Transparencia opaca
Por Oswaldo Villaseñor 08 Agosto 2019
TRANSICIÓN
En la Cuarta Transformación, como ya todos son honestos, tal parece que no hace falta la transparencia. Ya no se trata solo de no cumplir la ley para transparentar y concursar de manera pública los contratos de obras y prestación de servicios.
En la era de la Cuarta Transformación más del 80 por ciento de los contratos se han dado por asignación directa. Es decir, a quien el Presidente o sus Secretarios de estado quieren beneficiar.
Pero la situación puede ser más grave aún. Y es que está por darse un gran revés legal a la obligatoriedad de los funcionarios de transparentar sus bienes y sus posibles conflictos de intereses.
Desde que México entró a la era de la transparencia, por allá en el 2002-2003 se dijo con mucha vehemencia la siguiente frase. Se ha dado un gran paso en el combate a la corrupción.
Transparentar el ejercicio público era considerado el antídoto para evitar los actos de corrupción. Desde luego no fue así.
Hoy la sociedad puede conocer en que gasta el gobierno, tener acceso a las copias de cheques y sus destinatarios. También puede conocer quiénes son los proveedores, conocer los sueldos y percepciones de los funcionarios y en sí, cómo llegan y como se van los funcionarios etc.
Así, el transparentar la vida del funcionario y su quehacer político y sobre todo, transparentar la administración de los recursos públicos, fue visto desde el arranque, como un antídoto contra la corrupción, pues se sobre entendía que el funcionario se detendría de hacer cosas indebidas por el alto riesgo de quedar al descubierto.
Pues bien, a casi 20 años de iniciada la era de la transparencia, los mexicanos han podido conocer en exceso, ahora sí, los excesos cometidos por los funcionarios públicos y sus probables actos de corrupción.
¿Qué ha faltado entonces en el combate a la corrupción?. Pues efectivamente eso, combatirla aplicando la ley a los funcionarios que a pesar de quedar expuestos, exhibidos, aun así, gozan de total impunidad.
En pocas palabras, ha faltado voluntad política para aplicar la ley y ha sobrado complicidad en la casta de la clase política.
Lo hemos reiterado. En México no se le aplica la ley a los corruptos, sino solo a los desalineados y pareciera que esta realidad no va a cambiar.
Pues bien, en la era de la cuarta transformación, la que prometió combatir ferozmente la corrupción, ahora pareciera que está a punto de darse un gran paso, pero para atrás.
Y es que ahora existe la iniciativa para proteger los datos de propiedades a nombres de los familiares directos de los funcionarios. Es decir, ya no sería obligación que las esposas, hermanos, papas, primos de los funcionarios, tengan que transparentar los bienes o negocios que tengan antes de que este tome protesta, o bien se adquieran o hagan, mientras su familiar directo está en algún cargo público.
Pero también se pretende que estos familiares directos tampoco tengan que transparentar sus saldos en cuentas bancarias para cotejar al final del ejercicio de su familiar, si se beneficiaron o no por acciones o decisiones de sus familiares funcionarios.
En pocas palabras, en lugar de avanzar en las exigencias de transparentar bienes y conflicto de intereses de los funcionarios, ahora se pretende legislar, cambiar la ley, para ocultar información bajo el argumento de la protección de datos personales.
Desde luego pudiéramos pensar cual será el argumento en la Cuarta Transformación. “De nada sirvieron las leyes, si los gobiernos que promovieron la transparencia,-Fox, Calderón y Peña- han sido los más corruptos de la historia.
En la Cuarta Transformación, las leyes están de más, lo que importa es el ejemplo de honestidad del Presidente López Obrador y con eso basta. A creer a ciegas, pues.
Desde luego se ha de pensar que transparentar la función pública ya no es necesario, pues ahora todos los funcionarios son honestos, de ahí este cambio de leyes que quitaría la obligatoriedad para hacer pública información sobre el actuar de los encargados de administrar los recursos públicos.
En fin, esto es lo que viene o cuando menos se pretende hacer en la cuarta transformación.
No hay que transparentar nada, la palabra del Presidente basta. Ufff.
Habrá que estar pendientes.
PASO A PASITO.-Hoy le toca a la población del municipio de Ahome y concretamente a la gente de San Miguel Zapotitlán, recibir las jornadas de apoyo Puro Sinaloa que promueve por todo el estado, el Gobernador Quirino Ordaz.
Hay que aprovecharla.
OTRO PASITO.-Ya están en Sinaloa las boletas a utilizarse el próximo domingo en la elección interna que habrá de realizar el PRI para elegir a su próximo presidente nacional.
El presidente del CDE en Sinaloa, Jesús Valdez se encuentra ya en pleno operativo de entrega de las boletas a los representantes en las mesas receptoras o casillas y supervisando que existan condiciones para que la jornada se realice en completa calma.
Eso sí, el gran reto que tendrá el PRI no es ver quién ganará la contienda, eso está claro que será Alejandro Moreno.
El gran reto es hacer que los priistas vayan a votar y registrar una gran votación.
Eso sí, como dijera Joaquín Vega en su tiempo de dirigente estatal. En las elecciones internas del PRI se vale y se permite llevar a votar a la gente hasta en las carruchas.
Veremos pues que sucede el próximo domingo.
¿Embarazar urnas?. Uff que mal pensados seríamos.