Una nueva batería de encuestas de Buendía & Laredo, recién publicada, relativa a la aprobación presidencial levantada en fechas posteriores a la crisis del desabasto de medicinas y de la protesta de las mujeres por la violencia de género, revela que los resultados no son buenas noticias para el presidente López Obrador. La tendencia es a la baja y las expectativas han desaparecido. Por Ejemplo: Seis de cada 10 mexicanos creen que los problemas lo han rebasado.
La desconfianza y la incertidumbre empiezan a anidarse en las percepciones de los mexicanos.
La encuesta de Buendía & Laredo enseña que el 62% de los muestreados consideró que los problemas han rebasado al Presidente López Obrador, son 15 puntos más de aquellos que lo pensaban hace un año, y que es prácticamente idéntica a la que registró Peña Nieto (64%) en el segundo febrero de su sexenio. Esta percepción mayoritaria, explica la pérdida de confianza de alrededor del 30 % de que el Presidente López Obrador pueda cumplir lo que prometió.
La confrontación entre la agenda presidencial y la realidad la está perdiendo Lopez Obrador-.
Leo Zukerman refiere en Excélsior, que el grupo poblacional en donde el Presidente López Obrador ha perdido más popularidad es entre la gente con educación universitaria o más. Del 79 % que aprobaba su trabajo en 2019, pasó a sólo el 43 %, un derrumbe de 36 puntos porcentuales. Por lo visto, la gente con más educación ya no está cayendo en estos juegos de artificio. Ya se están dando cuenta de las cortinas de humo presidenciales para tapar una realidad adversa.
El poder destruye al que lo usa sin medida, y al que, debiendo ejercerlo, lo rehúye.
Por su parte, Raymundo Rivapalacio, señala en El Financiero, que al Presidente Lopez Obrador, las mediciones externas no parecen importarle nada. Las descalifica y litiga y confronta a quien tiene una fotografía del país distinta a la de él. Antes de esta medición se apreciaba que su imagen estaba disociada de la gestión del gobierno. Empero. La encuesta de Buendía & Laredo indica que ya no es el caso, y que los mexicanos ya están empatando su imagen con el mal gobierno.
Resbalón y tropezón avisos de caída son.
Por ejemplo. El domingo, en Macuspana, el Presidente López Obrador se topó con protestas y rechiflas contra el poder morenista instalado en ese municipio y en la entidad. Llama mucho la atención que en Tabasco se hayan repetido escenas que se han vivido en otros estados con gobernadores de partidos distintos a Morena, a los que las masas convocadas para escuchar al Presidente de la República, han abucheado como sentencia pública por sus malos resultados.
El que se enoja pierde. Si los abucheados son gobernadores de la oposición no hay fijón, pero si abuchean a los de Morena al Presidente Lopez Obrador, le sale lo enojón.