado la prisa y le ha faltado firmeza y sustento legal para cada paso dado. La diputada es utilizada más como producto de esas luchas intestinas, castigos o venganzas contra su propio partido. Esto tiene el tufo de una vendetta interna, que no tiene retorno, ni solución a corto plazo. Sin duda él “modos operandi” más mediático de la cámara local, tuvo el temple de dar la cara reiteradamente frente a los exabruptos de los diputados morenistas que cada día se alejan mas del voto recibido en las urnas por la sociedad. Esto parece que no tiene ningún valor para el grupo dominante de la fracción de Morena, que manipula por debajo del agua Rubén Rocha Moya y el maquiavélico Jesús Aguilar Padilla, no les dará vergüenza a los diputados de Morena esta triste realidad. ¿Sabrá AMLO que a Morena en Sinaloa lo comanda por debajo del agua un ex gobernador priista?... Prefieren blandir la espada y afilar la guillotina para ofrecer un espectáculo sanguinolento bastante simulado. Con esto y una larga serie de importantes tropiezos, escándalos, pasos en falso y rectificaciones, el congreso local de Sinaloa ofrece un flanco muy vulnerable frente a la sociedad a la que según representa. Eso está muy lejos de la expectativa que despertó una mayoría morenista con AMLO. En el PAN el espectáculo no es el mejor. Quedó hecho trizas por obra y gracia de Morena y hoy parece un rompecabezas que intenta armar un ciego, sordo y mudo. Tal es así, el partido local del PAS fue arrastrado hacia el precipicio por culpa del Albiazul y una propia ambición. Los despojos no dan para mucho, pero aún así la cúpula del “avatar” está supeditada y marginada a una división de una familia que emigró a Morena: “Los Clouthier”, y esa renuncia de la política del ex candidato al Senado y dueño de la empresa editorial de Noroeste y su hinchado negocio en bienes y raíces, Manuel Clouthier, y con ello dejarle la cancha abierta a su hermana, Tatiana Clouthier, uno haciendo negocios y la otra haciendo política. Y más parchado se ve con el tristísimo agregado del Sol Azteca, partido que ya debería desaparecer de la escena política por su entreguismo a la derecha radical; además de esas minorías que forman parte del circo de Morena en el recinto legislativo. A ello hay que agregar los descontentos y divisiones internas que parecieran peones de un estratega externo que dirige la obra de cañería, con buena paga desde luego, pero con el siniestro objetivo de reventar esa candidatura imaginaria, ¿Verdad, Graciela Domínguez? El ex rector de la UAS y actual senador de la república, Rubén Rocha Moya, es un hombre prudente y respetable, pero pierde esa honorabilidad al dejarse manipular y mangonear por priistas como Aguilar Padilla y el dueño de su-Karne, lo que le resta seriedad y autenticidad en lo político. Habrá que ver hasta donde es capaz de soportar ese juego en el que lo han metido diversos actores de la política local, con el fin de quemarlo. En relación al diputado y líder de la bancada del PRI, Sergio Jacobo Gutiérrez, es un buen hombre, tiene un peso específico propio y aceptable, pero el flamante instituto político del tricolor está hundido en el descrédito, lo que no le permite operar cosas buenas para el estado y para el gobierno. En su cuartel hacen números alegres y sus cálculos logran adeptos internos más afianzados en la fe que en la realidad, pero su lucha es buscar los equilibrios y que las leyes y reglamentos sean institucionales, buscando pues que vaya en beneficio del pueblo. Y en esta terca realidad entra de nuevo el multicitado actor a escena, Don Jesús Aguilar Padilla, un hombre con trayectoria muy mermada, con varias perdidas políticas en su curriculum político, y con figuras políticas que lo rodean en su grupo, con peor trayectoria, que lejos de ayudar a Morena o a Rocha Moya representan un contrapeso que parece hundirlo más que el “Titanic”. El ex gobernador Jesús Aguilar como todo catedrático, a pesar de su relativa ausencia de los escenarios, es perseguido por una sombra oscura y tiene la fama pública ya probada de romper pactos y/o acuerdos, simulando apoyar gente sin realmente hacerlo, también simulando unidades que no hacen nada bien a su nuevo proyecto en Morena y si no lo creen pregúntenselo a sus cercanos; o lejanos colaboradores que inclusive hace años lo llevaron a la gubernatura.
GOTA Y CHISPA:
Por ello, Aguilar cerca de Rocha son dinamita pura; lo que implica recibir el beso del diablo o de judas, lo que puede generar una implosión hacia adentro de Morena que los haga perder todo lo ganado el año pasado. A eso, agréguele la doble fachada de una cauda añeja y acomodaticia que se agrega a la escuálida cargada morenista y que rodea a los demás militantes de este movimiento. Y nada mal estaría hacer un ejercicio de imaginación y plantearse la siguiente pregunta: ¿Cuántos de los conspicuos morenistas que se apasionan con esos sitios de relevancia, estarían ahí de vivir y ejercer su cacicazgo? Es la prueba del ácido para saber la lealtad al movimiento. En teoría, el sentido común indica que más que ayuda representan un dañino lastre que se disemina equivocadamente. “Al tiempo”. “Nos vemos el Lunes”…