Todos llevan un PRI en su esternón…
Por Benjamín Bojórquez Olea 04 Abril 2022
sobre el camino
Hace días comentaba por qué el propio PRI en Sinaloa únicamente le quedan las pluris, pero también comenté que la gran mayoría en la historia política llevaban un gen priista que difícilmente se lo podrán quitar, lo prometido es deuda. Hablar de historia en el PRI es hablar de supervivencia de vida. La forma de hacer política partidista en México está íntimamente ligada con lo que por décadas desarrolló el PRI. Los principales institutos políticos en la historia del país tienen vasos comunicantes con este partido, incluyendo a Morena, que actualmente detenta el Poder Ejecutivo federal. El primer desprendimiento del PRI, fundado en 1929 por el general Plutarco Elías Calles como Partido Nacional Revolucionario (PNR), fue en 1939. En ese entonces, Manuel Gómez Morin, abogado de Calles, formó el PAN. Desde el PRI se auspició la formación y desarrollo de partidos como el Popular Socialista (PPS) de Vicente Lombardo Toledano, a finales de los años cuarenta y principio de los cincuenta del siglo pasado; también del Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) en 1954, de Juan Barragán, con la idea de que había competencia electoral. La tercera ruptura formal del PRI -hubo otra en 1939 para formar el Partido Revolucionario de Unificación Nacional, pero fue efímera-, se registró con la irrupción al interior priista de la Corriente Democratizadora de 1986, encabezada por Ifigenia Martínez, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Ante la inminencia de que el PRI tendría competencia electoral frontal, quizá como nunca antes la había tenido, 1986 el ex -priista Jorge González Torres, que no pudo cumplir su anhelo de ser líder del PRI de la Ciudad de México, fundó el Partido Verde Ecologista de México, con la misma estrategia, quitarle votos a la oposición, que había dado resultados 30 años antes. González Torres fue yerno de Emilio Martínez Manatou, poderoso priista entre los años sesenta y los ochenta del siglo XX. En 1988 un grupo de partidos políticos, entre ellos el PARM, el PPS, el Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y el Partido Mexicano Socialista, postularon la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas para las elecciones presidenciales de 1988. Todos ellos dieron origen al PRD. Para 1996, Dante Delgado, un ex -priista, fundó Convergencia por la Democracia y al año siguiente se convierte en partido político. Desde 2011, ese partido se convirtió en Movimiento Ciudadano (MC). Con una competencia más fuerte a partir de la ruptura de 1986, el PRI buscó seguir atomizando el voto opositor y así fue como auspició la creación del Partido del Trabajo (PT), a finales de 1999. En los inicios del PT están relacionados los tricolores Hugo Andrés Araujo, Adolfo Orive, un hombre muy cercano a un ala priista, por conducto del sinaloense Francisco Labastida Ochoa. Sobre el peso que el PRI ha tenido en la vida electoral del país, es importante analizar el peso que durante muchas décadas ha sido parte imponente en Palacio Nacional. El PRI fue un referente básico de la vida partidista del siglo XX, a partir de lo siguiente: el PRI no nació como un partido. Nació como una alianza de partidos. Para formar el PRI, que entonces era el Partido Nacional Revolucionario, en 1929, se aliaron aproximadamente 200 partidos regionales y nacionales, el Partido Veracruzano de los Trabajadores o el Partido Jalisciense de los Campesinos y otros 200 grupos que no eran partido, pero que eran organizaciones gremiales, con carácter político como la Unión de Cañeros, la Unión de Mercados, la Unión de Abogados. Con posiciones diversas, había socialistas, comunistas, conservadores. El PRI fue un partido que organizó a banqueros y a tianguistas. Esas 400 organizaciones representaban de algunas maneras una multiplicidad de criterios y de posiciones políticas, bajo un común denominador: eran las fuerzas triunfantes de la Revolución Mexicana. De esa manera formaron un solo partido, para dirimir hacia el interior todas las cuestiones, posiciones, diálogos, debates y negociación que hubiese entre esos polos de poder y evitar dar una confrontación pública ante los enemigos de la Revolución, que tuvo varios intentos contrarrevolucionarios, desde el cuartelazo en 1919 hasta la Cristiada en los años