¿Tu hijo es muy inteligente pero no logra concentrarse y/o no para de moverse? ¡Podría tener TDAH! Aquí te explicamos que es:

No todas las personas diagnosticadas con TDAH presentan los mismos síntomas, por ello es importante acudir con un especialista para realizar un diagnóstico acertado y oportuno.

TDAH son las siglas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad, es un trastorno neurobiológico originado en la infancia, que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad y los síntomas aparecen antes de los 12 años.

TDAH con hiperactividad e impulsividad: en este tipo de TDA los niños frecuentemente están en un estado de hiperactividad continua, hablan mucho, incluso en situaciones en donde deberían de permanecer callados, se muestran inquietos, y les cuesta mucho permanecer sentados, y tranquilos mientras juegan.

En situaciones en las que se supone deberían mantenerse quietos, no paran de saltar, correr o moverse, se distraen fácilmente con cualquier estímulo externo, no terminan lo que empiezan y cambian de actividad fácilmente, a veces se muestran como ausentes, como si no escucharan lo que se les dice, les cuesta trabajo seguir instrucciones y tienen problemas para mantener la atención en cualquier actividad.

Los niños con TDAH presentan problemas en las siguientes áreas:

El rendimiento académico: no aprovechan la capacidad de desarrollar correctamente el aprendizaje, esto hace que saquen notas inferiores, e incluso, repetir curso.

Relaciones sociales: Desarrollan una inseguridad que no les permite relacionarse con los demás niños, hasta llegar a situaciones de aislamiento o ‘bullying’.

Control de conducta y comportamiento: Al no ser capaces de controlar sus impulsos, son impacientes e incapaces de gestionar el tiempo. No toleran la espera, ni las frustraciones, esto les lleva a realizar actos que son percibidos como irrespetuosos e incorrectos.

Área anímica: Como todas estas situaciones son involuntarias, ellos mismos se perciben como torpes, vagos o incompetentes. Esto multiplica aún más los efectos negativos y los síntomas.

¿Cuáles son las causas?

No ha podido identificarse una sola causa para el TDAH, más existen factores que pueden influir en su desarrollo.

Factores ambientales: por ejemplo, lesiones en la cabeza, infecciones en el sistema nervioso central.

Factores genéticos: El TDAH tiene una probabilidad del 76% de ser heredado.

No porque un niño esté muy feliz jugando con sus amigos en el parque, corra, brinque y salte quiere decir que tiene TDAH, para que se considere TDAH los síntomas se deben manifestar en diferentes ambientes, por ejemplo, con la familia, en el colegio, con los amigos, y de forma constante y prolongada.

No todas las personas diagnosticadas con TDAH presentan los mismos síntomas, por ello es importante acudir con un especialista para realizar un diagnóstico acertado y oportuno.

Referencias: 

Asociación Estadounidense de Psiquiatría (2014)

Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (quinta edición)

Madrid: Editorial Médica Panamericana

El Neuropediatra Manuel Antonio Fernández (Youtube)