Compromisos vacíos
Por Carlos Flores Pompa 15 Septiembre 2022
La Plomada
Séneca filósofo, político y
pensador, a quien se le atribuye la frase “Nada se parece tanto a la injusticia
como la justicia tardía.” Claro peor es que no llegue y todavía peor aún que
además de no llegar esta se simule.
El pasado lunes 12 de septiembre, fallece en la clínica 49
del IMSS en la ciudad de Los Mochis el bebé Alexander de un año de edad por
múltiples lesiones producidas por golpes según indican los resultados de la
necropsia aplicada, en principio el presunto responsable de nombre “Juan Carlos
N” fue detenido por elementos de la policía municipal de Ahome y remitido a
barandilla solamente por el concepto de falta administrativa donde duró
alrededor de 12 horas detenido, luego de cumplir el termino de detención el
sospechoso pago una multa y se retiró sin más.
Al respecto la Fiscal General del Estado Sara Bruna Quiñónez Estrada,
mencionó que, la FGE está muy comprometida en el esclarecimiento del caso del
bebé Alexander y que habrá resultados, sin embargo no es la primera vez que las
autoridades encargadas de la seguridad, la gobernanza y la procuración de
justicia realizan este tipo de declaraciones donde de palabra manifiestan serio
compromiso, comprometiéndose con la sociedad a investigarlos, perseguir a los
responsables, presentarlos ante las instituciones de impartir justicia y
conseguir sentencias, recordemos los casos insignia de la administración
Rochista, el primero de ellos sería el homicidio del periodista Luis Enrique
Ramírez, resaltando la declaración del Gobernador Rubén Rocha Moya donde
aseguraba que estaban a días, probablemente horas de lograr la detención de los
presuntos responsables, si tomamos en cuenta que dicha declaración fue
realizada el 7 de junio y hasta el día de ayer cuando escribíamos esta columna
no se tienen a nadie detenido, es más, ya ni se menciona por ningún lado, ni
siquiera por sus compañeros de gremio, como si por instrucción divina se les
designara callar y apostar al olvido; el segundo caso es el del Subdirector de
la policía municipal de Culiacán, el comandante Juan Manuel Silva “El Boxer”
donde de la misma forma las autoridades se comprometieron a no descansar hasta
esclarecerlo y dar con los responsables, situación de la que tampoco se habla o
se menciona hoy en día; Tercer caso el de Rosario Lilian Rodríguez Barraza,
madre rastreadora de la Cruz de Elota, quien fuera ultimada por un comando
armado los últimos días de agosto de 2022; y el cuarto caso, el del bebé Alexander que hoy se suma a la
lista. En todos los casos mencionados, ha existido la promesa y el compromiso
de resolver y llevar a los responsables ante la justicia, pero hasta hoy en
ninguno se ha visto resultados.
Fuera del discurso oficial,
se impone la realidad, una realidad cotidiana que está socavando nuestro
Estado de Derecho, reduciendo los derechos y las libertades de las personas de
nuestra entidad, lastimando más y re victimizando a la sociedad y familiares de
las víctimas, la impunidad va creciendo, rebajando los estándares de
competitividad de nuestro país, lejos de los discursos, declaraciones y
compromisos ante cámaras, la dura verdad es que no hay efectividad ni
resultados que soporten las buenas intenciones que los responsables de la
seguridad y procuración de justicia anuncian como slogan sistemático cuando
ocurren este tipos de hechos, en la actualidad no vemos trabajo real de
prevención, ni de la secretaría de la mujer, ni de la SSPE o municipios, los
homicidios, las desapariciones forzadas, violencia de género y otros siguen
presentándose cada día sin que veamos acciones contundentes.
Muchos políticos y funcionarios están acostumbrados a no
darle peso ni valor a su palabra, hacen compromisos vacíos con facilidad, sin
la más mínima muestra de arrepentimiento, la falta de ética al esgrimir
promesas que no cumplirán es visible y esta falta de principios y valores éticos representa
una de las causas que ha provocado la desconfianza en las instituciones
públicas, lo que da pie al incremento de vicios o actitudes como la corrupción,
el abuso de autoridad, el tráfico de influencias, etc. Situaciones que impiden
que se alcancen la metas y objetivos institucionales y el desarrollo de la
misma sociedad, pero lo verdaderamente triste es
que los ciudadanos hemos caído en un
sentimiento de resignación y fatalismo, donde nos conformamos y justificamos
todos estos actos llegando a creer que todos los políticos y funcionarios
fueran iguales, aunque la realidad es que lo hacemos para convencernos que
alzar la voz es inútil y que nada cambiaría, porque es más cómodo voltear hacia
otro lado y dejar pasar.
Para lograr buenos resultados en la política y en la gestión pública se
requiere contar con gobernantes y funcionarios que hayan interiorizado los
valores y posean una conducta íntegra pues son estos servidores públicos
quienes marcan la directriz y operan las instituciones, cualquier mejora en la
actuación institucional incrementaría la credibilidad en éstas y esto será
posible si se eleva la conducta moral de los individuos que la integran
mediante una adecuada formación ética, por ello la importancia de poner
atención en la conducta en vez de las promesas de los hombres públicos.
Cuando usted estimado lector, observe en televisión o lea
en los periódicos y revistas que se hará justicia, que se otorgarán derechos,
que el estado de Sinaloa o el país cambiará, pregúntese primero a que se
refieren quienes lo dicen, si se dotará también de medios para que la justicia
sea alcanzada, herramientas para que los derechos puedan ser ejercidos, si
realmente habrá voluntad y mucho muy importante, si nuestras autoridades en
verdad tienen la capacidad para lograrlo, hasta hoy nadie podría asegurar lo
contrario.