Artículo número 160
Toda persona y todo proyecto, por sólidos que parezcan, enfrentan tarde o temprano una crisis.
Dicen que la crisis saca lo peor…y también lo mejor de nosotros.
En medio del caos, hay quienes se paralizan y quienes se despiertan, porque toda crisis es una ruptura si, pero también una llamada. Un empujón incómodo nos obliga a actuar.
Las crisis nos quitan certezas, pero nos devuelven preguntas que habíamos postergado.
Nos obligan a mirar distinto, a reinvertirnos, a soltar lo que ya no sirve y a construir lo que queda. Y es ahí, donde aparece la oportunidad.
La de aprender lo que nunca habrías aprendido sin el tropiezo.
La de descubrir talentos dormidos, te muestra lo que aún no has descubierto de ti.
A veces perdemos algo, y en ese vacío encontramos algo más profundo: Coraje, Claridad, Carácter.
Muchas personas encontraron su verdadero camino luego de tocar fondo.
Porque en la crisis tuvieron que detenerse, soltar, decidir y empezar de nuevo.
Conclusión:
Las crisis no son el final. Son puntos de inflexión:
Para algunas derrotas, para otros son despertar.
No temamos a las crisis:
Escúchala, a veces, es la única forma en que la vida nos recuerda que aún estamos a tiempo….de cambiar de rumbo.
Fuentes: Recopilado por Leonardo Zamora M.
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