Inteligencia artificial
Artículo número 134
La IA es capaz de decodificar textos, interpretarlos y establecer conversaciones con memoria, por lo que va recordando las interacciones y conversaciones con los usuarios.
La primera semana tuvo más de un millón de usuarios, y a la fecha se estima que la están usando más de 250 millones de personas diariamente, rebasando el récord de cualquier red social.
La Chat GPT puede sintetizar y escribir un libro. Establecer ideas principales para armar una presentación, o sugerir rutinas de ejercicio a partir de datos que tú le proporcionas.
Esta IA apenas está en sus faces iniciales, y seguramente va a repercutir, y a la vez en influir en las cuestiones empresariales y humanas.
Hay un tema del que se habla poco, y tiene que ver con la vida personal.
Hace más de 20 años la vida era muy diferente y no nos hemos hemos percatado profundamente de ese cambio.
Muchas dinámicas fueron cambiando en la medida que los medios digitales y accesibilidad a través de los teléfonos celulares, formaron parte de nuestras vidas, lo que provocó un cambio en la conducta de la gente.
El uso indiscriminado de las redes ha provocado en la juventud un mayor índice de individualismo, disminución en la empatía y favorecer comportamientos poco morales y éticos.
El uso constante de las IA va a seguir esta tendencia, teniendo fuertes repercusiones sociales.
Pensar que podemos evitar el arribo de las IA es absurdo, más bien hay que aprovecharla, y tomar el debate con las manos; poner por delante los elementos que nos parecen importantes.
La tecnología puede RESTAR, pero también SUMAR oportunidades de trabajo y sociales.
Fuente:
José Ángel Llaguno Sañudo
Profesor de Análisis de Decisiones
IPADE Business School
