Opinion

SUCESIÓN: “2021”

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Por Benjamín Bojórquez Olea 05 Diciembre 2018

SOBRE El CAMINO

Los ateos siempre han negado la existencia de un tlatoani, en ese sentido en política pasa lo mismo, los políticos siempre niegan la cruz de su parroquia, debido a que siempre quieren escuchar lo que ellos necesitan batear, para alimentarse de esa credibilidad y caballerosidad ante la sociedad. Por ello una de las preocupaciones más evidentes de la sociedad es saber quiénes gobiernan y la forma en que lo hacen. Aun cuando importantes teóricos de la democracia representativa han concluido que los supuestos de una clase iluminada superior que dirige y otra dirigida han quedado rebasados para explicar la realidad de algunos regímenes, lo cierto es que son los miembros de los partidos y ciertos grupos de la sociedad quienes logran escalar y permanecer en los espacios de poder. El objetivo general es conocer bajo qué circunstancias o condiciones se conforma la élite política en Sinaloa. Se toma Sinaloa que pese a no ser una entidad tan importante electoralmente sus políticos han mantenido fuerte presencia en la política nacional, verbigracia de ello, Juan S. Millán Lizárraga, Francisco Labastida Ochoa, Heriberto Manuel Galindo Quiñones, David López Gutiérrez, Mario López Valdez, Manuel “Maquio” Clouthier del Rincón (+), el jurista Diego Valadés Ríos, entre otros. Desde los gobiernos posrevolucionarios hasta los del Partido Acción Nacional (PAN) en la alternancia política. La hipótesis planteada sostiene que la conformación de la élite política sinaloense es consecuencia de elementos del control y presencia territorial que ejercen pequeños grupos regionales y cuyo proceso de reclutamiento y socialización obedece más a cuestiones familiares o de parentesco que de tipo profesional. Los grupos que conforman parte de la élite han perdido rasgos de identidad, ya sea de tipo programático o ideológico. Los elementos que unían, cohesionaban y daban dirección a la élite política han cambiado, como se han modificado también las formas de organización y reglas de conducta. En este sentido, el fenómeno político que se observa es que dichos grupos que conforman parte de la élite política buscan su consolidación y permanencia más allá de los espacios antes reservados dentro de la representación que generaba su partido. Estos elementos muestran posiblemente dos cosas muy sencillas: la primera de ellas que los principales liderazgos políticos sinaloenses han mostrado cierto grado de desarrollo, mismos que en ocasiones han generado procesos políticos importantes y trascendentes en los procesos de cambio y transformación. La otra deducción va en una dirección contraria y se relaciona más con el interés de grupos o familias que mantienen un control político territorial y están dispuestos a hacer lo que sea con el objetivo de ejercer el poder de manera permanente. Hoy se empieza a vislumbrar desde el laberinto del poder un caos de personajes que se van y otros llegan, creo que esta tendencia política marca direcciones opuestas, es decir, confundir al margen de quién será el próximo tlatoani de Sinaloa, o bien, la forma obligada de cambios tras el nuevo régimen federal. En fin, la nueva forma de gobernar, acota las distancias de la especulación, pero aquí lo toral es relacionar y observar la conducta pragmática y sin miedos del que haremos mención. Sergio Torres Félix actual secretario de Pesca y Acuacultura en Sinaloa lleva un pie adelante sobre todos los personajes del celoso PRI, y no solo por su carácter ni tampoco por su obediencia y cumplimiento de su tarea al frente de dicha secretaría, sino que se ha ganado la confianza de los altos mandos del poder, además es un político contemporáneo, combativo y decidido a cambiar esas sinergias y reinventar una política de resultados que son vendidos y negociables a la sociedad y grupos políticos de Sinaloa. Además la itinerancia de Sergio Torres Félix siempre ha sido con orden y con sentido social, claro, su carácter es fuerte pero también es contundente en la toma de decisiones, lo que significa que lleva la delantera les guste o no les guste, porque evidencias sobran para que el secretario de Pesca en el estado surja cuando se venga la lucha por la silla más representativa del estado sinaloense. “No lo pierdan de vista”.



GOTITAS DE AGUA:


Los posibles movimientos políticos en el gabinete del gobernador del estado de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, pueden tener un ingrediente saludable y que de acuerdo a las exigencias tiene como lógica, un enroque que se pudiera dar de un momento a otro, ya que el pasado fin de semana, el General Inocente Fermín Hernández Montealegrerenunciara al cargo de secretario de Seguridad Pública en Sinaloa, lo que significa que, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel cuenta con un alfil que cumple con esas características, el nombre es, el actual subsecretario de Gobierno, Marco Antonio Osuna Moreno, lo cual no desconoce para nada del tema. “Ojo”.


UNA CHISPITA MÁS:


Siempre es gratificante hablar de “Tierra Santa” Salvador Alvarado, lo digo porque en los radios pasillos de la comuna un pajarito nos contó, que el Regidor que forma parte de la bancada priísta, Víctor Manuel López Miramontes (apodado el prófugo del gis) suele ser imprudente y le ganan las pasiones: Resulta que anduvo de lengua suelta, ya que a más de uno le dijo textualmente que abandonaría la bancada del PRI, y se proclamaría Regidor Independiente, ¿Será que ya no obedece ordenes de quién se debe?“Que cosas”. “Nos vemos Mañana”…