Con ayuda de un psiquiatra, estamos en condiciones de hacer un llamado a tiempo.
Si bien 30 millones de mexicanos confiaron su voto en Andrés Manuel Lopez Obrador, en 2018, para llevarlo a la Presidencia de la Republica, veinte meses después, cabe la posibilidad que varios millones de ellos hayan quedado desilusionados por los magros resultados de su transformación de cuarta. Salvo los chairos, bots, borregos y acarreados que aún confían en él, los casi 60 millones que no lo hicieron, tienen la obligación patria de impedir que siga dañando al país.
Con altura, dignidad, respeto, pero con decisión, llego la hora de exclamar un ¡ya basta!
Los millones de profesionistas, ejecutivos, empresarios, jubilados, estudiantes, amas de casa, jefes de familia, profesores, especialistas, deportistas, abuelos, desplazados, marginados, burócratas, artistas, escritores, plomeros, carpinteros, religiosos y un largo etcétera de mexicanos inconformes están hartados del equivocado, incapaz, intolerante y ocurrente creador de la cuarta transformación y de quienes le secundan en su corta visión de gobernar al país.
El perfil psicológico es contundente:
De acuerdo con el diagnostico de un especialista en cuestiones mentales, tenemos un gobernante megalómano, omnipotente y narcisista, con un trastorno de personalidad patológico, que cae en la mitomanía; denominada también pseudología fantástica, que refiere un trastorno psicológico, por el cual la persona afectada tiene una conducta repetitiva de mentir, lo que le proporciona, según él, beneficios inmediatos y admiración de quienes le escuchan.
Megalomanía es una condición psicopatológica caracterizada por una hinchada autoestima.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM – V). La megalomanía es una condición psicológica incluida en el trastorno narcisista de la personalidad conocida como sintomatología. No obstante, para saber si una persona presenta megalomanía como parte de un trastorno se debe prestar atención a si existen o no ideas delirantes, es decir, si experimentan fantasías de poder, relevancia y omnipotencia que le llevan a considerarse como el mejor.
Con este antecedente, es pertinente hacer un balance de los “iluminados” por Lopez Obrador.
En 2018 en Ahome, Manuel Guillermo Chapman ganó con 78 mil 537 votos contra 54 mil 719 del PRI. En Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro obtuvo 170 mil 601 votos contra 119 mil 447 del PRI. En Mazatlán, Luis Guillermo Benítez, ganó con 71 mil 738 votos contra 62 mil 571 del PRI. En resumen: 320,876 ciudadanos votaron por Morena y 236,737 por el PRI. La diferencia numérica fue de 83,139 votos que arrojan, en conjunto, un promedio porcentual de 8.1 por ciento.
Los números no mienten. Gracias a los malos resultados de los presidentes municipales de Morena, en 2021, el PRI tiene la mesa puesta para ganar la elección en Sinaloa.