Revertir los daños que ha sufrido el partido revolucionario institucional. A escasos días de haber asumido y tomado protesta el nuevo dirigente del PRI en la localidad de Salvador Alvarado municipio, Marco Antonio López González, del grupo político y que obedece a los intereses de la ex alcaldesa, Liliana Cárdenas Valenzuela, ante esto tienen que diseñar una gran operación política para recuperar todos los espacios perdidos, sobre todo por desgaste longevo y aislamiento a una militancia deseosa, politizada y, que además, los priistas Alvaradenses en general también están confundidos y sorprendidos por los mismos mecanismos impuestos, para que los mismos grupos con distintas visiones y caras lleguen al poder, pero también saber si realmente abrirán los ojos y competirán en unidad, o bien, si abrirán a las bases el nuevo proceso electoral en el 2021. Sabemos que existe una ruptura entre el mismo grupo que llevó a Marco López González al PRI, ya que se ha corrido la noticia de división entre el grupo “TECOLOTE” estando en un estado de indefensión derivado a ese choque político entre dos personajes que inexplicablemente se juraban amistad y amor eterno durante muchos lustros, David López Gutiérrez y Don Efrén Gallardo Fuentes, donde este último personaje mencionado es apoyado por el Rey de la carne en Sinaloa, Jesús Vizcarra Calderón, además de Liliana Cárdenas quien obedece ordenes por conducto de su padrino político, David López (el Pecuny) Pues bien, este nuevo enfrentamiento debilita y causa escozor entre la misma sociedad política de Salvador Alvarado, lo que significa un distanciamiento y acercamiento cuando los comicios se acercan sacando la cabeza y mandando señales nada agradables para los grupos políticos de Salvador Alvarado, significando pues una real posibilidad de una alternancia y entrega al propio municipio, así como sucedió hace algunos procesos atrás donde la fórmula era integrada por la reconocida notario público, Gladis Gaxiola y Paciano Mojardin, creo que esa historia más de uno lo recuerda. Aquí el tema es lo siguiente, como podrán los TECOLOTES divididos acordar con diferentes actores y grupos para someter sus intenciones de regresar al poder y consolidar un porfiriato, o bien, reagrupar a esta capirotada política que vive actualmente “Tierra Santa”, Salvador Alvarado. El presidente del Comité Directivo Estatal, Jesús Valdés Palazuelos tendrá quizá, la más compleja disyuntiva para revertir los daños causados. Y en ese sentido, tanto el alcalde, Carlo Mario y el delegado diputado y líder parlamentario del PRI en el congreso local, Sergio Jacobo Gutiérrez, donde determinarán una real coyuntura política para exacerbar conductas. También tendrán la encomienda de sumar y coordinar esfuerzos para que en la próximas elecciones del 2021 el PRI sea una opción altamente competitiva, de frente en soledad o en coalición con otras fuerzas políticas. Lo anterior será un asunto que debe considerarse con seriedad, la división del mismo grupo que tiene a Marco López González en el PRI debe preocupar, porque si en casa estas peleado, afuera serás considerado como un espejismo simulado y las consecuencias serán inevitables y la ruptura alejará al verdadero militante o miembro de ese consejo político maniatado, sin que se les tome en cuenta bajo una tormenta y puertas que aunque están abiertas a todo tipo de expresión política, será esa limitante y una posible desbandada o que las tribus huyan y busquen otras alternativas y así sean tomados en cuenta. Hoy se supone que quieren humo blanco, digo esto, porque tras la anterior dirigencia del PRI, el ex MEGA líder del PRI, Marcos Palafox Parra dejó un desmadre, un partido dividido y los liderazgos caminando de forma opuesta y sin un real trabajo en la activación política popular, con el simple hecho de que el folclórico “Chenel” Valenzuela ande en campaña por diversas colonias del municipio entregando cebollas y saludando gente en los hospitales de la región por el tema del coronavirus, ya con eso opacó a Marcos Palafox en toda su encomienda al frente del PRI, donde la gracia más grande fue mandar felicitaciones en redes sociales a personajes externos e internos al PRI.
GOTA Y CHISPA:
La reingeniería del PRI en Guamúchil corre riesgos importantes, y si no ponen orden, tanto el líder del PRI Estatal, Jesús Valdés, así como el alcalde, Carlo Mario Ortiz y el diputado delegado, Sergio Jacobo Gutiérrez, se les saldrá de control, porque de seguir esa riña interna de envidias y desprecio político por no coincidir con los mismos intereses tendrán consecuencias y la alternancia se hará presente. Por lo tanto, desde la cúpula tendrán influencia en el análisis de viabilidad de esta treta que deberían darle importancia, ya que de seguir esos comentarios en los distintos rincones públicos de “Tierra Santa” se agudizará y no habrá opción de una tregua y negociación entre el mismo grupo TECOLOTE. Mi pregunta es, ¿Realmente el grupo TECOLOTE tiene el pulso político en Salvador Alvarado? Ahorita y en este momento no lo tienen, porque las condiciones no son elementos de triunfo, ya que actualmente la política ha transmutado y ha dado un giro de 180 grados. Hoy se quiere humo blanco. No ha salido siquiera vapor, porque todavía el cónclave político no se ha reunido con seriedad. Hasta hoy se emiten gases tóxicos desde la azotea del edificio ubicado entre rosales y matamoros. Sinaloa quizá sea de los estados laboratorios para este tipo de uniones. Pero esto es harina de otro costal, que en su momento se platicará, se comentará y seguro se debatirá. “Hay culebra en el agua”. “Nos vemos Mañana”…