Es urgente que el jilguero de Palacio Nacional deje atrás las banalidades de su “fuerza moral” y que le de voz y voto al Consejo de Salubridad Nacional.
El Consejo de Salubridad General es un órgano colegiado que depende directamente del Presidente de la República y tiene el carácter de autoridad sanitaria, con funciones normativas, consultivas y ejecutivas. Sus integrantes se encuentran contemplados en los artículos 15 de la Ley General de Salud y 3, 4 y 5 del Reglamento Interior del Consejo de Salubridad General. Sus funciones se localizan en los artículos 17 de la Ley General de Salud y 9 de su Reglamento Interior.
Asi lo establece el Artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El Consejo de Salubridad General, deberá emitir disposiciones de carácter obligatorio en materia de Salubridad General en todo el país mediante la definición de prioridades, la expedición de acuerdos y la formulación de opiniones del Poder Ejecutivo Federal, para fortalecer la rectoría y la articulación del Sistema Nacional de Salud. Asi como avanzar en concordancia con el Plan Nacional de Desarrollo del país y consolidar su carácter de autoridad sanitaria nacional.
El Consejo de Salubridad Nacional, tiene funciones normativas, consultivas y ejecutivas y sus disposiciones son obligatorias en todo el país.
Su ámbito de acción abarca todas las organizaciones que constituyen el Sistema Nacional de Salud. Todas, ya que incluye a la totalidad de autoridades del sector de los tres niveles de gobierno. Por su importancia, me permito repetir: Existe para hacer realidad el artículo cuarto de la Constitución que señala que todas las personas tienen derecho a la salud, lo que está por encima de filias y fobias políticas y más allá de lo que le conviene o no a algún personaje político.
Cierto que la propaganda importa, pero aún es tiempo que el Presidente Lopez Obrador ponga poner a trabajar en pleno, y en serio, al Consejo de Salubridad General.
Aseguran colaboradores de Palacio Nacional que el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell puede ser el artífice de un virtual éxito de salud pública o, como todo apunta después de su lamentable intervención de ayer en la mañanera, puede ser el responsable del caos que se ve venir. Si como dice el refrán que, en el país de los ciegos, el tuerto es el rey. Hugo López-Gatell es el tuerto y todo el gobierno de la cuarta transformación está ciego y los mexicanos también.
La Constitución y las leyes que de ella emanan exigen que Andrés Manuel Lopez Obrador, asuma el papel de Presidente de la Republica y que abandone su vocación de rockstar.