veinte. Eso fue lo que dio lugar no a un partido sino a una alianza de partidos, que después empezó a ser una des-alianza y empezó a segregarse, así como cabían todos, se salían para fundar partidos. Muchos de los militantes, hoy aún, de otros partidos fueron priistas. Aunque hablar de priistas es hablar de una gran gama de ideologías. Hoy, personajes como tres expresidentes de México, serían partidarios de distintas ideologías: Adolfo López Mateos sería de izquierda; Miguel de la Madrid, panista y Carlos Salinas, priista. Son priistas de hueso colorado, pero con distintas tendencias. Sobre la creación del PAN en 1939, hubo una ruptura, no de posiciones, sino de personas, la ruptura entre el general Calles y el general Lázaro Cárdenas. Eso dividió en algunos grupos al PRI y algunos terminaron por salirse, entre ellos Manuel Gómez Morin, que había sido un coadyuvante del PNR, era el abogado de Calles; así como hizo los estatutos del Banco de México, hizo los estatutos del PNR y después los del PAN, en 1939. No tengo la certeza de si llegó a ser militante del PNR, pero al menos un coadyuvante de Calles, sí lo fue. Es en el contexto de la formación del PAN, que grupos políticos priistas se organizan en 1939 para postular al general Juan Andreu Almazán, como su candidato presidencial, ya que no querían que fuera Manuel Ávila Camacho el candidato priista, en sustitución del general Lázaro Cárdenas. Después de que el PAN se convierte en la oposición del PRI, emergen otros partidos de corte socialista y comunistas de los trabajadores. No emergen del PRI, pero son muy estimulados para su creación. El PPS de Vicente Lombardo Toledano, el PARM de Juan Barragán, abuelo de Esteban Moctezuma Barragán, son estimulados desde el gobierno para crear una forma de pluripartidismo, de competencia, porque no lo había o no se veía que lo hubiera. Realmente la competencia estaba dentro del PRI. Hacia el público era un monolito, pero había división, disputa por el plan de gobierno, hasta por la distribución de curules, se peleaban obreros y campesinos y se peleaban más fuertes que los partidos. Entonces se empieza decir que son satélites del PRI, porque realmente eran una oposición tersa, estimulada e incluso financiada desde el PRI. El PAN fue un partido que gustó mucho a las clases acomodadas y conservadoras desde el punto de vista social y religioso. De la segunda ruptura y quizá más ruidosa que tuvo el PRI, surgió el PRD. Pero en el camino hubo desprendimiento de personajes, como Dante Delgado o Manuel Camacho Solís, que en 1999 fundó el Partido de Centro Democrático, que solamente tuvo un año de vida. En 2005, la priista Elba Esther Gordillo fundó su partido, Nueva Alianza, que desapareció en 2018. Desde 2019 la estructura del magisterio que encabeza Gordillo creó el partido Redes Sociales Progresistas, que fracasó en las elecciones de junio de 2021. Aunque no de forma directa, Morena, el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador en 2011 y con el cual llegó a la Presidencia de México en 2018, es algo así como un nieto del PRI. Surgió de la ruptura del PRD. Distinguidos morenistas, como el propio Presidente de México, tienen pasado priista. Finalmente, recordando entre otros a Porfirio Muñoz Ledo, que fue presidente del PRI y del PRD y compitió para serlo de Morena el año 2020. Marcelo Ebrard, el Canciller, fue dirigente del PRI en la capital. Fue autor de dos méritos del PRI: la victoria 40-0 en 1991 y 1994, ganó todos los distritos de la Ciudad para el PRI, y mostró ser un gran operador del PRI. Manuel Bartlett, actual director de la Comisión Federal de Electricidad, fue secretario de Gobernación, gobernador, aspirante a la Presidencia de México en dos ocasiones; Esteban Moctezuma Barragán, embajador de México ante Estados Unidos, secretario de Gobernación, senador de la República.
GOTITAS DE AGUA:
Conclusión: la influencia que tuvo el PRI en la vida partidista del país diciendo que el intento de aglutinar a todas las ideologías en 1929 fue quizá su problema en el futuro, porque cuando se hizo a la izquierda, los de derecha se enojaban y cuando se hacían a la derecha, los de izquierda se molestaban. Por todo lo anterior es muy común todavía escuchar la siguiente frase que seguirá vigente: “Todos los mexicanos llevan un priista adentro". "Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…