Opinion

Un avestruz muy cobarde

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Por Juan Manuel Partida 07 Marzo 2024

Altoparlante...

Imposible dejar pasar que el gobernador de Sinaloa se exhibe sin recato como un avestruz muy cobarde.

Para esconderse, suspendió su conferencia semanera ante la columna en que otra vez se le denuncia de recibir financiamiento del crimen organizado.

No contento con ello, ordenó una respuesta periodística llena de mentiras y de atoles.

Seguía sin dar la cara, quizá preparando el camino para reaparecer luego del desmentido enviado a su periódico amigo El Noroeste.

Intentar el control de daños es el único camino que queda.

Sin éxito, porque no hay manera de negar con razón que el crimen organizado lo ayudó a convertirse en gobernador de Sinaloa.

Pruebas hay de sobra, pero sus otros datos son por siempre y para siempre.

Con mucha anticipación advertimos en Altoparlante que Rocha Moya terminaría con el estigma del narco, y los hechos nos dan la razón.

Aparte de que es un raterazo y un cínico.


EL RIESGO DE MAGNICIDIO DESDE LA CUATROTÉ


Las furias y rabias con que la cuatroté embate a Xóchitl Gálvez Ruiz evidencian el pánico y la desesperación.

Quién fregados puede creerles que la narco candidata Claudia lleva treinta puntos de ventaja.

Porque la realidad es muy diferente, el presidente de la república y sus corifeos atacan sin descanso a doña Xóchitl.

Pero lástima Margarito, a la candidata presidencial opositora le hacen y seguirán haciendo lo que el viento a Juárez.

Aquí sí que aplica esta frase que tanto le gusta al kakas para presumirse ileso mientras lomo le hace falta por tantos madrazos.

Por si faltara saber hasta dónde ha llegado la alarma, lo evidenció ayer Epigmenio Ibarra al acudir como cada miércoles al noticiero matutino de Ciro Gómez Leyva.

Este rufián y el imbañable Gerardo Fernández Noroña son voceros “distinguidos” del kakas y de su títere.

Pura gente así, de esta calaña, en la farsa disfrazada de transformación.

Afortunadamente, ya casi nadie les cree sus mentiras y maromas.

Por eso pierden cada vez más las narrativas, y por eso la esperanza ha cambiado de manos.

Advirtamos sin embargo que López Obrador y su pandilla son capaces de todo.

Incluso de ordenar un magnicidio.

Aguas.